That World

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Tras dos minutos, en mi mente aparecieron docenas y docenas de pensamientos, algunos rídiculos y otros que parecían llegar a la respuesta. Al final, podría ser que esto fuera más simple de lo que creía.

Nadé hacia aquél "círculo mágico", así es como decidí llamarlo, y me situé en una de las puntas, la única que se encontraba sola... Entonces, me sumergí en el agua, y traté de bajar desde ese punto al suelo. Todo esto ocurrió en el centro de la habitación, ¿Quizá hubiera estado en lo correcto con pensar que habría algo aquí? Solamente me confundí en el enfoque que tomé al buscar, pero tampoco creo que otra persona lo hubiera hecho mejor, era cuestión de esperar a ver qué sucedía, al fin y al cabo.

Cuando llegué al suelo, con mi pie... ¡Presioné! Una luz blanca salió de aquél punto, desmostrándo que acerté. Rápidamente subí para sacar mi cabeza del agua, ya que no podía contener la respiración tanto tiempo. Al salir, respirándo pesadamente por mi agotamiento, atrapé todo el aire que pude en mí cuerpo, y me dirigí hacia otra de las puntas de la estrella. Puede que esté cansado, pero mentalmente me llené de energía y coraje. 

Así, me sumergí varias veces, y, sin descansar demasiado, logré encender los otros puntos. Era como si fueran placas que estaban ahí en el suelo, llamándome para que las presionara. Sin embargo, era extraño que no hubiera pisado ninguna por coincidencia... ¿O quizá solo era posible presionarlas luego de que el agua llegara hasta cierto punto? 

Ya había pisado cuatro placas, y me quedaba la última. Con un rastro de felicidad en mi cara, terminé aquél trabajo... Al hacerlo, levanté mi cabeza. Ví como una radiante luz de un blanco puro empezó a salir del círculo, cada vez haciéndose más potente, hasta el punto en el que tuve que cerrar los ojos y bajar mi cabeza...

¡Ah! ¡Me quedo sin aire! 

Rápidamente dejé aquél lugar, para poder tomar un poco de aire y revitalizarme. Hecho esto, seguía molestándome la luz, que ahora se había puesto aún más brillante...

Pasó un minuto, otro más... En mi mente ya había empezado a contar el tiempo como si fuera un cronómetro humano, y me estaba agotando el tener que pasar tanto tiempo con los ojos cerrados... Tras unos diez minutos, sentí como mi cabeza golpeó algo ligeramente. El techo... ¡Espera! ¡Esto es malo! ¡¿Qué pasaba si el círculo era una distracción y no hacía nada, fuera de dificultar mi visión?! Vuelto un manojo de nervios, ya no sabía qué más podía intentar, lo hice todo.

Espera, hay un punto que aún no toqué... 

Nuevamente, y, esperaba que por última vez, tuve que volver a entrar en aquél infierno acuoso. Después de tanta molestia puede que acabe hasta dándome miedo entrar en una bañera... 

El punto que se formaba en el centro de toda la habitación, en dónde había despertado. Estaba a la misma distancia de cada una de las cinco puntas de la estrella, sin error alguno, como si hubiera sido perfectamente calculado. Rogué porque funcionara. 

Al rozarlo, sentí como si se hundiera. Una luz blanca, un poco más brillante que la de las otras cinco placas que presioné, salió de este. Con tantas luces, tanto abajo de mí como arriba, ya podría quedarme ciego.

Un sonido estridente golpeó la habitación, siendo un pitido bastante agudo y que, aunque estuviera bajo el agua, ya hacía que me dolieran los oídos.

¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH! Ojalá pudiera gritar, pero ni eso podía hacer en este momento, si no quería que se escapara el poco aire que me quedaba.

De un momento a otro, el mundo cambió. Ya estaba algo acostumbrado a esto.

Desperté tirado en el suelo, al parecer me había caído del sillón... Permanecí en el suelo un momento, tratando de relajarme. Lo único que pudo salir de mi boca fue:

- ¿Qué mierda está pasando? - Una frase corta y simple, pero que detrás escondía montones de dudas, que esperaba que algún día fueran resueltas.

"Let's call it a day."