Never Ending | Larry *PAUSADA*

One.

Louis suspiró mientras saltaba con un gemido. Finalmente, se dió por vencido y optó por subirse en una silla para llegar a la parte superior de la nevera. Había estado bailando alguna música RnB antes de que se sintiera abrumado por la canción y accidentalmente hubiera tirado su camiseta. Desafortunadamente aterrizó en la nevera polvorienta.

El pequeño chico tosió mientras inhalaba una bola de polvo.

"Maldito infierno", susurró para sí mismo mientras bajaba la música y  sacudía el polvo de la camiseta antes de volver a ponérsela.
No puede evitar el cansado bostezo que sale de su boca. Eran las 6 a.m., una hora realmente inapropiada; sin embargo, en su vecindario, especialmente los lunes, suele despertar con sonidos que no se atrevería a cuestionar.

Con un salto en su paso, Louis se pone su chaqueta con capucha amarilla antes de caminar hacia la puerta. Él tiene un sólido de 5 cerraduras en la puerta de su casa, una de las primeras señales de que su complejo de apartamentos es dudoso. Mientras baja las escaleras hacia el buzón, los agujeros en la madera son la segunda pista.

Pero, él toma lo que puede obtener. Y como ser humano en este mundo orientado a los vampiros, realmente puede decir que su departamento -aunque repugnante- es un edificio de clase A para muchos.

Él se siente afortunado.

Él tararea la canción que acaba de bailar, mientras abre su buzón y comienza a hojear las numerosas cartas y folletos. En ese momento exacto, uno de sus vecinos oh-tan-amables se sienta junto a él. Él tiene una sonrisa asquerosa en su rostro mientras descaradamente babea sobre el cuello del chico.

Louis se encoge, mirando hacia abajo.

Eric, el vampiro rogue residente del complejo de apartamentos. Esa es la pista tres de que el lugar es dudoso.

"Hoy hueles bien cariño".

Louis mira hacia arriba por un segundo antes de reír torpemente por lo bajo. Inconscientemente se jala más la chaqueta. Él sabe que beber de un ser humano sin permiso es ilegal. Pero no dejaría pasar a Eric para violar esa ley.

Después de todo, Louis no daría una gran pelea. Demasiado pequeño y débil. Incluso un rogue como Eric podría inmovilizarlo sin esfuerzo.

"Adiós..." Louis está subiendo las escaleras un segundo después.

Cuando vuelve a su apartamento, finalmente puede ver su correo. En su mano hay un sobre blanco satinado con un sello dorado. Los ojos de Louis brillan de esperanza cuando ve la dirección de retorno: 'StylesCo'. Su mano se mueve rápidamente para abrirla.

Querido Louis Tomlinson

Gracias por su solicitud a StylesCo como pasante. Nos gustaría darle formalmente la bienvenida como parte del personal. Usted ha sido aceptado en este puesto y, en caso de que lo acepte, siga los siguientes pasos.

Louis casi se desmaya en ese momento, porque sabía que cuando solicitó una pasantía remunerada en una de las compañías más reconocidas del mundo, sus posibilidades eran escasas. Nunca en su sano juicio se vio a sí mismo siendo aceptado.

Sin embargo, aquí está parado con su carta de bienvenida. Chilla mientras continúa leyendo. Debe llamar a recepción para aceptar el trabajo. Continúa enumerando la vestimenta adecuada para el trabajo y la fecha de inicio.

25 de marzo, a cuatro días de distancia.

Los ojos del chico de cabello acaramelado se abren mientras saca su sucio Nokia, suspira al notar que solo tiene $1022 en su tarjeta de crédito. No tiene ropa adecuada para el trabajo, pero también sabe que si compra alguna no tendrá suficiente dinero para pagar las facturas y alimentarse a sí mismo durante el mes.

Esa fue otra lucha que muchos humanos enfrentaron: falta de fondos. Louis había estado desempleado durante meses, viviendo de los beneficios del gobierno. Aparentemente ya no calificaba, ya que hace tres meses cumplió 18 años. Solo daban dinero a los humanos menores de edad que viven solos.

El pequeño suspiró mientras dejaba el sobre, con una mirada derrotada a su teléfono una vez más, sabía que su única opción era ir de compras. Solo esperaba poder encontrar un atuendo apropiado para el trabajo, tal vez dos que no quebraran su presupuesto.

Él sonrió, mirando el lado positivo.

Tenía un trabajo... un trabajo real.