Introducción

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Junio de 2014.

Caluroso y ajetreado inició de verano, era la última semana de clases.

Todos en el campus universitario y en los alrededores estaban ansiosos por el inicio de las vacaciones.

En realidad casi todos.

Un cuarteto de amigos universitarios, estaban reunidos en la cafetería a unas cuadras de sus casas.

Ellos no querían que iniciarán las vacaciones, y no es porque no quisieran dormir hasta tarde o librarse de las tareas.

Es que tendrían muchas cosas por hacer, como sus ocasionales trabajos de verano, viajes de negocios e incluso prácticas profesionales en los negocios familiares. Todo esto, impuesto por sus padres.

La vida de la clase alta, siempre está llena de trabajo.

Pero mientras ellos se quejan por sus ya comprometidas vacaciones, del otro lado de la ciudad, mejor conocida como los suburbios o simplemente la zona Sur.

Se estaba llevando a cabo una redada policial en un establecimiento, el operativo de un desmantelamiento a una banda criminal.

Disparos y armas blancas por doquier, heridos y algunos muertos además, Entre ellos policías y delincuentes.

Pero una persona logró huir del lugar...

Una chica.

La adrenalina, era lo que la impulsaba a correr, una vez que se sintió a salvo se desvío por un camino que daba a la zona más exclusiva de Seúl.

Se sintió aún más confiada de estar fuera de peligro, cuando logró brincar la cerca, justo por aquella pequeña parte en dónde no tenía electricidad.

Porque toda la zona estaba completamente separada por una grande y extensa cerca eléctrica.

Obviamente una muestra de los esfuerzos empleados para separar las clases sociales.

Asumiendo que nadie la buscaría en aquel lugar, se dispuso a recuperar el aliento, deteniéndose para revisarse.

Mala idea.

Cuando la femenina bajó la vista descubrió una gran mancha de sangre en su costado derecho.

La habían herido, solo había podido llegar hasta ahí por efectos de la adrenalina del momento.

Comenzó a entrar en pánico, ya que al levantar la camisa comprobó tener una cortada profunda; y cabe agregar que ella odia la sangre.

- ¡¿quién está ahí?!- gritaron a sus espaldas.

Era un vigilante, que como de costumbre rondaba por los alrededores como es su deber.

La femenina se asustó y como pudo empezó a correr alejándose sin ninguna dirección, no conocía el lugar y las circunstancias no la dejaban razonar correctamente.

Sin importar nada ingresó al primer lugar en el que tuvo oportunidad, una casa bastante grande y lujosa, entró por la puerta trasera la cual milagrosamente estaba abierta.

Había olor a dulces dentro por lo que razonó, que había alguien en la casa.

Sólo iba a cruzar por la sala, como un atajo... ella sólo quería escapar.

Pero la perdida de sangre la debilita cada segundo que pasaba y cuando se dispone a salir de la casa por la puerta del frente, cruzando la sala, se desmaya.






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Unas horas más tarde, recupera la conciencia tendida en una cama, despierta en una linda habitación con su herida vendada.

Todo perfectamente ordenado y el olor dulce ahora menos intenso pero aun perceptible. Sale de la habitación hasta llegar a la sala en donde antes se había desmayado.

Pero no hay nadie.

Teniendo la oportunidad de marcharse, lo hace... se va de aquella casa sin dejar rastro.

Con un extraño sentimiento instalándose en su pecho.

Era la primera vez que recibía ayuda sin tener que dar nada a cambio.

Se marchó con una nueva perspectiva de la humanidad, talvez y sólo talvez sí  quedaban personas buenas en el mundo.

N/A: espero que les guste la versión mejorada de esta historia, ahora redactada completamente desde mi autoría.

con cariño: @-Dark_Shade-

Mi Chico Inocente(Jin)-[en Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora