Típicos de Magisterium

Adelanto Capitulo 3 La Torre de Oro

Caminando en la galería a Call le dio una sensación no muy diferente a un deja vu. Se sentía como si estuviera en un lugar familiar, pero nada parecía correcto. Y se dio cuenta de que era porque reconocía a muy pocos de los otros estudiantes.
Todos los niños mayores que el conocía se había ido. No conocía a nadie en su Curso de Hierro, apenas conocía a nadie en el Curso de Cobre o Bronce, e incluso los estudiantes del años de Oro y Plata que el conocía se veían muy diferentes.
Unos pocos tenían lo que parecían los inestables comienzos de las barbas.

Call se llevo la mano a su propia cara. Debería haberse afeitado esta mañana. A Tamara probablemente le gustaría eso.

Enfoque, le dijo Aaron.
Si Aaron estuviera aquí, en un cuerpo separado, recordaría afeitarse. Esculpiría su vello facial con natural confianza y habilidad, y todos lo admirarían por eso.

Pronto encontraremos un cuerpo, dijo Aaron.

Espera. ¿Que? Penso Call de vuelta.

Pero antes de que pudiera pensar mas en eso, Tamara le dio un empujón hacia la comida. Con el estomago hecho un nudo camino al Magisterium, no había comido mucho, pero tener a Tamara a su lado lo hacia sentir mucho mejor y descubrió que se estaba muriendo de hambre.

Obtuvo algunos liquenes verdosos, algunas rebanadas de champiñones grandes y unas bolas de masa morada y azul en una salsa azul.

Consigue algunos pasteles de nabo, dijo Aaron. Son buenos.

Call nunca se había preocupado por los pálidos pasteles de nabo, que se parecían demasiado a un pescado sin ojos para su gusto, pero de todos modos dejo caer algunos en su plato. Tomando una taza de te, siguió a Tamara a una mesa. Encontró una donde solo iban a estar ellos, dejo su bandeja y miro a su alrededor, como desafiando a alguien a que se acercara.

Nadie lo hizo. Mucha gente miraba su mesa y susurraba, pero nadie se acercaba.

"Oye, um, ¿Como esta Kimiya?" Pregunto Call finalmente, solo para decir algo.

Tamara puso los ojos en blanco pero sorprendentemente también sonrió. "Estuvo en tierra y se quedo en casa desde el Collegium durante todo el año por besarse con el malvado señor Alex. También por unirse a su malvado ejercito del mal".

"Wow", dijo Call.

Levanto la vista para ver a tres niños del Curso de Hierro dirigiéndose hacia la mesa. Tres niños: uno pálido con el cabello blanco y rubio, un niño de piel mas oscura con muchos rizos y otro niño cubierto de pecas.

"Um, hola", dijo el niño pálido. "Soy Axel. ¿Eres realmente el Enemigo de la Muerte?"

"¡El no es el Enemigo!" Dijo Tamara.

"Bueno", dijo Call, "Tengo su alma, supongo. Pero yo no soy el. No tienes por que tenerme miedo".

Los tres niños retrocedieron un paso cuando comenzó a hablar, por lo que no estaba seguro de cuan convincente había sonado. Lo miraban como si esperaran a que les mostrara los dientes, cuando Jasper apareció tras ellos.

"¡Scram, munchkins!" Jasper grito, haciendo que gritaran y corrieran de vuelta a su mesa.

Jasper se rió a carcajadas. Tenia un corte de cabello aun mas extraño que antes, de alguna manera tanto puntiagudo como peludo al mismo tiempo, y llevaba una chaqueta de cuero sobre su uniforme.

"Eso no es útil" dijo Tamara. "Debemos llegar a ellos con comprensión, no asustarlos como si fueran niños pequeños en Halloween".

Jasper le hizo una mueca. "¡Que bueno verlos a todos, también!" Dijo, y se dirigió hacia Celia y la comida. Call no pudo evitar mirar a Celia, que llevaba una diadema en lugar de las antiguas y brillantes pinzas para el cabello que había usado antes cuando era mas joven. Una vez, ella habia sido su muy buena amiga. Ella incluso había querido salir con el. Ahora, ella no lo miraría.