-auch eso duele- se quejó el mayor mientras el otro le limpiaba un corte en el labio.
-no es mi culpa que te pelearas en el bar- el menor alejo las manos de la cara del otro enojado.
-lo hice porque te querían pegar a vos, lo hice para defenderte, pero estabas muy drogado para darte cuenta- las palabras, filosas como cuchillos abandonaron los labios de Fernando.
Josema lo miro serio, le alcanzo el algodón con el que le limpiaba las heridas y simplemente salió del baño, sin decir una sola palabra más.
Lo que más dolía es que fue lo último que se dijeron, su último encuentro mientras ambos estaban.
Fernando no salió tras josema; y no supo nada de él hasta algunas horas más tarde, en la que le comunicaban que el menor había sufrido una sobredosis.
Por fin encontró lo que buscaba, se sentó y apoyó la espalda contra la pared mientras otro recuerdo invadía su mente.
