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Yaoyorozu Momo había sido criada para ser una princesa, y cundo le dijo a sus padres que deseaba ir a la universidad de Yüei no hizo más que hacerlos sentir orgullosos. Sin embargo cuando les hablo sobre mudarse a un dormitorio de la misma o de alquilar algún pequeño departamento con su propio dinero; dinero que ganaría trabajando como cualquier estudiante sus padres casi se mueren de un infarto. Su madre empezó a hiperventilar, su padre estaba tan confundido que encendió su cigarrillo al revés, pero aunque no les agradase la idea sabían que su hija por el simple echo de ser su hija y la clase de educación que poseía ella conseguiría hacer lo que se propusiera. «Está bien » hablo su padre, extendiendo su mano tomando la de su hija como muestra de apoyo.
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Recién llegaba a la universidad, era su primer día y no solo el de ella si no el de muchos otros. El nerviosismo era evidente en los alumnos de nuevo ingreso, temerosos de no cumplir con la expectativas de Yüei.
—Disculpa— escuchó una voz detrás de ella —¿Podrías orientarme?— Era un muchacho un poco más alto de cabello alborotado color verde obscuro, lucia nervioso y podría haber jurado que vio un tic en su ojo derecho.
—Claro que si, ¿Qué buscas exactamente?— hablo confiada pues antes de llegar a la ciudad universitaria se había aprendido los planos de esta de inmediato.
—Buscó el edificio Q— soltó al momento de ver el pequeño papel que llevaba entre sus manos.
—Es al fondo, deberás seguir este camino y toparás con el— sonrió de manera amable.
—Muchas gracias, te debo una... — el muchacho parecía contento aunque también con ganas de decir algo pero no le fluían las palabras —Soy Midoriya Izuku.
—Soy Yaoyorozu Momo.
Luego de sonreírse por la presentación el muchacho se despidió agitando la mano y corrió en la dirección indicada. La morena se quedó observando la espalda del joven unos momentos, era muy apuesto y sobre todo era la primera vez que hablaba tan libremente con un chico... lo había echo bien a su parecer ya que después de todo siempre había asistido a colegios para señoritas y no había experimentado el placer de tener un amigo barón en los últimos años.
Retomó su camino al edificio C. Cuando entró a su salón de clases no vio nada anormal, al contrario, todo era tal como se lo había imaginado. El día paso rápido entre las breves presentaciones de los profesores y la introducción a a las asignaturas. Momo estaba atenta y tomaba la mayor cantidad de notas que podía, estaba muy emocionada por terminar el día y conocer a sus nuevas compañeras de departamento, luego de eso planeaba empezar a buscar empleo a medio tiempo. Quería conocer ese mundo diferente para ella; cuando vio que su reloj marcaba la una de la tarde salió de prisa hacia el departamento.
Camino unas calles a la derecha de Yüei pasando por algunas tiendas y departamentos, cruzó la calle hacia una tienda de conveniencia, veía las nubes grises sobre el cielo anunciando una tormenta sin embargo antes de que pudiera decidir entrar o no a comprar un paraguas una puerta se abrió estrepitosamente y la golpeó en la cara.
—Mierda ¿Estas bien, cola de caballo?— le pregunto desde arriba un chico con apariencia tosca, iba vestido un una playera negra de Black Sabbath, sus ojos eran color carmesí y su cabello de un rubio pálido.
—Si— contestó tomando la mano que el joven le había ofrecido.
El chico dejó la caja de cervezas que llevaba a un lado y se agachó para recoger el móvil de Momo y una libreta que se habían salido de su bolso.
—Gracias— habló un tanto apenada por el gesto.
El rubio se encogió de hombros minimizando el acto tomando nuevamente la caja —Nos vemos después, cola de caballo— hablo para luego seguir con su camino sin mirar atrás.
Yaoyorozu soltó un suspiro y dio unas palmaditas en su rostro, no podía dejar que un golpecito le arruinara la tarde, estaba impaciente por llegar a su nuevo hogar. Pronto vio el edificio de color blanco, la arquitectura era moderna y sofisticada, lo había encontrado en un anuncio en la página oficial de la escuela, cinco chicas buscaban una compañera de piso y le pareció idóneo mudarse allí, había hablado con algunas de ellas por teléfono concretando la mudanza y el día anterior había ido a llevar su maleta ya que el cuarto que ofrecían era totalmente amueblado aunque compartido.
Subió en el ascensor hasta el departamento 398 e introdujo su llave. Al abrir pudo ver 7 chicas en la sala que la observaron un tanto sorprendidas.
—¿Quién eres tú?— preguntó una chica de largos cabellos celestes.
—Hola, soy Yaoyorozu Momo— hablo sintiéndose incómoda y viendo como su maleta se encontraba junto a ella en la puerta.
La chica hizo una "o" con sus labios y sus ojos se abrieron en asombro.
—¿Es que acaso Mei-chan no te lo dijo?— la voz de la pelirroja que hablaba sonó burlona.
—Decirme... ¿Qué cosa?— preguntó con una sonrisa nerviosa sacando su móvil de los vaqueros.
—Eh pues que de último minuto no pudimos concretar tu estadía porque el cuarto se lo quedará Akira-chan— hablo una vez más la de cabellera celeste apuntando a una albina que se encontraba sentada en el sofá.
—Si, si— soltó la rubia con una gran sonrisa —No queremos vivir con una niña mimada como tú, será mejor que te largues— puntualizó está burlándose de Momo.
La morena no dijo nada únicamente tomó su maleta y salió deprisa del lugar, se sentía fatal, ¿Qué se suponía que debía hacer en un lugar donde no era bien recibida?... nada podía ir peor.
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Yayoharem
FanfictionEsta es una historia UA (universo alternativo) donde Yaoyorozu llega a la universidad en busca de independizarse de su familia pero por azares del destino terminará compartiendo residencia con algunos chicos con la palabra P-R-O-B-L-E-M-A escrita po...