Stranger » Hongseok

5.

Fui certera como una nueve.Hongseok no supo que lo golpeó.Pero a la larga fue contraproducente.

Jugué con fuego y me quemé.

Me negué a verlo como algo más de lo que era, de lo que demostraba ser, cuando sabía que había otras mujeres en su vida además de mí.Y eso me escoció, aún cuando supiera exactamente de qué iba desde el momento en el que lo conocí.Los chicos malos no cambian de un día para el otro, eso sólo sucede en Hollywood.En el mundo real yo tenía que convivir con su mierda o dar un paso al costado, lo cual se me hacía difícil cuando él detenía la camioneta en medio de la nada para fumarnos un cigarrillo y hacer el amor en la parte trasera.

Era difícil alejarse cuando él me sonreía y deslizaba su dedo por mi mejilla, haciendo hincapié en el hoyuelo en mi mejilla como si fuera a hacerle un monumento y yo fuera la cosa más hermosa que el hubiera visto bajo el cielo.

Pero lo cierto es que era aún más complicado dejarlo ir cuando se aparecía en medio de la noche, ebrio y sentado en las escaleras de mi departamento, aguardando por mí.Entonces ambos nos encontrábamos de frente con nuestros demonios, aquellos que fingíamos que no estaban entre nosotros cuando estábamos juntos.

Yo no era la única para él y él no era el único para mí.Eramos dos almas libres y rotas, jugando un juego.Un juego que se volvía peligroso esas calurosas noches cuando él me miraba como si deseara más que mi cuerpo, como si deseara mi alma, como si las palabras se quedaran suspendidas en la masa de conflictivos pensamientos en su mente y jamás consiguieran salir a tiempo.

Era riesgoso cuando sus dedos se aferraban a la carne en mi cadera como si quisiera conservarme, como si quisiera atravesarme en un plano que no sólo era el físico, como si nuestros cuerpos unidos no le fueran suficiente.Entonces, cuando creía que había descubierto el secreto en sus oscuros ojos torturados, desviaba la mirada o anclaba su boca a la mía para dejarme en ruinas y volvía a esconderlo de mí como yo lo hacía con él.