Llamada Equivocada (Yokozawa x Kirishima) ❤❤

20° Finalmente parte 2 😎

POV Kirishima

- Hola Yokozawa- dijo Kirishima mientras observaba la mirada de incredulidad del hombre.

Yokozawa solo le miró por unos minutos sin decir palabra.

- No me invitas a pasar?- preguntó Kirishima pacientemente.

La voz del hombre logró sacar al oso del estado en el que se encontraba.

- Si, claro- murmuró en shock. Obviamente no esperaba que el pelicastaño se apareciera en su apartamento a esas horas de la noche.

Yokozawa esperó de pie cerca de la puerta a que Kirishima se quitara los zapatos para entrar. Kirishima sabía que había impresionado al oso con su aparición. Pero también tenía claro una cosa: Yokozawa no iba a dar el primer paso. Así que recaía en los hombros del pelicastaño el iniciar el contacto.

- Dónde está Hiyo? Es muy tarde para que esté sola - murmuró el oso aún algo confundido con la situación.
- Hiyo está bien. Está en casa de mi madre. Va a quedarse con ella toda la noche.
- Ah! Bueno... quieres tomar al... Mgh!

Yokozawa no pudo terminar la frase. Kirishima rápidamente empujó con un beso al pelinegro hacia la pared cercana a la puerta. Era evidente, por la postura tensa de Yokozawa, que quería terminar el asalto. Pero no contaba con el hecho de que Kirishima fuera más fuerte que él. Fue fácil para el pelicastaño doblegar a su voluntad al obstinado hombre. Con su lengua recorrió la dulce boca de Yokozawa, provocando que el hombre gimoteara sin control.

Después de unos minutos, Yokozawa logró separarse de Kirishima para respirar.

- Qué crees que estás haciendo?!- preguntó irritado en cuanto se separó.
- Obviamente estoy besando a mi nuevo novio - respondió calmadamente Kirishima.
- Hmpf!!

Por la cara que tenía el oso en ese momento, era obvio que nadie se había referido a él de esa manera antes, y Kirishima no quería hacer otra cosa más que gritarlo a los cuatro vientos para que todos supieran la verdad:

Que Yokozawa Takafumi finalmente le pertenecía.

- Cuándo dije yo, tan claramente, que aceptaba ser tu novio? - dijo Yokozawa malhumorado.
- Bueno, creo que eso estaba implícito cuando me dijiste en el hospital que me amabas.
- Yo nunca dije nada parecido!! - exclamó el oso ruborizado.
- Ah! Cierto - respondió con una sonrisa Kirishima - Me dijiste y cito: "que no me odiabas". Al final no es lo mismo? Una negación a una cosa, es la aceptación de otra.
- No es cier... Mhg!

Kirishima se cansó de discutir con el obstinado oso. Tomando de nuevo su boca, comenzó a restregarse con el hombre. Sus cuerpos estaban tan pegados que ni una brisa podría pasar entre ellos. Y a pesar de la postura tensa de Yokozawa, la dureza que sentía en su muslo le decía, que el hombre no estaba tan poco afectado con la situación como quería hacerle creer.

El pelinegro colocó sus manos en el pecho de Kirishima con el objetivo de empujarlo, pero anticipando el movimiento, el pelicastaño tomó sus brazos y los puso a cada lado de su cabeza en la pared. Por lo visto, había que restringir un poco al oso si Kirishima quería que esto pasara.

Separándose de su boca para tomar aire, Yokozawa murmuró:

- Suéltame de una puta vez.
- Nop - comentó Kirishima de forma alegre - Me gustas donde estás. Solo me gustaría más si estuvieras en la cama conmigo.

El asombro era obvio en la cara del oso. Aprovechando el momento de estupefacción, Kirishima tomó sus brazos y se dirigió con él al dormitorio. Llegando a la habitación, lanzó al pelinegro a la cama.

- Cómo sabes dónde está mi dormitorio?
- Es evidente, Yokozawa-kun, que lo sé del día que vine aquí a consolar tu roto corazón - dijo el pelicastaño de forma dramática.