Un Buen día.

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* Los personajes no son de mi propiedad, le pertenecen a el creador de Osomatsu-san, Fujio Akatsuka-sensei.
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Parecía ser que sus días iban a ser agradables pues últimamente su relación con Karamatsu se mantenía más tranquila, no podía negar que a causa de su investigación este había terminado por pasar más tiempo del deseado a lado del mayor, cosa algo complicada ya que quisiera o no debía de "enfrentarse" a sus hermanos para obtener un poco de atención o tiempo a solas con él.

Osomatsu era el hermano mayor, por lo que realmente Karamatsu no estaba obligado a cuidar de él o algo así, pero él y todos sabían que el primero de los sextillizos era un gran fan de la atención, principalmente si se trataba de este, demostrando que amaba tener la atención del segundo sobre él, de vez en cuando haciendo cosas buenas para causarle algo de felicidad al de azul buscando ser felicitado y claro, obtener algo a cambio, cosa que no le gustaba para nada y le hacía mantener gratamente los deseos de quitarle toda la atención del chico.

Ichimatsu era alguien que demostraba constantemente su odio sobre el segundo hijo, pero el sabia por el tiempo que había pasado a su lado y lo poco que había hablado con el que se había alejado del azul no exactamente por odio, aunque no sabía las razones concretas ya que el de morado se negó a contárselas, era un poco molesto ya que el conseguía atención de forma muy complicada, pero que al final lograba obtener, siendo consentido por el mayor para tratar de mantener el cariño de su hermano y tal vez un mejor trato, aunque la idea de quitarle la atención que recibía de parte del mismo no le gustaba, sabía que a su hermano menor le alegra esas muestras de afecto, así que sentía que de hacerlo sería un terrible hermano mayor.

Probablemente uno de los más complicados junto con el cuarto era Jyushimatsu, el simplemente le provocaba problemas sentimentales con la sola idea de hacer algo en contra suya, sabía que él era uno de los que más tiempo pasaba al lado del segundo, se tenían gran confianza entre sí y parecía que serían buenos amigos de no ser hermanos, solían salir mucho a jugar, comprar cosas y en casa Karamatsu solía prepararle alguna cosa si este tenía hambre, cantaban juntos y parecían ser muy felices uno al lado del otro, eran probablemente los más adorables, por eso mismo veía imposible hacer algo en contra suya para obtener la atención del segundo, ¡Cuando ellos estaban juntos se veían tan lindos y tanto su amor por Karamatsu como hombre como su cariño por Jyushimatsu como su dulce hermano menor no ayudaban a su corazón!

Y por último, uno de sus peores enemigos, Todomatsu que al igual que Osomatsu era un completo adorador de tener la atención de los demás sobre él y al ser el más pequeño este se la pasaba reclamando el ser consentido por sus demás hermanos mayores, aunque claro, mucho más por el idiota de azul, obtener "prestamos" del mismo para conseguir nueva ropa o accesorios era algo constante, sabía que podía obtenerlo del de azul, que lo adoraba y apoyaba como el más pequeño, pero por lo menos para él lo peor era despertar y darse cuenta de que el de rosa se la pasaba aferrado al cuerpo del segundo en un molesto abrazo, haciendo mayores sus ganas de alejarlo de él.

Ciertamente la tenía difícil, pues sabía perfectamente que por lo menos dentro del ranking de importancia y favoritismo de Karamatsu era este quien tenía el último lugar de sus hermanos, no era que culpara por eso al segundo, sabía bien que era culpa suya por pasársela comportándose altanero y confiado, jactándose de no requerir a ninguno de sus hermanos para arreglar sus propios problemas, lo malo era que justo por esa actitud suya y sus propias palabras que podía notar que el de azul no le procuraba, tal vez pensando en algo como "Él puede hacerlo solo", por primera vez odio la idea de ser el más independiente entre sus hermanos.

Ese día el sol brillaba, aunque no por eso se sentía calor, había un viento fresco entrando por la ventana, era un buen día, de esos pocos que hay en el año donde la temperatura era perfecta, también la vista frente a él era agradable, le hacía sentir completamente tranquilo y alegre.

ChoroKara OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora