Rey

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"No venimos un día y ya mataste a alguien" dijo Jun con burla, Atsushi, por otra parte, no se contuvo y soltó una de las carcajadas mas fuertes que Yui había escuchado en su vida.

"¡Yo no mate a nadie!" grito la rubia indignada.

"JAJAJAJAJAJAJAJA" La risa de Jun se expandió por su cabeza, Yui empezó a sentir los inicios de una horrible migraña venir.

"De todos modos, tengo una lista de sospechosos y ¿saben que es lo mejor? Es muy divertido" dijo el de pelo gris. La rubia, atraída por la curiosidad, pregunto si podía saber el contenido de la dicha lista a lo que el demonio respondió: "No, no te voy a decir nada. Deberías descubrirlo por ti misma, a ver si no eres tan estúpida como pareces je"

"Jun, discúlpate" dijo Atsushi, en su tono de voz se notaba la molestia lo que hizo reír al chico mas.

"Si, si perdóname Yui"

"Cállate"

Esa fue la corta conversación que tuvieron antes de ser interrumpidos por un grupo de chicas paradas al final del pasillo. Todas veían a la rubia fijamente, las sonrisas que se extendían por sus rostros no te embargaban de calidez, los problemas se reflejaban en ellas.

Yui tembló cuando se dirigieron a ella.

-- ¡Yui-chan! ¡Que bueno que te encontramos!-- exclamo con jubilo una chica de cabello castaño, esta estaba al frente del grupo conformado por cinco chicas.

"¿Qué mierda?" dijo un enfurecido chico de ojos cereza, el pelinegro estaba silencioso, ni su respiración se notaba.

-- ¿Aoi-san...? ¿Qué n-necesitas?-- el instinto de Yui le hizo ponerse en alerta y déjenme decirles que la rubia no presentía nada bueno, si algo había aprendido era en confiar en sus instintos mas que nada, se había salvado muchas veces gracias a ellos.

-- ¿Por qué estas tan tensa? ¿Somos amigas, verdad?-- Aoi Tsuchi rio, su brazo rodeo los hombros de la indefensa y nerviosa rubia, mientras, sus amigas formaban un circulo a su alrededor, todas reían con felicidad. El otro brazo de la castaña apretó con fuerza la mano de la mas chica (no hace falta decir que Yui estaba en desventaja). Un quejido salió de los labios de Komori, causando mas risas en las demás.

-- Tenemos muchas cosas que agradecerte, ¡empujar a Nino por la ventana fue asombroso! ¿Cómo se te ocurrió?

-- No seas modesta y dinos todo-- comento otra de las chicas presentes, las demás asintieron.

-- ¡No se de que me hablan! ¡YO NO EMPUJE A KIRAI! ¡Suéltame! -- en un acto de valentía Yui sacudió sus brazos con violencia.

"¡Bien hecho Yui!" exclamo Jun.

Aoi, junto con las demás se sorprendió porque nunca Yui les había respondido. La sorpresa fue suplantada por la furia... y la envidia.

Aoi no envidiaba a Yui, sino a Kirai Nino, su ahora muerta "jefa".

¿Por qué?

Estatus era la respuesta. Nino venia de una familia acaudalada, lo contrario a Aoi, cuya familia estaba al tope de deudas. Cuando entro a Ryoutei vio a todos esas personas, llenas de dinero y con comodidades, envidia. En un desafortunado día conoció a la chica de ojos esmeralda, tan elegante, con las mejores cosas, lo opuesto a su persona; algo vio Kirai en ella y desde ese entonces fue su lacaya. Yui Komori llego no mucho tiempo después.

Si en ese entonces le hubieran preguntado que opinaba de ella diría que la adorable y amable rubia de ojos rosados le parecía una buena persona, una con la quisiera formar una amistad. Lamentablemente Nino no pensaba así, no quería perder su estatus en el instituto por eso se unió al acoso. Con el tiempo, ella también lo disfrutaba, sentía placer al ver a alguien mirarla con miedo, solo así su ego se inflaba un poco.

LazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora