Modo de empleo

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La segunda parte de este libro fue editada por separado como El tesoro de la sombra. Agotada esa edición me di cuenta que había publicado un libro en cierta manera incompleto. No fue eso lo que me hizo pensar así, sino un bonsái que me regalaron. De vez en cuando tenía que cortarle ciertos brotes para que no creciera y guardara su forma enana. Lo vi tan lleno de energía que decidí liberarlo: lo dejé expandirse.
Fue un estallido de ramas y hojas, estirándose con avidez hacia la luz, hasta acariciar el techo de mi salón.
Verlo así tan frondoso me llena de alegría porque sospecho el éxtasis con el que, aparentemente en desorden, ocupa el espacio. Esta experiencia me hizo ver en forma muy diferente algunas avenidas de París, bordeadas de grandes árboles con sus ramas y hojas cortadas geométricamente, casi como cubos. Los jardineros que podan tienen una mente matemática, producto de una cultura que eleva la razón al poder absoluto. Me parece infinitamente más hermoso un árbol que, sin ninguna prohibición, crece como debe crecer, en forma orgánica, natural, exhibiendo un caos donde cada hoja tiene un sitio adecuado para recibir al sol.
Estos pensamientos me hicieron recordar un capricho infantil que mi madre tuvo la sabiduría de aceptar : le pedí que me sirviera la comida no en un plato sino en una bandeja, donde todo estuviera al mismo tiempo ante mi vista : cereales, carne, verduras, frutas, pasteles, etcétera.
Gocé comiendo no en un orden lógico, primero lo salado y luego lo dulce, sino mezclando todos los sabores. Podía saltar de masticar un trozo de pescado, a saborear una tajada de dulce de membrillo, para luego sorber unos tallarines. Fue una fiesta.
Asimismo me di cuenta de que las tradiciones culturales habían podado mi imaginación literaria. Cada libro que llegaba a mis manos tenía una unidad de estilo, una gama bien delimitada de temas y, por qué no decirlo, una nacionalidad precisa, con todos los espejismos religiosos y políticos que ella inocula. Vi 《podados》tanto mis libros como los de otros, literatura bonsái. Decidí liberar mi imaginación, sacarme la camisa de fuerza de un estilo único, dejarla vagar hacia todas las direcciones, saltar del minicuento al cuento largo, de la ciencia ficción al koan zen, del terror al humor, de lo grotesco a lo poético, de lo metafísico a la confesión autobiográfica, todo en aparente desorden, como mi bonsái liberado, como mi tuti fruti infantil.
Así nació este libro. Si toda la cultura, la historia, nuestra vida cotidiana está basada en cuentos, aquí ofrezco la nube de mi imaginación deshaciéndose en una lluvia de historias, que puedan tener o no tener relación entre ellas. Es un material para que cada lector, de acuerdo a como su mente ha sido podada, elija los cuentos que le hablan y realice su personal antología.

La vida es un cuento Donde viven las historias. Descúbrelo ahora