The Golden... Four?

El anden 9 3/4

Los días pasaban y se estaba acercando el 1º de Septiembre. ¡Estaba ansiosa! Mamá me había dado muchos libros que leer para comprender acerca de la magia y era fascinante aprenderlo. Draco y yo nos la habíamos pasado todo lo que quedaba de la tarde juntos, bueno con su mamá y la mía atrás de nosotros.

Cuando fue el 1º de Septiembre, nos dirigimos a la estación de tren King's Cross. Al llegar nos dirigimos al andén 9 ¾ como decía en la carta. Fue algo raro porque al llegar no existía tal andén, sólo el nueve y luego el diez. Vi una familia de unas 6 personas pelirrojas viniendo hacia donde estábamos nosotras.

— ¡Vamos Braelyn! No te quedes atrás. — dijo mi mamá antes de tomarme de la mano con su mano libre. Con la otra estaba empujando el carro con mis cosas y mi lechuza, se dirijo a la pared y ¡empezó a caminar hacia ella!

— ¡Mamá vamos a chocar! — traté de detenerla asustada de lo que podría pasar si seguíamos esa dirección. Un ulular cercano me hizo voltear mi rostro para encontrarme con muchacho con lentes nos estaba viendo extrañado.

— No te preocupes. — respondió mi mamá a mis plegarias con una risa de felicidad. La pared se estaba acercando, fue ahí donde deje escapar un grito ahogado. Cerré los ojos, cuando los volví a abrir estábamos en una nueva estación, estaba llena de brujas y brujos con sus hijos, vi a un gato correr entre las piernas de los magos en la estación con su dueño detrás de este, además de escuchar el ulular de búhos.

Seguimos caminando hacia el tren, antes de encontrarnos con una puerta que no estaba tan ocupada. Mi mamá me ayudo a subir mis cosas al tren, antes de envolverme entre sus brazos, para que cuando me soltará observará que tenía los ojos llenos de lágrimas.

— ¡Voy a estar bien, mamá! — dije limpiándome mis ojos de mis lágrimas.

— Lo sé, no hay lugar más seguro que Hogwarts... No pensaba que lo iba a hacer sin él... — admitió con una sonrisa triste causando que llorará un poco más.

— ¿Sin papá?... Mamá, ¿vas a estar bien?

— Braelyn, no te preocupes por mí. Disfruta tus clases, vamos ya, si no, se te va a hacer tarde — dijo antes de darme un beso en la frente y separarse de mí.

— Adiós mamá, ¡te mandare una lechuza! — me despedí con una sonrisa, mientras jalaba mi baúl hacia dentro del tren, observando los vagones a los costados.

Todos los vagones estaban llenos, iba pasando por uno donde había dos muchachos pelirrojos idénticos el uno al otro, por no decir guapos y un chico con rastas. Uno de los dos gemelos pelirrojos se me quedo viendo y le dijo algo al otro pelirrojo, antes de que apartara la vista algo sorprendida. Antes de escucharlo en la puerta del vagón donde estaba.

— ¡Hola bonita! ¿Necesitas ayuda? — dijo de una manera tan normal, que el sonrojó que tenía por haber sido atrapada observándolos se mantuvo en mi rostro.

— Hola... Se podría decir que sí.... si no es molestia — admití observando mis cosas aún en el piso del tren.

— Definitivamente no lo es, si lo fuera no hubiéramos preguntado — dijo el otro pelirrojo con una pequeña sonrisa burlona en sus labios.

Me sonrojé aún más, mientras los dos se repartían mis cosas en sincronía, ¿sería cosa de gemelos? — Gracias —mustie mirando el piso algo apenada todavía.

— Soy Fred Weasley — dijo el gemelo que traía mis maletas, después de unos segundos de silencio. Había hecho que regresará mi vista a arriba, le sonreí un poco.

— Y yo soy George — no tardó en presentarse el otro, quien tenía a Sapphire en su jaula. — No te dejes engañar, pero yo soy el más guapo de los dos.

— Un gusto, yo soy Braelyn Moore — me presente después de reír un poco.

— ¡Qué bonito nombre! — elogió dijo George, demasiado rápido.

— No más que ella — replicó Fred con una sonrisa en su rostro. Definitivamente era una competencia de quien me hacía sonrojar más rápido.

— Que lindos, gracias...

— ¿En cuál vagón estas? — preguntaron al mismo tiempo.

— No he encontrado uno, estaba buscando — admití con una sonrisa de lado. Tal vez me aceptarían en su vagón.

— Podría ir al vagón donde esta Ron y Harry... — propuso George y con eso era un no, no me iban a invitar al suyo.

— ¡Claro! Vamos para allá — concordó Fred unos segundos de mirar a George sorprendido por su propuesta.

Emprendimos el camino hacia donde George había sugerido, fue un camino muy corto al menos ellos no iban a tener que cargar tanto tiempo mis cosas. Cuando llegamos vi que estaba el mismo muchacho de lentes que había visto cuando estaba a punto de entrar al andén nueve tres cuartos, junto con otro muchacho pelirrojo, pero él lleno de pecas.

— ¿Qué paso? — pregunto el pelirrojo algo curioso por la llegada de los gemelos.

— Hemos encontrado a una nueva amiga vagando sin un lugar quedarse así que... — estaba diciendo Fred, antes de que George terminará su frase.

— ¡Se va a quedar aquí!

Cuando dijo esto ambos pasaron y me ayudaron a dejar mis maletas guardadas y a Sapphire encima de mis maletas.

— ¡Adiós Braelyn! — se despidió George, pasando su mano por mi cabello.

— ¡Nos vemos al rato! — dijo Fred, antes de darme un beso en la mejilla rápidamente.

— ¡Hey! ¡Yo también quiero un beso de Braelyn! — grito George acercándose a mi antes de que Fred me apartará de él.

— ¡No! ¡Ella es mía! — le contesto Fred. Definitivamente esto no era lo que me había esperado.

— ¡Fred! ¡George! ¡La están asustando! — les grito el chico pelirrojo, empujando a Fred para qe se saliera del vagón.

— ¡Lo siento Braelyn! — dijo Fred, jalando a George delante de él.

— ¡Ella es nuestra! — se logró escuchar gritar a George, antes de que Fred cerrara la puerta del vagón.

— Perdón por lo mis hermanos, soy Ron Weasley — me dijo el pelirrojo, negando con su cabeza cómo si estuviera arrepentido de lo que acababa de pasar.

— No te preocupes, son divertidos. Yo soy Braelyn Moore.

— Yo soy Harry Potter — se 'presento el muchacho de lentes con una sonrisa tímida.

— Perdón por interrumpir así...— dije apenada, definitivamente mi llegada con ellos no había sido la más silenciosa.

— ¡No hay problema! Sólo estábamos hablando...— dijo Harry moviendo su mano quitandole importancia.

— Y ¿de que hablaban? — pregunte después de que todo se quedará en silencio.

— De nada importante — dijo Ron rápidamente, antes de que Harry abriera su boca. Antes de hablar de cualquier cosa, para estar en silencio de nuevo.