La campaña del Archipiélago de las focas

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 lmeris no era más que un islote rocoso sobre el cual descansaban los leones marinos, donde además se erguían escuetos y tristes dos torreones de piedra negra muy al estilo de la antigua arquitectura élfica. Estos dos edificios pretendían ser una fortificación y un faro para los barcos que se aventurarán al mar del norte buscando llegar a "Itukko Akku" ya que en esa zona era muy difícil ubicar los cientos de arrecifes y atolones así como islotes rocosos que allí tenían lugar. Sin embargo tras La Caída los Elfos habían abandonado el lugar y aunque en el papel esa ruta marítima aún les pertenecía, ya era de muy poco uso para el pueblo Elaedhrin. En realidad en los siglos más recientes los que habían hecho uso de estos islotes eran los miembros del "Clan Espuma" un pueblo de hábiles pescadores y buenos marinos de la Isla al norte; los cuales usaban este archipiélago como coto de caza para hacerse de grasa de foca y pieles para comerciar dentro de su isla, cosa que habían hecho con gran éxito.

La práctica no fue interrumpida por nadie durante décadas pero en los últimos quince años un gran número de navíos Orcos se habían apersonado en las aguas grises del archipiélago convirtiéndolo poco a poco en un lugar peligroso. Los Orcos lo usaban como un puerto de descanso para sus correrías en el mar interior para lo cual usaron los islotes negros del suroeste. Lo cual al principio dejó libre a los miembros del Clan Espuma navegar por el este y el norte sin mayor problema, sin embargo pronto ambos grupos se vieron las caras y para la mala suerte de los bárbaros del norte, los pieles verdes tenían mucho más experiencia de combate y barcos mucho más veloces y adaptados para largos viajes, dándoles así la ventaja definitva. Los Orcos pronto se hicieron de muchos esclavos del pueblo Neruana y de un conocimiento más amplio de las corrientes y maneras de navegar en el noreste del continente.

Este conocimiento le permitió a los sangre negra ser mucho más efectivos en su manera de operar y atacar navíos de Ileranthelnimar, Arrgath, Balsira e Irrina sin tener que viajar larguísimas distancias para reabastecerse. Pronto las Islas del "archipiélago de las focas" como era conocido vulgarmente, se convirtieron en una amenaza para todos los reinos con costas en el este del mar interior. Todo excepto Ilmeris la isla más al sur este del mismo donde aún se levantaban las estructuras élficas abandonadas que por su magia antigua, no habían sido tocadas por los Neruana y menos por los Orcos, debido al gran miedo que les causaban.

Thellus Thellarianhin de la casa de Farmirion era un joven montaras de la villa de Elimin un par de jornadas al este de Tor-Elesäe, Un Elfo gris de nacimiento y también por talante, su cabello era negro como el azabache y sus ojos azules como el zafiro. Era de constitución fuerte, aunque delgado y su rostro siempre se mostraba jovial ante todo. Como montaras era bueno pero no excelente, en lo que si era excelente era en observar y analizar a sus posibles enemigos y esta habilidad le había granjeado el apodo de "Lince" el cual se ganó durante sus años de entrenamiento entre los exploradores imperiales. Fue durante esos años que Thellus conoció a la que pronto sería su esposa y la madre de su hija. La mujer se llamaba Alaría y era una Elfa silvana que venía del corazón de Tharsallaran, ella era alta, tal vez demasiado, y de tez tostada por el sol, ojos verdes y cabello largo que era su más vistosa característica ya que era de múltiples tonos de cobre, unos mechones muy claros casi dorados y otros oscuros casi cafés a ella los exploradores le llamaban "Piel de lobo" por un incidente con una salea mal curtida. Ellos habían congeniado desde que se conocieron y se casaron por amor tan sólo cinco años después, cosa que para los Elaedhrin era bastante raro. Lince tenía un amigo llamado Giosen, el cual durante sus años mozos había sido su inseparable compañero pero tras su boda con Alaría, su amigo había perdido el camino, volviéndose errático y muchas veces peligroso para si mismo. Thellus al notar este cambio muchas veces interpeló a Giosen el cual siempre se presentaba algo distante ante los reclamos de su amigo hasta que sin muchas explicaciones escapó para casarse con una mujer humana de la cual la pareja nunca supo ni su nombre. Lince le perdió la pista pero jamás perdió la esperanza de volverlo a ver. Se podría decir que Thellus quiso tanto a su compañero que le cubrió las espaldas durante más de treinta años, cumpliendo las misiones que le encargaban a profundo disgusto de su esposa a la cual siempre le tocaba escuchar la misma escusa "Él no era así, es una fase y volverá al redil", tal era la esperanza de él que Alaría nunca pudo negársela y aceptaba sin muchas ganas el nuevo conflicto en el que el desaparecido Giosen había metido a su marido, sin que siquiera se enterase.

La Campaña del Archipiélago de las FocasWhere stories live. Discover now