Mi Error Enamorarme ©

Amargo Despertar

Abro mis ojos lentamente, mi cabeza duele como si tuviera la mayor resaca de mi vida, estoy en el suelo de un auto, trato de levantarme y mis manos están atadas a mi espalda al igual que mis piernas, mi rostro rosa el suelo del auto y muevo mi cabeza para ver si había alguien más en el auto, más sin embargo para mi sorpresa no había nadie

¿Y John?

En eso rápidamente abren la puerta del auto, el subir la mirada hasta la puerta veo a aquella figura la cual su presencia en ese momento me pareció la más intimidante

– ¿John? –Dije titubeando–

–Levántalo y tráelo– Se escuchó una voz rustica, afuera del auto–

John me levanta y me baja del auto y me deja en el suelo junto a aquella figura la cual su voz se me hacía peculiar

– ¿Quién diría que mis hijos caerían tan bajo? –Dijo aquella figura caminando junto a mí–

– ¿Sr Marcos? – Murmuré–

–Les dije que verían consecuencias y yo siempre cumplo lo que digo– Dictaminó–

– ¡Y tú! –Dijo refiriéndose a John– Ya no me eres de utilidad– Dijo Marcos sacando un arma de su bolsillo apuntándole–

John dio un paso hacia delante y dijo lentamente

–Baje el arma, no quiere manchar sus manos– Musitó–

–Jajajaja estas manos ya están manchadas, ¿Alguna últimas palabras?– Dictaminó Marcos–

–Sí, Anthony todo lo que hice fue por ti, haría lo que fuera por permanecer a tu lado y creo que lo hice hasta el final, quizás me odies pero yo siempre te amare– Dijo viéndome a los ojos con lágrimas corriendo por sus mejillas–

–Awwww..... Me dan ganas de vomitar, no sé cómo nuestra sociedad se pervirtió tanto–Murmuró en un tonó repulsivo–

–Gracia..........– El disparo de dicha arma impide que John termine aquella frase su rostro a pesar del disparo mostraba una gran sonrisa ante mí–

Todo a mi alrededor se volvió lento junto con un zumbido en mis oídos y la mirada de dolor de John mientras se desplomaba al suelo lentamente

– ¡John!– Un voz ronca y con dolor salió de mí–

Podía ver a John a unos pocos pasos de mí Totalmente inmóvil junto con mucha sangre saliendo de su pecho, haciendo en charco de sangre cada vez más grande, podía ver la mirada de John apagarse a cada segundo que pasaba

–Por favor, has algo– Exclamé con lágrimas rozando mis mejillas–

– ¿Enserio crees que hare algo por él? –Bramó Marcos–

Marcos se acerca a mí y me desata los pies y las manos y con su arma apuntándome dice;

–Levántate–

– ¿Qué vas a hacerme? – Musité–

–Pues, digamos que no te matare rápidamente como a tu amigo–

En eso se escucha un ruido en los arbustos

– ¿Quién está ahí? – Pregunta Marcos–

De alguna forma ante todo lo que estaba pasando no pude aguantar una pequeña sonrisa, había leído tantas historias que siempre me parecía chistoso esa pregunta "¿Quién está ahí?" Como si alguien le fuera a responder

–¿De qué te ríes?, ¿Acaso no vez que estoy a punto de hacerte mucho daño– Dice mientras saca un cuchillo de su espalda–

– ¡Padre que haces! –