Ellos

0 0 0
                                    

Parte de Lucy:

Había pasado ya un mes de llegar aquí, Rodrigo y Lucía se habían convertido en dos buenísimos amigos, salíamos, comíamos, bebíamos... En fin, todo lo hacíamos juntos.
A veces se nos unía Daniel, ya no me caía tan mal, pero si me parecía un idiota, pero por ser su primo de Rodri teníamos que aceptarlo.
Algo me decía que Lucía estaba enamorada de él, pero ella nunca lo aceptaría.
Hoy vendrían los tres a mi casa a ver una película.

Sonó el timbre.
- Lucy, ¿Puedes abrir? Estoy ocupada - Dijo mamá agarrando la segadora de mi cuarto.
- Ahí voy ma - le digo.

Abro.

- Hola babosos - digo.
- Hola tonta - dice Lucy.
- ¿Cómo estás, hermosa? - dice Rodri.
- Pasen, ya hice palomitas - digo.
- Oh, cierto, Daniel dice que más tarde vendrá - Agrega Rodri.
- Pues se perderá de las palomitas con caramelo - digo.
- ¿Con caramelo? - Lucía pone cara de enamorada - Dame, dame - y agarra el bol de palomitas.
- ¿Esa mujer no ha comido? - le pregunto a Rodri.
- Esa mujer siempre come - responde Rodrigo.
- He comprado "La monja", no la he visto hasta ahora - confieso.
- Yo tampoco - dice Lucy, o bueno, eso creo que dice porque con las palomitas, no se le entiende muy bien.
-Yo ya la vi, pero necesito ver la cara de Lucía cuando se asuste - comenta Rodrigo.

Nos sentamos en el sofá, yo junto a Rodrigo y Lucía a su otro costado.

Pone su brazo en mi hombro y yo me arrecuesto a él.

- Me aplastas tonta - murmulla.
- Ya, ya, está bien - me salgo.

Pero él me arrecuesta otra vez, esta vez más cerca.

- No te dije que te muevas, solo era un comentario - me dice.
- Cuando haces estad cosas te pareces tanto a tu primito - le digo y ruedo los ojos.
Él solo asiente con la cabeza y vuelve a mirar la tele

Comienzo a pensar en lo que dije y bueno, los dos nos tenemos muchas confianza, ya nos hemos jodido, ya nos han dicho que pegaríamos como pareja, pero lo miro y no me lo imagino como algo más que mi amigo, recuerdo que una vez hizo alución a si yo estuviera con él, me dijo que solo era juego, ahora me pregunto si sentirá en serio algo por mi y si es así ¿Por qué no me lo ha dicho? Pienso que nada malograría nuestra amistad, ni algo tan fuerte como eso, pero bueno sólo es algo que pienso, no tengo ninguna certeza, de todas maneras, me safo de él y...

Ya se fueron, ya me quedé sola, me hago un moño y me arrecuesto en el sofá, pondré Warner, quiero ver si están dando mi serie favorita "The big bang theory"

Me quedé dormida, en eso, suena el timbre y me despierto.

Había llovido, cuando abro me encuentro a un mojado y muy triste Daniel.

No dice nada, solo me abraza y llora.

Yo no sé que hacer, no soy la mejor en consolar a las personas.

Mi mamá no vendrá hoy, está en una fiesta con papá en casa de mi tía.

- Escúchame cariño - trato de ser lo más dulce posible - necesito que me digas porque estás así, no puedo ayudarte si no lo haces.
- No quiero hablar - Él se escuchaba tan triste.
- Está bien, creeme que lo que sea que haya pasado, tiene solución - Lo abrazo.
- ¿Puedo quedarme? - pregunta.
- Puedes quedarte, claro, pero dejame llamar a Rodrigo al menos - contesto.
- No lo llames, no quiero, su lástima - no llora, pero se pone serio - Es por mi madre, ella se puso mal otra vez, está en el hospital aquí cerca, yo iba a venir a lo de hoy, ya sabes, la película, estaba caminando con mamá, y ella se desmayó, el doctor dijo que no le queda mucho, se supone que ella debía vivir más, conocer más, verme graduado, ella y mi abue es lo único que tengo y más adoro - finaliza.

