Desde aquel día Taehyung y yo comenzamos una relación muy especial. Un acuerdo sin sentimiento alguno que se cumplía al pie de la letra, al menos por mi parte.
Los días o más bien tardes, las pasaba junto a Hoseok mientras que por las noches prendíamos fuego a la cama con Taehyung. Casi no hablábamos de nuestra vida, pensamientos ni nada, éramos completamente herméticos respecto a nuestras vidas.
Me encontraba en mi habitación cuando un leve pero contundente golpe dio de lleno en mi ventana. Es Hoseok, había estado esperándolo toda la tarde para salir a recorrer el pequeño pueblo en la noche. Estando lista para irme me aseguro de llevar todo lo importante conmigo.
Abro la puerta principal para salir y me encuentro un despampanante Hoseok recostado en uno de los pilares de la entrada.
—Wow, ¿se te ha perdido la alfombra roja? Porque pareces toda una celebridad— avergonzado por mi cumplido baja la vista y sonríe tímidamente.
—Yah, te ves preciosa y yo no he dicho nada. Anda vamos que se nos acaba la noche.
Hoseok me jaló del brazo y tiró de mí hasta llegar a la calle. Eché un vistazo a la casa de Taehyung y curiosamente su auto estaba estacionado, pero no tuve tiempo para darle vueltas al tema ya que el taxi esperaba por nosotros.
Luego de un corto viaje llegamos al centro del pueblo, bajamos del auto y nos dispusimos a buscar un bar hasta que entramos en uno bastante callado por fuera, pero por dentro estaba hecho un caos. Pedimos una botella de Vodka y un par de bebidas energéticas. Absolutamente nada de comida.
Después de un par de vasos, Hoseok insistió en que fuésemos a bailar y no me arrepiento ya que al parecer el chico tiene un talento innato para el baile y sabe cómo moverse jodidamente bien, a su lado yo soy un maldito tronco.
—Eh, Hobi estoy haciendo el ridículo.
—¿Qué dices? Te falta algo de práctica y un buen maestro— Hoseok se posicionó detrás de mí y con sus manos en mi cintura comenzó a balancearse de un lado a otro al ritmo de la acelerada música. Yo seguí cada movimiento. —¿Ves cómo lo haces bien? Solo necesitas dejarte llevar.
Y así lo hice por un rato. Luego volvimos a nuestra mesa donde estaban nuestras cosas.
—Verás, no sé si deba preguntar esto, pero ¿Qué clase de relación tienes con Taehyung?
—¿Taehyung y yo? Imposible, ni siquiera lo he visto— intenté disimular mi nerviosismo.
—Oye no intentes mentir, te veo desde mi ventana ir a su casa casi todos los jodidos días— sonrió con algo de sorna. Hice silencio— ¿y bien?
Dejé salir un suspiro en forma de derrota.
—No es una relación. Solo es sexo ¿Por qué? —dije todo sin pensar, hablar de sexo con Hoseok no es algo con que me sienta cómoda al cien por ciento. Aun así, estando algo ebria, la botella de vodka lucía bastante deliciosa como para apagar mi vergüenza.
—Oh... entiendo.
—¿Por qué lo preguntas? —se quedó pensativo un momento y comencé a inquietarme. No sabía a ciencia cierta cómo iba a terminar esta extraña conversación.
—Veras, Taehyung solía frecuentar la cafetería donde trabajo con distintas chicas casi todas las semanas, pero cuando llegaste tú dejó de hacerlo...
—¿Hoseok a qué viene todo esto? —lo interrumpí impaciente.
—Ha vuelto a hacerlo. ¿Estás bien con eso?
No respondí enseguida. Me sentí ¿idiota? tal vez, ¿decepcionada? tal vez, ¿Dolida? jamás.
—Claro que sí— mentí. No sabía que Taehyung se estaba viendo con alguien más, aún que debí suponerlo.
