Engaño

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Pues aquí la 3ra parte~ he estado más activa en el fandom de South Park, pero quería terminar esta historia~ Esta vez tocan los hechos desde el punto de vista del Kks~


Si había algún sonido a su alrededor más que el de su propia respiración apresurada, no podía saberlo. Su celo había comenzado hacia unos minutos y todo lo que podía captar en esos momentos era el delicioso aroma que despedían las prendas de su pareja; esas que estaban desperdigadas por toda la cama en la que estaba recostado, esperando 'pacientemente' por su regreso. 


A su mente, venían varios recuerdos referidos a su infancia y adolescencia. El primero, sin duda, era sobre el año en que se enteró que era un omega. Y todo lo que había ocurrido antes y después de eso.

Sus padres eran betas. Así que, jamás habían visto pertinente hacer ninguna especie de chequeo previo. ¿Por qué gastar dinero en estudios caros que en general no había razón para realizar? Lo cierto era que omegas y alfas eran una rareza en familias de betas.


Entonces, casi con 15 años, Osomatsu había comenzado a sentirse mal. Siendo lo descuidado que era, ni él le tomó real importancia. Así, luego de tres días de malestares... una tarde simplemente empeoró. Ese día... era un día muy frío de invierno, su padre estaba trabajando y su madre había salido a recoger a Jyushimatsu e Ichimatsu del preescolar. Ese día, fue la primera vez que vio verdadero terror en los ojos del mayor al no saber qué rayos le estaba pasando.


Después de aquel incidente, Osomatsu fue diagnosticado como omega. Y, debido a que los médicos querían evitar otro incidente así a futuro, les sugirieron a sus padres que les hicieran pruebas especiales sobre genes recesivos para corroborar el estatus de los demás hijos. Dos semanas después, los resultados llegaron y sus progenitores no pudieron estar más que consternados: sus tres hijos mayores eran omegas mientras que el cuarto era alfa. Oh, cierto: en la primera revisión, los estudios de Jyushimatsu no fueron concluyentes.


—C-Choromatsu... —dejó escapar mientras su rostro se presionaba con insistencia contra una prenda de color verde.


Si bien, aquello no era tan malo. No. A diferencia de Osomatsu –quien solía retorcerse de dolor por horas–, su cuerpo no presentaba malestares; sólo se ponía más tranquilo y servicial. Pero no lo suficiente como para perder su cordura, así como lo hacía el tercer hijo...


Un desagradable escalofrío le recorrió: los celos de Choromatsu le llenaban siempre de pavor, puesto que –cada que no estaban juntos– temía que alguien se aprovechara de su condición... Aquella que lo volvía un omega lleno de lujuria y deseos mundanos, que no dudaría ni dos segundos en arrojarse a los brazos del primer alfa dispuesto a satisfacerlo.

No, eso no sería engaño, para nada, sería natural: Choromatsu era un omega débil ante la carne; débil ante su instinto omega una vez comenzaba en celo. Cualquiera podría tomar ventaja de eso. Él si fuera alfa, lo haría.


—Ven... ah... —murmuró observando hacia la puerta del cuarto. Pasos habían comenzado a dirigirse hacia allí.


Entonces, Karamatsu sabía bien que tarde o temprano algo ocurriría y el tercero sería arrebatado de su lado... O tal vez él sería mordido... Su trabajo era un sitio donde los alfas usualmente iban a apostar y pasarla bien con los espectáculos. Ser un trabajador en entretenimiento en el casino tenía sus riesgos, Choromatsu no estaba del todo a gusto con que tuviera aquel puesto, pero la paga era buena.

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⏰ Última actualización: Sep 30, 2018 ⏰

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[omegaverse] Trampa MaestraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora