STYLE • KTH+18

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Taehyung quedó en pasar a buscarme a las 7PM en el local de Hoseok para pasar la noche en su casa.

Perdí todo mi día distrayendo a mi amigo de sus labores, a quién poco le importaba dejar de atender a sus clientes para bromear conmigo o simplemente charlar.

—Ahí viene el idiota— indicó Hoseok disimuladamente con la barbilla en dirección a Taehyung. —Nos vemos preciosa.

Me despedí brevemente de Hobi para encontrarme con Tae a la salida del local. Éste me besa pasionalmente para luego darme una dulce e inocente sonrisa.

Subí al auto y el también. Lo noté algo intranquilo, no quitabas sus misteriosos y sensuales ojos de mí.

—¿Sucede algo?

—No, es solo que hoy estás más guapa de lo normal.

—Vaya. Gracias, también tú- me dio una coqueta sonrisa. —¿Qué es esto Tae? No es el camino a casa.

—El sol está por ponerse y pensé que sería interesante subir a las colinas para ver la puesta en el mar.

—Oh, gran idea— comento con una sonrisa. —amo las puestas de sol.

—Lo sé. Es por eso que he querido recorrer la orilla contigo.

Me quedé sin palabras. Taehyung subió la colina por unos minutos hasta que llegamos a la cima de la más alta un poco antes de que el sol se pusiera por completo.

Salimos del interior del auto para sentarnos sobre el capot de éste y ver como el sol se hundía lentamente en el mar.

—En este momento puedo interpretarnos en el paisaje— habla de pronto posando una de sus grandes manos en mi muslo.

—¿Cómo dices?

—El sol está todo el día allí arriba esperando por hundirse en las profundidades del mar cuando anochece- hace una pausa y a juzgar por mi cara de confusión, se ve en la obligación de seguir hablando. —Yo soy el sol y tú eres el mar. Estoy todo el día esperando por la noche, para hundirme y perderme por completo en ti hasta la mañana siguiente.

Sus palabras me han dejado sin aliento ¿Qué mierda es esto? No puedo pensar con claridad en este momento.

—Taehyung yo...—

Me veo interrumpida por un beso lleno de necesidad por su parte. Se posiciona de entre mis piernas mientras yo sigo sentada en el auto. Me acerca con brusquedad hacia él para acariciar mi espalda con movimientos suaves. Su lengua se abre paso para hacer contacto con la mía mientras se mueven la una contra la otra a un ritmo lento que me hace querer perder los estribos y follarlo aquí mismo para que el maldito sol y mar puedan sentir envidia de nosotros.

Lo atraigo aún más a mí si es eso posible. Gimo al sentir el roce de nuestras partes bajas y lo siento endurecerse a medida que nos movemos.

—Me haces perder la cabeza— se separó un momento de mí para mirarme directo a los ojos. —Yo... no quiero que este momento acabe.

—No hables, vas a arruinarlo.

Callé el discurso de Taehyung besándolo otra vez, sintiéndome mareada por el fuerte olor de su piel mezclado con su varonil perfume. Me hacía estar ebria sin ingerir una sola gota de alcohol.

Enredé mis piernas alrededor de su cintura sujetándolo por el cuello. Puso mi espalda contra un árbol del lugar haciéndome quedar de frente al mar.

Taehyung comenzó a embestirme por encima de la ropa y eso se sentía jodidamente caliente. No podía dejar de sentirme excitada, confundida y casi pude sentir que el momento era real. Casi tan real y especial como si de una pareja se tratase.