Si me preguntasen por mi actividad favorita, no dudaría en responder: observar el atardecer sentado frente al mar; mientras las olas oscilan, la brisa azota y pequeñas gotas de agua salpican por doquier.
¿Recuerdas cuando pasábamos las noches observando el mar y las estrellas, conversando de todo y nada a la vez, cubriéndonos de inocentes besos y dulces «te amo»? Extraño esos tiempos, mi amado Jungkook.
Cada tarde, en tu honor, recorro una minúscula parte de la playa que solíamos visitar. Tiendo a caminar descalzo, solo y con el corazón cada vez más roto. Algunas veces hablo conmigo mismo para intentar olvidar que tú ya no estás aquí, para llenar el vacío de tu ausencia, para ignorar mi soledad.
Este día, como todos, tomo asiento frente a la vieja palmera bajo la que dijimos nuestro primer te amo. Cierro los ojos y me entrego al mar. Ante el silencio y la paz que me rodean, recuerdo cada segundo a tu lado.
Las finas gotas que impactan contra mi rostro y la suave arena que se cuela entre mis dedos son solamente sustitutos de las caricias que tú, con amor, me brindabas.
Con los ojos aún cerrados, puedo sentir cómo la brisa etérea me abraza. Puedo sentir que aún estás aquí, a mi lado, brindándome tu amor.
Si guardo absoluto silencio, alcanzo a escuchar tu aterciopelada voz diciendo aquella frase que tanto me gusta: «el amor es como el mar; puedes ver dónde comienza, pero no dónde termina».
El mar era tu vida, el centro de tu felicidad. No. Era más que eso. El mar era parte de ti, formaba parte de tu esencia. El mar... eras tú.
Calma, paciencia, tranquilidad; eso y más te caracterizaba. Cuando te enfadabas, tendías a colapsar, representando el violento vaivén de las olas ante el mal tiempo; a veces violento cual huracán. Sin embargo, la mayor parte del tiempo eras la viva imagen del, casi imperceptible, movimiento oscilatorio del mar.
Y yo... Yo era tormenta.
Suave oleaje y tormenta... ¿Extraño? Puede que un poco, pero para mí era perfecto. Tú eras la calma en medio de la tormenta que era mi vida.
«Donde hay esperanza, hay dificultades», solías decirme.
Quiero gritar. Quiero llorar. Quiero que estés a mi lado. ¿Por qué está tan oscuro ahora que no estás conmigo?
Perdóname por no soltarte, por suplicar inútilmente tu regreso, por no aceptar que estás muerto. ¿Por qué sigo aferrándome a ti si sé que nunca volverás? ¿Por qué me sujeto a tu recuerdo? Sólo me hago daño.
Es tan doloroso pensar en lo que fue y ya no será. Lo siento... Te necesito... Te amo.
Día a día pienso en la última vez que te vi. Como parte de la milicia, era tu deber marcharte; lo sé. Amabas tu trabajo y siempre estabas dispuesto a defender a tu país; disfrutabas viajar y hacerte cargo de tu tripulación.
Aquella mañana te despediste de mí con un abrazo y un dulce beso.
Cada vez que me envolvías entre tus brazos me sentía seguro, protegido y amado; tus brazos eran mi refugio, mi escondite, mi lugar seguro, mi escudo. Cuando me abrazabas podía sentir cómo se unían todas mis piezas rotas, cómo me fundía entre tus brazos y cómo nuestros corazones latían como uno solo.
«Volveré a tu lado, lo prometo. Cuando me extrañes, mira el mar y el cielo, y yo estaré contigo». Fue lo último que me dijiste.
Esperé por ti. Te escribí una carta diaria, quería que supieras cuánto te amaba, cuánto te extrañaba, cuánto te necesitaba; pero, sobre todo, cuán orgulloso estaba de ti, mi adorado capitán.
Quedé devastado tras la noticia de tu muerte. Mi cuerpo se congeló y mi corazón cayó a pedazos. Lloré, grité y te añoré como nunca. Moriste como un héroe y sé que tú no habrías deseado un final diferente.
Tu cuerpo no fue hallado; nunca pude despedirme de ti. Por semanas tuve la esperanza de que estuvieses vivo, pero de nada sirvió.
Sé que debo dejarte ir y dejar de engancharme a ti, para no herirme más. Pasará una eternidad antes de que te olvide, es cierto; sin embargo, tengo que aceptar que no regresarás a mi lado y vivir con ello.
Siempre te recordaré como el lindo y humilde marinero que robó mi corazón con cada una de sus muestras de afecto; aquel chico que me entregó todo de sí sin esperar nada a cambio. Siempre serás mi héroe, ése que no dudó en dar su vida para salvar la de otros.
Pasará toda una vida y yo seguiré amándote.
La noche cae de a poco. La brisa se torna fría, las olas inician un vaivén violento y el cielo nocturno hace aparición; cada estrella está ahí, brillando en el firmamento.
Hace mucho tiempo me contaste aquel mito de las estrellas de mar, ¿lo recuerdas?
Un pobre marinero suplicó ayuda a Poseidón para hacer que su amada lo eligiera a él y no al hijo de un rico comerciante; Poseidón, conmovido por el amor del marinero, bajó cada una de las estrellas del firmamento, haciendo que cayeran al mar, de donde el marinero sacó la más hermosa de todas y se la obsequió a la chica, quien decidió quedarse con él al saber que sería capaz de todo, por amor.
Esa misma ocasión, me obsequiaste un brazalete con el dije de una estrella de mar. Fue el día en que dijimos te amo por primera vez, ¿lo recuerdas?
«Este pequeño brazalete es el símbolo de nuestro amor» dijiste, tras besarme.
Sé que es muy tarde y debo partir. Me levanto de un salto y sigo contemplando el mar, mientras el viento golpea mi rostro y ondea mi cabello.
La brisa etérea y el suave movimiento de las olas siempre serán mi compañía en los momentos difíciles. Me envolverán en su calidez y yo seguiré adelante sin ti, amor.
«Brisa etérea y sublime, llévate todo mi dolor; lléname de paz y haz de mí un ser nuevo, renovado y feliz», susurro.
No puedo evitarlo, las lágrimas resbalan por mis mejillas sin control. Puedo sentir tu reconfortante compañía. Sé que estás aquí; permaneces vivo en mi corazón.
Mi llanto significa que estoy vivo y lleno de potencial, con un futuro por delante. Sé que mi corazón late por los dos.
«Seguiré aquí por ti, viviré por los dos. Este símbolo de nuestro amor permanecerá conmigo, hasta el día en que un último suspiro salga de mis labios y mi alma abandone mi cuerpo. Hasta siempre, mi marinero.»
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Brisa etérea [GukTae]
FanfictionEscrito originalmente para el concurso "la juventud y la mar". 「Obra ganadora en la Quinta Edición de los Kpop Awards Wattpad, en la categoría Boy x Boy」 「Obra ganadora en los Short Fanfiction 2020」 Las finas gotas que impactan contra mi rostro y la...