Capítulo 11

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Cuando nota que casi se me sale una lágrima se ríe.
-Es obvio que no te estoy utilizando. Para utilizar a alguien habría sacado algo a cambio- Pero en lugar de mejorar las cosas las empeora- Bueno, ay es que, no quiero parecer insensible, lo siento, es que no estoy acostumbrado a lo que se supone que tengo que hacer cuando estoy con alguien, había pensado que podemos ir a cenar o algo.

Le sonrío y sus palabras me alivian. 
Estamos cenando tranquilamente, me está hablando de las aterrorizantes fiestas y todo lo que ha pasado en la casa de su fraternidad. No puedo creer de tanto que me he perdido. Cuando de repente suena mi teléfono.

-¿Otra alarma?- bromea.
Sonriendo, abro la boca para responder pero cuando miro la pantalla y veo que es Sebastian y me detengo. Miro a Tom y sé que se imagina quién es. La expresión de su rostro cambia. Le cuelgo y lo retiro de mi mente.
Me inclino para besar a Tom pero él me detiene y se aparta.
-Tengo que irme- dice en tono cortante y me entra el pánico. 
-Tom, hablaré con el de esto, no sé cuando ni como pero será pronto, lo prometo.

En el fondo sabía que tenía que romper con Sebastian, desde el momento que besé a Tom. No puedo seguir con él después de traicionarlo. Siempre estaría sobre mi consciencia como una nube negra de culpa, y ninguno de los dos quiere eso.
Quiero a Sebastian pero si de verdad lo amara como dicen no tendría estos sentimientos hacia Tom, no deseo hacerle daño pero no hay vuelta atrás.

-¿Sobre qué hablarás con él?- pregunta en tono áspero.
-De todo esto, de nosotros.
-¿Qué? ¿Nosotros? No estarás diciéndome que romperás con Sebastian... por mí ¿verdad?- me pregunta arqueando la ceja.
Empiezo a agobiarme.
-¿Es que... no quieres que lo haga?- empiezo a balbucear.
-Ya te he dicho que yo no busco una relación, _______.
Me quedó paralizada.
Me levanto y me niego a que me vea llorar de nuevo.
-Eres un pendejo- le digo mientras recojo mis cosas de la mesa. Parece que quiere decir algo pero no lo hace.

Camino lo más rápido que puedo hasta llegar a la residencia, he logrado contener las lágrimas hasta llegar a mi habitación. Cuando abro siento un tremendo alivio al ver que Ivana no está. Me dejo caer contra la puerta, me siento al suelo y empiezo a sollozar. ¿Cómo pude ser tan idiota? Sólo porque hoy dejé que... pasara eso creí que ¿accedería a que fuéramos novios? Me río entre sollozos de lo estúpida e ingenua que fui. No era más que una mentirilla para meterse entre mis calzones. Y yo he dejado que lo hiciera.




• Les dije que en estos días actualizaría :)

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