Mi Chico Inocente(Jin)-[en Edición]

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19 de Septiembre de 2014.

Último sábado del verano, las vacaciones y los recesos laborales llegarían a su fin el lunes.

Min Thayli una joven de dieciocho años de edad, da la impresión de ser una chica común, llena de sonrisas y diversión.

Muy enérgica y su piel blanquecina a juego con un cabello negro azabache, la hacen lucir como Blancanieves; tierna y delicada.

Pero esa impresión no podía estar más alejada de la realidad, y eso era justo lo que quería, dar una impresión equivocada.

Esa era la mejor de las máscaras.

—¿Por qué lo haces tan difícil?— cuestionó con fastidio— el dinero ya lo hemos verificado en la cuenta del banco en Suiza... Y tus socios ya han verificado la mercancía

—Si lo sé— responde el contrario en voz baja; sintiéndose repentinamente nervioso.

Era la primera vez haciendo ese tipo de compras, y por ende la primera vez que veía a la pelinegra con la que estaba hablando.

—¿Entonces ya me puedo ir?—la pelinegra, estaba cansada era la tercera entrega del día y aún no había almorzado y estaba empezando a molestarse ¡ya eran cinco de la tarde!

El silencio reinó durante unos segundos, enojada se da media vuelta dispuesta a irse pero el contrario por fin habló.

—¿Te gustaría ir por un trago?— Farfulló él jugando con sus manos, la mirada sorprendida de Thayli se dirigió a él rápidamente, volviendolo más nervioso  Se aclaró la garganta y concluyó— Para celebrar el cierre del trato... digo... ¿Te gustaría...

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—¿Thayli Era realmente necesario golpearlo con la cacha del arma?— se interesó en saber un moreno con extravagantes tatuajes expandidos por toda su piel y llamativos aretes en sus orejas.

—¡Si RM era necesario!, el idiota me invitó un trago pero luego dijo que mejor sería ir a su departamento ¿quién carajo cree que soy?... ¿Una prostituta?— respondió luego de expulsar el humo.

Estaban reunidos en una de las mesas en la sección vip del club más costoso de Seúl, las luces de neón y la música a niveles extremos. pequeños vasos de vidrio yacian en la mesa, ya tenian almenos unas cinco rondas de tragos en el sistema.

Se encontraban celebrando la primera venta exitosa, de Thayli.

Ya que la anterior no resultó nada bien.

－Está porquería está increíblemente fuerte... —se quejó la femenina, pero aun así dio un trago más para disfrutar del amargo sabor— pero es exquisito.

Combinar porros de marihuana con tragos mixtos, no era una idea lógica.

Pero para ellos era algo de lo más normal.

—¿se van a terminar de fundir el cerebro?—los reprendió un tercer presente en aquella mesa— pequeña, ya has fumado demasiado, —habló  refiriéndose a Thayli—mejor vamos a bailar un poco ¿Sí?

La pelinegra le regaló una sonrisa radiante, ya estaban empezando a surtir efecto las drogas que había estado consumiendo desde hace minutos atrás.

—Hobieee—chillo Thayli poniéndose de pie y abrazándolo con fuerza—yo siempre quiero bailar... Ven vamos a enseñarles a estos riquillos lo que realmente es danzar y mover el esqueleto...