Santuario de Athena- Grecia.
Han pasado 3 años desde la Guerra Santa contra Hades, el Dios del Inframundo.
Al parecer todo iba normal, todos los días era la misma rutina para los aprendices de santos de oro... ir a entrenar a Rodorio, ir a misiones impuestas por el Patriarca temporal... en fin, lo normal.
Pero un noche de verano, el cielo comenzó a teñirse de un color rojo escarlata... inmediatamente sonó la alarma, todos los caballeros tomaron posición de combate. Pero no había señales de un posible ataque, pero ha espaldas de todos, dos sombras comenzaron a recorrer las 12 casas zodiacales...
Narra El Guardián de Aries.
Desde hace algunas horas he podido sentir dos cosmos moviéndose de un lado a otro... este cosmo no es una amenaza, pero... ¿Por qué hacen esto?¿Quiénes son?
Salí de mis pensamientos al oír pasos en el pasillo principal, se escuchaba el sonido de unas armaduras... pero un golpe, es lo último que recuerdo.
Narrador Omnisciente.
Después de dejar noqueado al caballero de Aries, las extrañas sombras atravesaron los doce templos del zodiaco sin menor problema, noqueado a todos los caballeros dorados sin ningún esfuerzo. Al llegar a la casa protegida por el caballero dorado de Piscis, una de ellas se detuvo, un brillo dejó ver el color de sus ojos, un color negro brillante, contempló el cuerpo del caballero tendido en el suelo, no estaba muerto, sólo inconsciente.
—Algún día podré volver a verte... -. Susurró aquella, el tono de su voz era dulce, pero a la vez nostálgica.
—Rápido, tenemos que ir con Athena antes de que despierten-. La segunda sombra habló por primera vez desde que llegaron al Santuario, un destello dejó en claro que sus ojos eran rosas —No tardarán en despertar-.
Ambas salieron del templo, pero vieron que el camino hacia la cámara del patriarca estaba repleta de rosas rojas. Una sonrisa escapó de la ojinegra , la técnica la conocía a la perfección, sin duda el aprendiz de Piscis era alguien al que nunca debes subestimar.
—Yo me haré cargo-.
La guerrera de ojos rosas avanzó hasta quedar frente a ella, levantó su dedo índice y de él salió una ráfaga de viento que hizo volar todas las rosas, permitiendo el paso a aquellas guerreras.
—Creo que hubiera sido mejor atravesarlas sin destruir estas bellas rosas-. Veía como los pétalos caían, la otra la miro sin entender.
Con un movimiento ambas avanzaron y llegaron a la cámara del patriarca, se detuvieron a inspeccionar el lugar, fue cuando vieron la silueta de la diosa Athena.
—¿Quiénes son ustedes?-. En un tono de preocupación, la diosa no podía dar crédito a lo que estaba viendo.
¿Cómo había sido posible que nadie de sus caballeros hubieran podido detenerlas?
—No importa quienes seamos, lo importante es que hacemos aquí-. La ojirosa sonrió con burla al ver el preocupado rostro de la diosa.
Mientras tanto en la casa de Aries.
El guardián comenzaba a despertar, se sentía confuso, pronto recordó lo que lo tenía así y corrió hasta la casa de Tauro.
—¡Athena!-. Exclamó preocupado, el cuerpo de Santo femenino de Aguila se encontraba tendido en el suelo, se acercó a paso veloz y se arrodilló a su lado.—¡Marín!¡Responde por favor!-. La respiración de ella se agitó más de lo que ya estaba, sus ojos brillaban e intentaba no derramar las lágrimas.
Marín empezaba a despertar, el temor se convirtió rápidamente en un alivio, sin embargo, todavía no sabía que pasaba con exactitud.
—Utis, Athena nos necesita-. Aquello ocasionó un desconcierto que se reflejó en el rostro de él.—Ellas son las invasoras-. Al final de estas palabras, volvió a quedar inconsciente.
Sin embargo, Utis atravesó todas las casas y en cada una era lo mismo... todos los guardianes de los Templos del Zodíaco fueron derrotados.
Después de tanto tiempo, nadie ha podido tener el cosmos suficiente para obtener las Armaduras de Oro. Los aprendices hacían su mejor esfuerzo para obtenerlas y custodiar los Templos para la protección de Athena; nunca se podría saber cuando comenzará una nueva Guerra Santa.
En su camino pudo observar a todos los soldados caídos, Shaina era la única que pudo recuperar la conciencia después de que Wizard la encontrará en la casa de Capricornio.
Al llegar a la cámara del patriarca, vieron a su diosa tendida en el suelo, era realmente imperdonable que ellos no la pudieran proteger, sin embargo era muy tarde... Ellas se la llevaron.
—¡Señorita Athena!.
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Una Vez Más >Shun De Andrómeda y Tu<
FanficNunca abandonaré a mi querido hermano, ni a las personas que amo. ~Shun De Andrómeda~ Su niñez fue terrible, vivir sin la protección de tus seres queridos es una de las peores cosas que pueden existir. Creció en un orfanato a las afueras de Atenas...