Esencia de Lobo {ChanBaek | BaekYeol}

Prólogo

✎ Actualizaré cada cuatro o cinco días

✎ No voy a tolerar insultos a ninguno de los personajes ni "chistes" que de chistes tienen poco. Podéis comentar con libertad, pero yo también puedo borrar lo que considere inapropiado.

Baekhyun jadeó sentado en el suelo, su culo doliéndole como la mierda por el golpe que acababa de darse. No podía ser verdad, joder, no podía estar viendo un lobo negro frente a él. ¿Cómo narices había acabado así?

Lo cierto era que la cosa había empezado mucho antes.

Baekhyun era un estudiante del Máster de Localización de Videojuegos en la Universidad de Seúl. Su vida consistía literalmente en comer, dormir, ducharse, ir a clase y jugar videojuegos. Era horrible ser un cliché social, pero lo cierto era que, aunque le gustaba salir de vez en cuando con sus amigos, a Baekhyun le gustaban sus noches a solas jugando videojuegos o viendo películas. Disfrutaba de estar solo, y aunque su amigo Yixing rodara los ojos cada vez que él le ponía excusas a un plan que implicara estar fuera de su casa a más de las dos de la mañana, sabía que el otro lo respetaba. Por eso Yixing era su mejor amigo y no Sehun, pensaba a menudo, acordándose del alto y guapo delegado del curso, que siempre trataba de llevarlo de fiesta a alguna parte el fin de semana.

De hecho, fue huyendo de una de esas fiestas cuando ocurrió, una fiesta de de disfraces, aunque él fuera sin disfraz. Acababa de darle esquinazo a Sehun, eran cerca de la una y media de la mañana y él se dirigía a casa después de haberle roto la nariz (o eso esperaba, al menos) al tío que se le ocurrió tocarle el culo en la estúpida discoteca. Puede que por eso Sehun no lo hubiera seguido, pensó, a él le gustaba esa discoteca y suponía que no quería que lo vieran relacionarse con el tipo que causó un revuelo dentro y al que tuvieron que echar. Así que volvía solo, de madrugada, en una noche fría de noviembre y con su culo helándose. El viento soplaba y hacía que los mechones rubio oscuro se le colaran en los ojos, cosa que le jodía aún más.

Caminó con el ceño fruncido y las manos dentro de los bolsillos de los pantalones, esperando que la sudadera negra y la capucha escondieran su cara así como la vergüenza que sentía. Se sentía sucio después de que lo toquetearan, se daba asco a sí mismo y le daba asco el mundo. Quizá por eso estaba de mal humor y no aguantaba idioteces, como la de aquel tipo alto que se le puso delante a bloquearle el paso. Lo único que registró su cabreado cerebro fue que el tipo era guapo, a pesar de ser idiota y de llevar el pelo plateado, y que él tampoco llevaba disfraz a pesar de estar aún cerca del recinto de la fiesta.

- ¿Qué cojones te pasa? -le espetó al desconocido, cabreado con él y con el mundo.

- Tu olor... -comenzó el tipo, pero eso cabreó aún más a Baekhyun.

- Mi olor no te importa, imbécil -casi escupió, a pesar de que el tipo le sacaba casi una cabeza. Estaba harto, no necesitaba que un tipo cualquiera le dijera que olía a sudor y a alcohol para darse aún más asco.

- Sí me importa -insistió el tipo, aún cortándole el paso.

Baekhyun se vio acorralado, daba igual para dónde se moviera, el tipo era rapidísimo y tenía unos reflejos del demonio, y conseguía bloquearle todas las salidas que conseguía encontrar. Así que recurrió al único mecanismo que se le ocurrió. Fingió que iba a moverse hacia la derecha, pero levantó la pierna y le dio una patada en la entrepierna al otro, una que lo hizo aullar de dolor y arrodillarse en el suelo. Baekhyun no perdió ni un segundo en echar a correr hacia su casa, usando calles y callejones que normalmente no usaría, pero intentando perder de vista al maldito acosador y despistarlo por si decidía perseguirlo hasta su casa.

No ocurrió, y al llegar a su minúsculo estudio y cerrar la puerta por dentro, suspiró, apoyando su frente contra la recia madera. Se quitó los zapatos en la entrada y se dirigió al dormitorio, donde tiró sobre la cama su ropa antes de dirigirse desnudo al cuarto de baño, donde se metió bajo el chorro de la ducha. Vaya comienzo de curso, pensó. El lunes tendría que enfrentarse a los ojos acusadores de Sehun, pero en ese momento, solo quería ahogarse bajo el agua caliente y olvidarse de la experiencia desagradable de esa noche. La cara del tipo idiota de después de la fiesta volvió a aparecérsele en la mente, y se enfadó consigo mismo por pensar que era atractivo. Aunque lo fuera, había sido un imbécil. Aún enfadado, pero al menos sintiéndose limpio, se fue a la cama esa noche, pensando que, al menos, no tendría que ver nunca más a ninguno de los dos idiotas que lo hicieron sentir mal esa noche.

Oh, cuánto se equivocaba.