Never Ending | Larry *PAUSADA*

Forty - Four.

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Louis suspiró, apoyado contra el pecho de Harry mientras se relajaban en el cálido spa que tenía la mansión del rizado.

"Lo siento, por lo que sucedió hoy… Confía cuando te digo que nunca más te dejaré solo", murmuró Harry, frotando sus dedos en el brazo del niño. Louis se quejó, girándose en los brazos de Harry, quedando de frente contra el estómago del hombre, las piernas flotando detrás de él. El vampiro giró sus dedos en los mechones marrones de Louis.

"No es tu culpa... es normal".

Harry tuvo que sacudir la cabeza porque lo que había sucedido no debería ser normal.

Flashback: 3 horas antes

Louis se mordió el labio mientras recorría el enorme Target en un intento por encontrar el pasillo de higiene. Necesitaba más jabón, quizás algunas toallas más suaves (las de Harry eran terriblemente ásperas), también le gustaba la idea de comprar jabón para hacer baños de burbujas.

Había abandonado a Harry en el pasillo de sangre, moviéndose solo para encontrar estos artículos, a pesar de los lamentos del vampiro por dejarlo. Louis sabía que era uno de los, tal vez, cinco humanos en total en la tienda. Sin embargo, se sentía seguro al saber que su compañero estaba solo a unos pocos pasillos más abajo.

Envolvió sus brazos alrededor de su torso, sus ojos cayeron inmediatamente al suelo. Finalmente recordó cómo era antes de Harry. Había estado con el vampiro tanto que nunca salía sin él. Cuando estaba con Harry, estaba a salvo y protegido, sin embargo ahora, mientras vagaba solo por la tienda, fue víctima de los gruñidos y las miradas cuando sus "superiores" lo pasaron.

Claramente, él no era bienvenido.

"Bicho asqueroso". Un vampiro murmuró a su compañero mientras ambos pasaban junto a Louis, que estaba parado mirando el estante de toallas. Sus ojos cayeron al suelo con tristeza.

Louis comenzó a tocar cada tipo de toalla, intentando descifrar cuál era la más suave. Sin embargo, pasos fuertes detrás de él interrumpieron su tarea.

"Humano... ¿qué te hace pensar que tienes derecho a poner tu mal olor en nuestros artículos?"

Louis alzó la vista, era un fértil. El fértil era más alto que él y, lo que es peor, el distintivo rojo del uniforme decía "Sage".

Louis abrió la boca a punto de hablar, sin embargo, la cerró sin saber cómo responder. Quería gritar, decir que tenía todo el derecho al igual que un vampiro a comprar aquí. Pero el no lo hizo. Por leyes los humanos eran inferiores. Estaban protegidos, supuestamente, sin embargo, eso no detuvo la crueldad que recibían día a día.

"Yo-o..." Louis tartamudeó cuando el empleado lo agarró del brazo y comenzó a tirar de él hacia la salida más cercana.

"No perteneces aquí, humano, ve a buscar una tienda de segunda mano, o tal vez un refugio para personas sin hogar. Asqueroso". Louis tartamudeo de nuevo, alejándose mientras lo arrastraban y empujaban hacia la salida.

"No, por favor, tengo un... Estoy con H- estoy con un vampiro, él está aquí conmigo, por favor".

El fértil empleado levantó las cejas cuando comenzó a reírse casi cómicamente, sin creerle a Louis en absoluto. Él empujó a Louis al piso, ahora fuera de la tienda. El niño pequeño cayó de rodillas ante la fuerza.