Por primera vez en la vida de Call, la casa en la que había crecido parecía pequeña y cerrada.
Alastair detuvo el automóvil y se amontonaron junto a Estrago, que corría por el borde de la hierba, ladrando. Alastair hecho un vistazo a Call una vez mas antes de cerrar las puertas del auto, no había maleta para llevar, ni bolsas de lona ni equipaje del que preocuparse. Call había llegado de casa del Maestro Joseph sin nada.
No exactamente sin nada, dijo la voz de Aaron en su cabeza. Me tienes a mi.
Call intento no sonreír. Seria extraño si su padre lo viera sonriendo, especialmente porque últimamente no había habido mucho por lo que sonreír: el Maestro Joseph y sus fuerzas habían sido derrotadas por el Magisterium, pero había habido un alto numero de muertos. El mejor amigo de Call, Aaron, había resucitado de entre los muertos solo para morir nuevamente.
Por lo que todos sabían.
"¿Estas bien?" Alastair entrecerró los ojos en Call. "Te ves dispéptico".
Call abandono el intento de no sonreír. "Me alegro de estar en casa".
Alastair lo abrazo torpemente "No te culpo".
La casa parecía mas pequeña por dentro también. Call entro en su habitación, Estrago jadeando sobre sus talones. Todavía era extraño ver a Estrago con ojos de lobo verdes regulares en lugar de los ojos desorbitados del caos. Callo para rascar las orejas de Estrago y el lobo bostezo, su cola golpeando el suelo.
Call vago por la sala, recogiendo cosas casi sin rumbo y dejándolas de lado. Su viejo uniforme de el curso de hierro. Piedras lisas de guijarros de las cuevas del Magisterium. Una foto de el, Aaron y Tamara, sonriendo de oreja a oreja.
Tamara. Su estomago se apretó.
No había hablado con ella había estado arrodillada sobre su cuerpo en el campo de batalla fuera de la fortaleza del Maestro Joseph. En ese momento, parecía imposible que ella se preocupara por el de la forma en la que el lo hacia por ella, pero el silencio que siguió le permitió saber donde estaba. Después de todo, una cosa era no querer que alguien muriera; otra cosa era querer hablar con ellos una vez que estuvieran vivos.
Tamara no había querido que Call resucitara a Aaron de entre los muertos, y una vez que lo hizo, ella no pensó que Aaron era el mismo. Para ser justos, Aaron no había estado actuando como el mismo. Resulto que devolverle un alma a un cuerpo ligeramente podrido le hacia cosas extrañas. Irónicamente, Aaron era mucho mas el mismo ahora, mientras se sacudía en la cabeza de call. Pero Tamara no sabia que Aaron todavía estaba allí, y Call era un malvado hechicero, o al menos malvado.
En cual Call realmente no quería pensar, debido a todas las personas en el mundo, Tamara siempre había creído en el.
Todavia vas a tener que decirle, ya sabes.
Call se sorprendió. A pesar de que Aaron estuvo allí con el en la enfermería del Magisterium durante toda su recuperación de los efectos secundarios de usar demasiada magia del caos en la batalla con Alex, otra persona que escucha y responde a tus pensamientos nunca deja de ser inquietante.
Llamaron a la puerta y luego Alastair la abrió. "¿Te apetece cenar? Podría hacer algunos sándwiches de queso y pimiento a la parrilla. O podríamos conseguir una pizza".
"Sandwiches seria genial", dijo Call
Alastair los hizo cuidadosamente, untando la sarten con mantequilla para que el pan se tostara bien para luego abrir una lata de sopa de tomate. El padre de Call nunca había sido muy cocinero, pero cenar con el juntos en la mesa y hacer cosquillas a Estrago debajo de la mesa era mucho mejor que el festín mas delicioso que el Maestro Joseph podía hacer.
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Típicos de Magisterium
Random¿No te has dado cuenta de todas esas cosas "típicas" del fandom y de los libros? ¡Pues bienvenid@ seas a "Típicos de Magisterium"! Donde estarán esas cosas graciosas que son tan nuestras ademas de cosas tontas y random de mi cabeza juasjuasjuas.