Se pasó toda la noche buscando esa puñetera base, registrando cámaras de seguridad, volviendo en sus pasos, moviéndose por toda Alejandría hasta que la encontró.
Se hallaba en una fábrica de motores abandonada, perdida de la mano de Dios.
Ahí estudió a cada uno de los guardias y vio que cada dos horas hacían relevo en la valla exterior.
Contó un total de veinte guardias; cinco en cada lado, separados entre ellos como por ocho metros.Uno de los relevos de la parte sur, eran el sitio y momento perfectos para colarse, ya que éstos se paraban a hablar durante unos segundos, cosa que le daba a Darcy una ventaja si era lo suficientemente rápida y silenciosa.
Cuando llegó el momento, Darcy camufló su olor y se quitó las botas, era de noche y ella se encontraba encima de un árbol, a la distancia perfecta de saltar sin hacerse daño ni hacer mucho ruido y mucho menos, sin que la vieran, lo que le daba aún más preferencia.
El alfa llegó y se pararon a hablar, Darcy consiguió pasar por al lado de ellos sin hacer nada de ruido. El hecho de medir un metro con veinte, por fin le servía de algo.
Entró y echó a correr dentro de la base. Por dentro la vigilancia no era igual que a fuera, ya que lo único que vigilaba el interior, eran los guardias de las puertas.
Habían dos guardias en cada puerta, y el relevo de estos era cada doce horas, lo que lo hacía más difícil.
Darcy estaba escondida detrás de unos sacos, cuando vio unas enormes mochilas, rebuscó y encontró armas y provisiones. Decidió meterse en una mochila enorme, sacando algunas armas y poniéndolas en otra mochila, comiéndose algunas provisiones y esperando que algún alfa se la pusiera al entrar.
Realmente ser muy bajita le estaba siendo de ayuda.
Pasó media hora hasta que pasó lo que esperaba.Oyó a dos aecuaces hablar mientras uno se ponía la mochila.
"Hay que enseñar a unos novatos, familiares del jefe. Dice que por la noche es mejor, así aprenden puntería."
"Perfecto, llevemos estas armas dentro y que elijan, esos críos se acojonarán al primer disparo."
Cerró los ojos y respiró con mucha calma intentando calmarse.
El alfa entró, perfecto, para ella, lo que no salió tan perfecto fue que la tiraran al suelo sin cuidado. Darcy evitó la queja.En cuanto oyó alejarse a los alfas, salió de la mochila y corrió en busca de su secuestrador. Se escondió en una esquina y agudizó su olfato. Su secuestrador se encontraba en el segundo piso.
Subió rápidamente y encontró la habitación donde estaba. Decidió poner la oreja.
"¡ME DA IGUAL COMO LO DESENCRIPTES, QUIERO LA JODIDA CLAVE Y LA QUIERO AHORA!" Darcy no se quejó al oírlo sacar la voz de alfa.
"Pero señor... Son claves de ocho números, la cantidad de combinaciones son infinitas..."
"¿Te dije que me importara? No, ¿verdad? PUES PONTE A BUSCAR LA CLAVE. Y QUIERO MI PUTA ÚLTIMA CAJA."
"La última caja está en paradero desconocido, tenemos la sospecha de que se encuentra en Inglaterra, pero no estamos seguros, y con el tema de la guerra no sabemos si la caja... Bueno, si la caja ha sido explotada" oyó una respiración profunda.
"Ash... ¿Por qué siempre me das tú las malas noticias?"
"Porque usted siempre me las pide, señor."
"Exacto, ¿y por qué cojones si me das tú las malas noticias, no haces nada más que recordarme lo obvio?"
"No le entiendo, señor, lo único que hago es exponerle los hechos."
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Darcy ||L.S||
FanfictionLouis Tomlinson, el jefe de la más grande mafia de armas. Todo un alfa, el orgullo de su familia, tiene una hija con un ex aliado suyo, Harry Styles. Harry Styles, el jefe de una gran red de narcotráfico. Un Omega que sorprendió a toda su familia co...