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-He... recibido una llamada...-El rubio anuncia en voz baja y rasposa, esa había sido una calada muy grande. Espera a que la femenina reaccione pero, no pasa nada así que termina la frase, sin quitarle la mirada de encima- De nuestro queridísimo padre.

La mención de su progenitor, no era nada grato para la pelinegra.

Sus músculos se tensan, no hablaba con él desde hace más de cuatro años. Y no lo veía en persona desde que tenía once, hace más de siete años.

La última vez fue, cuando se lo llevaron arrestado. Ella estaba escondida con Suga para que no se los llevara el departamento de cuidados infantiles.

No querían ir a un orfanato.

Suga tenía quince años de edad, inexperto y siendo un chiquillo, asumió las riendas del negocio de su padre y el cuidado de su hermana menor.

No fue nada fácil, para ninguno de los dos.

Pero la carga disminuyó cuando llegaron Hobie y RM a sus vidas, un par de chicos que al igual que ellos, estaban solos en el mundo.

Dos años después del arresto del Sr.Min, los medios de comunicación anuncian, la fuga de varios reos. Entre ellos el traficante más conocido de Corea Min ThaYoon.

Los hermanos Min esperaban que su padre los contactara, alguna llamada, carta, mensaje, recado... lo que fuera.

Pero no sucedió.

Yoongi se dejó consumir por la responsabilidad de dirigir una red de tráfico, liderar pandillas y tratar con delincuentes.

Thayli por su parte, como niña pequeña que era, sólo fue un espejo y comenzó a imitar los malos ejemplos que la rodeaban. A los dieciséis, finalizó la secundaria y luego dejó los estudios para convertirse en una ayudante más, en la banda delictiva.

Luego de cinco años, de ausencia. El Sr.Min contactó a Suga, para pedirle dinero.

Una cantidad exorbitante, Suga tuvo que pedir préstamos a usureros y estafadores para cumplir con las exigencias de su progenitor. Luego de eso, se hizo costumbre llamar cada año sólo para eso y así había sido los últimos tres años.

Thayli lo odiaba, ese hombre había arruinado su infancia y su vida entera, él destruyó a su familia.

Pero apesar de todo era su padre.

-¿Está bien?- pregunta esquivando la mirada después de una guerra interna con sigo misma. No le agrada saber que ha estado llamando a su hermano, pues cuando aparece sólo es para causar problemas.

Pero a diferencia de Thayli, para Suga su padre es un ejemplo a seguir.

Lo idolatra y le respeta demasiado.

Quizás ¿sólo es cuestión de perspectiva?

Aún cuando ambos fueron abandonados y dejados a su suerte siendo muy jóvenes, Suga aún quiere y respeta a su progenitor, en donde sea que se encuentre.

Pero no a su progenitora.

-Si, él está bien-responde dando otra calada a su cigarro- esta en Filipinas, en una localidad fuera de la civilización -Sonríe sin ganas, recordando con esmero toda la conversación que sostuvo con su padre hace dos noches atrás- Ha conseguido mi nuevo número con ayuda de unos amigos...

el relato animado de Suga, es interrumpido por el sarcasmo de su hermana.

-Al menos este año se dignó en llamar dos veces-Bufa y tira la colilla del cigarro al piso, ni cuenta se había dado que de la rabia se lo había fumado con prisa, hasta casi llegar al filtro- ¿para qué llamó?... ¿que quiere?... ¿dinero?

Mi Chico Inocente(Jin)-[en Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora