Never Ending | Larry *PAUSADA*

Thirty-Four.

"¡Capitán! Dé la vuelta a este barco de inmediato". Harry rugió mientras caminaba apresuradamente hacia el escritorio principal. Louis se quejó, persiguiéndolo. Sus pasos mucho más pequeños no eran rival para las largas piernas de Harry. Naturalmente, se encontró trotando suavemente para mantenerse al día.

"Harry, por favor, no es un gran problema. No te preocupes... Aprenderé a dormir sin él, no te preocupes. Ya pasamos medio día en nuestro viaje".

Harry se detuvo y se dio la vuelta. Louis, que no estaba preparado para que el hombre se detuviera, corrió directamente hacia su pecho, cayendo en él con un suave golpe.

"Haz, es la mitad de la noche... Está bien".

"Lou, estabas llorando bebé. No puedes dormir".

El pequeño ojiazul miró sus pies cubiertos con unas suaves medias. Harry suspiró, moviéndose para frotar los brazos del niño, jaló a Louis ligeramente hacia él, de modo que el niño pequeño se apoyaba contra su amplio pecho.

Louis había dejado su osito de peluche en la casa de Harry, el peluche con el que nunca podría dormir. Louis estaba completamente avergonzado. Harry estaba completamente listo para navegar de regreso a la costa para ir a buscar el oso para el chico.

"Hazzy, es solo... vergonzoso".

Harry suspiró, levantando al niño sin esfuerzo y poniéndolo sobre su cadera. Louis se acurrucó en su hombro mientras el CEO caminaba hacia el área del salón. Se sentó, Louis ahora a horcajadas sobre sus caderas.

"Lou, bebé. No te avergüences, porque creo que es la cosa más linda que he visto. Nunca te juzgaré porque eres la perfección absoluta. Nunca te avergüences".

Louis miró a Harry, y parpadeó lentamente, asintiendo. Estaba cansado, eran las 2 de la mañana y había estado llorando justo antes.

"¿Kissy?" Louis susurró, frunciendo los labios.

Harry sonrió, presionando sus labios rojos contra los de Louis, moviéndolos en sincronía, haciendo que el niño pequeño se sienta cómodo.

"No tienes que pedir besos, cariño..." Harry susurró mientras dejaba caer una de sus manos sobre el muslo desnudo de Louis, "Ahora nene, déjame pedirle al capitán que regrese a la orilla... Gané. No le diré por qué. Pero me gustaría asegurarme de que mi pequeña gema tenga su peluche. ¿De acuerdo, cariño?

Louis asintió lentamente, "¿Me llevas a la cama primero?"

Harry solo sonrió, asintiendo.

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Louis finalmente se había quedado dormido esa noche. Al día siguiente se despertó con el olor a agua salada y el ruido de los pájaros cantando. También olía a flores frescas. Abriendo los ojos, se sorprendió por las docenas de rosas esparcidas en la habitación.

Incluso la manta sobre él tenía pétalos de rosa. Louis sonrió, mordiéndose el labio para contener su sonrisa. Una vez de pie, notó una nota en la mesita de noche.

A mi pequeño cachorro,

Conviertes mis días malos en buenos y mis días buenos en los mejores. Eres mi sol en un día lluvioso. Al principio pensé que eras mi final feliz. Sin embargo, ahora me doy cuenta de que el verdadero amor no tiene un final feliz, el verdadero amor es infinito. Pensé que estaba soñando cuando te vi por primera vez, tu suave cabello caramelo y tu cara inocente, fue el mejor momento de mi vida. No solo eres mi compañero Lou, sino que también eres mi mejor amigo.

Entonces, vamos a crear algunos recuerdos felices.

Con mucho amor,

Haz.

Louis terminó de leer la nota, pequeñas lágrimas en sus ojos. Lo que Harry había dicho en esa nota era la cosa más dulce que alguien le había dicho. Justo cuando una lágrima de felicidad resbaló por su suave mejilla de bebé, llegó un mensaje de Harry.

Buenas días cachorro, estoy en mi oficina. Espero que te gusten las flores. Cuando todas mueran, mi amor por ti morirá también. Pero viendo que una de ellas es falsa, tendré que amarte por toda la eternidad xxx

Ven a mi oficina - H

Louis se rió del tonto vampiro, apretando su teléfono contra su pecho mientras corría a través de la enorme nave, hacia donde recordaba que estaba la oficina. Fue recibido con la puerta abierta, y un Harry de aspecto astuto apoyado contra el marco de la misma.

Louis chilló, saltando a los brazos de Harry.

El vampiro sonrió, riendo a carcajadas mientras hacía girar al niño en círculos.

Louis estalló en risitas antes de que Harry lo colocara en el suelo de nuevo. Louis se paró sobre las botas del vampiro, poniéndose de puntitas e inclinándose para besar los labios del hombre.

"Te amo Harry..."

"Te amo mucho más cachorro".