Wheel Of Fortune | Tom Holland

Capítulo 8

-¿Por qué te estás desnudando? ¿Vas a nadar ahí?- pregunto asqueada.
-Sí, lo hago casi siempre, y tú también lo harás- me dice mientras se quita el pantalón negro que traía, quedando sólo en bóxer.
-No pienso nadar ahí.
-¿Por qué no?- señala al arroyo- el agua está tan limpia que puedes ver el fondo.
-Dios sabe qué hay ahí dentro, además no he traído ropa para nadar- digo para evitar entrar ahí.
-No me digas que eres de esas chicas que no llevan ropa interior- se burla.
-No pienso nadar en ropa interior, pervertido- me siento en la suave hierba- Me quedaré aquí a mirarte- le digo.
Frunce el ceño.
-Eres una aburrida, tú te lo pierdes- dice y se lanza al agua.
Empiezo a jugar con el pasto y lo oigo gritar.
-¡El agua está caliente, ______!

Veo las gotas de agua caer sobre su cabello, se pasa la mano por la cara y lo hace verse tan adorable, 
Por un momento deseo ser un poco más como Ivana, si yo fuera ella me lanzaría sin pensarlo desnuda, pero no soy Ivana, soy ______.

-Si te metes al agua contestaré la pregunta que quieras, pero sólo una- me chantajea- la oferta expira en un minuto.
-No mires- digo mientras me comienzo a quitar los zapatos.
Pero al cabo de un minuto se vuelve y abre los ojos más de lo normal, y veo como recorre mi cuerpo con la mirada.
-Ya tírate- me dice sonrojado. 

Entro lentamente y él se lanza por mí debajo del agua. Sus brazos se enroscan alrededor de mi cintura y me jalan. Me tapo la nariz con la mano y cuando me mira se ataca de risa. He de admitir que me estoy divirtiendo mucho.
Cuando pasamos tiempo jugando y por fin salimos el sol se pone y él comienza a mirar al horizonte, no puedo dejar de mirarlo, sus ojos brillan como nunca antes había visto, reflejan felicidad, me encanta ver como cada que pestañea cae una pequeña gotita de agua de sus pestañas. Él me mira, y me regala una sonrisa tan bella, que casi me dan ganas de abrazarlo y decirle lo adorable que es, pero, es Tom.

-Creo que me debes la respuesta- le recuerdo.
-Sólo una- me dice desviando la mirada de mis ojos.
-¿A quién quieres más en éste mundo?
Me mira como confundido.
-A mí mismo- me dice y noto que se queda pensando y frunce el ceño.
-¿Qué hay de tus padres?- le digo.
-No vuelvas a mencionar a mis padres ¿entiendes?- me ladra, y yo quiero golpearme por arruinar el lindo momento que estábamos pasando.