- ¿Aborto?
La mujer frente a él asintió con las lágrimas en los ojos.
- Es una de mis opciones... es decir, yo... yo se que si él se entera va a dejarme y...
La mujer volvió a llorar y tomó otro pañuelo de la caja que Hyungwon le había ofrecido minutos atrás.
Hyungwon se tapó la cara con frustración y se recostó en su asiento masajeando su sien en un intento por despejar su mente de los recuerdos y las ganas de llorar.
Su lunes había empezado de la peor manera, sin contar el hecho de que aún seguía sensible por el fin de semana con Wonho.
Se frotó la cara y tragó con fuerza preparándose mentalmente para hablar con ella.
- Lía... No puedo decidir por ti, porque es tu cuerpo y tu decisión, sin contar que es tu hijo... pero puedo aconsejarte desde mi... es decir-
La voz de Hyungwon se quebró y sin darse cuenta, una lágrima resbaló por su mejilla delatando lo sensible que lo ponía el tema, entonces se tapó la cara.
La mujer lo miró expectante, pues nunca nadie parecía comprender en carne propia sus problemas.
- ¿Doctor? ¿Está bien?
Hyungwon asintió y se limpió la cara con un pañuelo recuperando su postura.
- Si, estoy bien, es decir... solo... sólo fue una experiencia que me pone un poco triste.
La mujer le sonrió con tristeza y acarició la mano de Hyungwon por encima del escritorio.
- Doc... necesito que me cuente para tomar la mejor decisión.
Hyungwon la miró en silencio por varios segundos y luego abrió la gaveta de su escritorio sacando un pequeño cuadro de papel y se lo extendió.
Era una ecografía, la primera del bichito.
Entonces la mujer la agarró y la observó sintiendo una puñalada en su pecho, Hyungwon le sonrió con tristeza mientras mantenía su mano empuñada cerca de su boca en un intento por cubrir su labio inferior que temblaba.
- Tenía 12 semanas... ni siquiera se mira bien, se ve más como una mancha... pero era mi mancha ¿sabes?
Soltó otra lágrima apretando los ojos con dolor y la mujer no podía contenerse tampoco, pero prosiguió.
- Yo le decía bichito... pero iba a llamarse como yo... iba a hacerlo... pero murió antes de nacer, por mis malas decisiones... siempre pensé que no lo quería y que jamás me haría falta, pero no fue hasta que tuve su pequeño cuerpecito en mis manos, que me di cuenta que en realidad lo amaba y que sólo estaba celoso de la atención que todos le brindaban...
La mujer estaba llorando junto con él.
- Lía... se me olvidó por completo que dependía de mi, de mi prometido... quizá la decisión fue adelantada o inesperada para ti al igual que para mi... pero créeme que es cierto cuando dicen que uno valora lo que tiene hasta que lo pierde... ¿no te imaginas por allí ayudándole a dar sus primeros pasitos?
La mujer continuaba llorando desconsoladamente al escucharlo.
- Lía, ni siquiera le has dado una oportunidad ¿Y si tu novio quiere ser padre? ¿No te parece que cabe la posibilidad? Es decir... tampoco es que te ame demasiado si decide dejarte por un embarazo... si al final eso lo provocan juntos ¿sabes? Pero el amor de un hijo te aseguro que será incondicional...
Lía lo miró con los ojos rojos por el llanto, con un nudo en la garganta.
- Y si lo que te preocupa es lo económico... yo puedo ayudarte, de eso no debes preocuparte, también hay muchas organizaciones que pueden hacerlo...