Palabras Mudas.

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Creo que esta vez el impulso me ganó por mucho.

Aunque cuando me encontré esa noche, casi entrando a la madrugada, con un par de hojas junto a un lápiz frente a mi, lo único que llegó a mi mente fue liberar mis sentimientos hacia ti.

Escribí de mi propio puño y letra todo lo que sentía a ese momento, mi miedo y también te dije que si tú me lo pedías, yo me iría de tu vida porque no me perdonaría ser un estorbo para ti, prefería huir que ver el rechazo en tu mirada cuando me vieras.

Egoísta ¿No? Lo sé, pero mi miedo tomaba control de mi.

Dudé demasiado, la verdad es que esa carta estuvo más tiempo del que quiero admitir guardada en su sobre y escondida al final de mi cajón, esperando a que algo de valor me llenara. Fue un día Viernes, yo te vería al día siguiente, que sin pensar demasiado, sin cuestionar saqué el sobre de su escondite y lo guardé en mi mochila, en el transcurso de la noche quería sacarlo de ahí para volver a esconderlo, pero no me dejé vencer.

El día Sábado había pasado sin mayor dificultad, en un momento remoto del día, yo, sin que tú lo notaras, dejé el sobre en tu mochila, cuando llegó la tarde, y la hora de separarnos, te acompañé a que tomarás tu bus, mis manos estaban inquietas, mi corazón, joder, creía que se iba a salir de su lugar en cualquier segundo, más cuando te tenías que subir al bus, fue ahí que te lo dije, que había dejado algo en tu mochila y que por favor, debías leerlo en soledad, recuerdo tu mirada extraña, como preguntando algo, pero sin sospechas o desconfianza, me costó soltar tu mano para dejarte ir.

Al final, me quedé parado mientras tú te alejabas, mientras quizá buscabas eso que yo dejé, al final ese día no quería regresar a casa, tenia mucha ansiedad, además de la negatividad instaurada en mi cabeza, mi pensamientos llenos de "Me va a rechazar, me va a odiar, le daré asco" Me fui a comer, o eso intenté, con otro de nuestros amigos, él fue el primero en saber lo que me estaba pasando y apoyarme, mientras los nervios me estaban comiendo vivo.

Park JiMin ¿Me ibas a rechazar o me ibas a dar una oportunidad?

No lo sabía, no tenía idea de qué pensabas de mi, qué podía causar en tu mente y corazón, pero me quería engañar con un mínimo de esperanza. ¿Está bien tener algo de confianza en mi mismo? Porque, aunque en mi cabeza me decía "Esta bien, estoy listo para un rechazo" la verdad es que no lo estaba, ni quería sufrir un rechazo, no si este venía de parte de la persona más hermosa que había visto en mi vida, de quien me hacía sonreír. ¿Qué haría si te perdía?

Pero ese día...

Park JiMin, ese día, tú me correspondiste, y yo me morí de felicidad.

• 𝓔𝓵 𝓓𝓲𝓪𝓻𝓲𝓸 𝓓𝓮 𝓥𝓲𝓭𝓪 𝓓𝓮 𝓜𝓲𝓷 𝓨𝓸𝓸𝓷𝓖𝓲  •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora