La camarera de aquel bar me reconoció y llamó a la polícia y, aunque ni Raul ni yo queriamos lo hicimos, golpeamos la cabeza de aquella mujer contra el suelo hasta matarla y, marchamos en silencio.
Cada semana nos veiamos obligados a cambiar de ciudad, estabamos en busca y captura y la gente empezaba a reconocernos, nos encargabamos de cobrarnos la vida de todo aquel que supiese nuestra historia. Tras cada asesinato cambiabamos de lugar. Y sin saberlo acabamos dinde menos queriamos estar.
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°POR TI PARA NADA°
RomanceAlanis cuenta en su diario la historia de su primer amor y como este le ha hecho sentir.