—¿No te sientes dolida?
—¿Qué dices? Claro que no, es solo sexo Hoseok. No tendría por qué.
Hoseok no hizo más comentarios al respecto y siguió bebiendo. Imité a mi amigo dejando que el alcohol se me subiera a la cabeza e invité a Hobi a bailar.
Ahora mucho más desinhibidos, comenzamos a bailar aún más juntos y el baila se volvía candente. Hoseok era una persona completamente con alcohol en la sangre, era mucho más gracioso y cuando reía parecía que destellos salían de sus ojos y una muy fuerte vibra de todo su cuerpo.
Bailamos hasta el cansancio acompañado del amanecer. El bar estaba cerrando a las 6AM, fuimos casi los últimos en irnos a casa.
Hoseok antes de salir del local compró un par de cervezas más para el camino. Decidimos caminar hasta casa esta vez.
Mientras caminábamos se me ocurrió la brillante idea de caminar por la arena e ir a tocar el agua con los pies, por supuesto me encontraba muy ebria. Hoseok no tardó en hacerme compañía.
—El agua se ve nadable a esta hora.
—¿Nadable? —reí ante el comentario de Hoseok.
—Claro que sí, solo quiero zambullirme allí como una maldita roca— reí tan fuerte que un sonido extraño salió de mí.
—Eso ni siquiera tiene sentido.
Se me quedó viendo por largos segundos y nuestras miradas se conectaron. —Tu hermosa risa no tiene sentido.
Me quedé en silencio solo observando. Al ver que se formaba un silencio incómodo, Hoseok desvió la mirada avergonzado.
—Es mejor que nos marchemos. Mientras más nos detengamos, más nos demoraremos.
Seguí al chico en silencio mientras él abría dos cervezas y me tendía una a mí.
—Joder estás borrachísimo.
—No lo estoy, puedo probarlo— dio un pequeño salto desde la acera a la orilla de ésta que se encontraba a una altura considerable de la arena.
Hoseok se paró en un pie intentando demostrar que no estaba jodido, pero con un pequeño movimiento lo vi caer hacia atrás y desaparecer de mi vista.
—¡Mierda, Hoseok! ¿Estás bien?— grité y me asomé para verlo tendido en la arena a unos dos metros de mí.
—¡Mejor que nunca!
Reí otra vez muy fuerte. Lo vi subir por las escaleras mientras comentaba nuevamente lo hermosa y contagiosa que era mi risa.
Caminamos por unos momentos más hasta llegar a penas a las puertas de mi casa.
—Adiós, he pasado una increíble noche.
—También yo. Gracias por todo Hobi.
Cuando me di la vuelta el jaló de mi brazo deteniéndome. Quedé mirándolo fijamente a los ojos, solo podía concentrarme en su cara mientras todo lo demás daba vueltas.
Entonces se acercó lentamente y depositó un pequeño beso en la comisura de mis labios y se dio la vuelta para marcharse.
—Hoseok, espera.
Lo tomé por el cuello y besé sus labios sin pedir permiso, convirtiéndose en un beso algo más que tierno y amigable. Cuando el momento acabó, se marchó hasta su casa en silencio.
—Todo bien... Amigos ¿cierto? —preguntó desde su puerta haciéndome sonreír.
—Dalo por hecho. Amigo.
Hizo volar un beso imaginario y lo tomé entre mis manos haciendo un gesto de asco, el rio ante aquella acción. Rodó los ojos y se metió en su casa sin decir nada más.
¡Dios! mi cabeza daba vueltas y dolía. Subí las escaleras recordando todo lo sucedido, me lancé a la cama vestida aun dejándome llevar por el sueño. Ni siquiera observé si el auto de Taehyung se encontraba ahí.

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STYLE • KTH+18
Fanfiction🌩KIM TAEHYUNG *contenido maduro* Historia basada en la canción "Style" de Taylor Swift. 100% original Trashminded.