- Oh, ya veo, entonces hablabas de quedarte a dormir - digo.
- Si - asiente - Sólo será hasta mañana, me queda cerca al hospital y en serio no quiero que mi familia se entere.
- Pero ellos, te podrían ayudar, lo sabes... - digo
- No, no lo han hecho, sólo me reprochan lo estúpido que soy, sé que tu los ves muy amables y todo pero cuando se trata de ella, pierden el control, en especial su hermana, él único que siempre me ha apoyado es Rodrigo y por eso lo adoro - confieso.
- Necesitas que alguien cercano esté a tu lado - le digo.
- Ya lo hay, te tengo a ti - me mira extrañado - ¿Te has sonrojado?
- Ah ¿Yo? No, pff para nada.
- Te ves encantadora - me dice.
- Te prefería llorando "H".
- ¿Quién es "H"?
- A caso no has visto 3msc ¿? - pregunto.
- No lo creo - responde mientras se arecuesta en el sillón.
- ¿Sabes? Ella era muy hermosa, lo sé por mis fotos de niño con ella, parecía llena de vida, tan frágil y fuerte a la vez - dice.
- ¿Cuándo pasó? - pregunto
- Hace unos meses, ella estaba más débil y en la familia todos pensaban que era sólo un resfriado hasta que un día la encontré dormida con el televisor encendido y una carta medio abierta - suspira - le quedaban como 7 u 8 meses, o eso entendí, el cáncer se fue desarrollando, ella me lo ocultó, porque la carta venía con fecha. Ella me confesó que todas las noches iba a mi cama antes de leer esa carta y lo único que le pedía a Dios era por mi, porque le vida para compartirla conmigo. A partir de lo que pasó me puse una coraza de chico malo, del niño al que nunca le afectaría nada, porque así quería que fuera, no me gusta que me miren con pena, que me griten, que no tengan el valor de decirme la verdad, comencé a beber y llegar tarde a casa, mamá no se daba cuenta porque yo me iba cuando la enfermera llegaba y ella estaba dormida, todos los días me despertaba y verla, sentir que respiraba era lo que me hacía más feliz, no le he contado esto a nadie más que a ti, porque no confío, pero solo necesito desahogarme, estoy muy harto de pasar por esto, no quiero que me digas nada, por favor, solo quiero que estés conmigo el tiempo que sea necesario, sólo quédate.

- La persona con sentimientos y tierna que hay en ti, esa me gusta - confieso.
- Lo sé Lú, lo sé - me dice.

Sólo lo abrazo.

Nos quedamos dormidos en el sillón, no se cómo estoy contra su pecho y él abrazándome.

- Ey, Daniel, Dani, despierta.
- ¿Qué pasa? - me dice medio somnoliento.
- Nos quedamos dormidos, aún es de noche, son las 3 de la mañana - le digo
- Pues duerme entonces, ven - me atrae a él.
- No, Daniel, yo voy a dormir en mi cama, tu te quedas aquí, te traeré unas frazadas - le digo y salgo para mi habitación.
- Te ves tan linda doblando frazadas - dice, está apoyado en el marco de la puerta.
- ¿Cómo rayos encontraste mi cuarto? - digo - En un futuro acuerdate de no decir eso cuando alguien está de espaldas a ti.
- Justo a eso venía, como sé que esta casa no tiene fantasmas ¿? - pregunta.
- ¿Fantasmas? - pregunto
- Fantasmas - afirma - Gasparin, el fantasma de César, Gimy fantasma aterrador.
- Tú estás loco - Le digo.
- No me quiero arriesgar que es diferente - me dice y sonríe.
- Oh no, no te quedarás aquí - le contesto.
- Por supuesto que si, eso haré - me dice y cierra la puerta.

Se quita la casaca de cuero y agarra una manta.

CONOCIÉNDOTEWhere stories live. Discover now