Típicos de Magisterium

Adelanto Capitulo 2 de La Torre de Oro

Capitulo Dos

Sentado en el lado del pasajero del Rolls Royce de Alastair, se dirigió hacia el Magisterium, una vez más, Call pensó en su viaje a la Prueba de Hierro cuatro años antes. Recordó la forma en que su padre le había dicho que, si realmente suspendia las pruebas, entonces no tendría que ir a la escuela de magia, lo que era bueno, porque si lo hacía, podría morir en los túneles.

Ahora Call sabía por lo que realmente había estado preocupado su padre: el descubrimiento de que Call era el deposito del alma de Constantine. Y todo lo que su padre había temido que sucediera se había cumplido, a excepción de la parte de morir en los túneles.

Tampoco era demasiado tarde para eso.

¿Simplemente piensas en lo peor posible? Aaron pregunto. Como este sistema de puntos del señor del mal. Realmente necesitamos hablar de eso.

"No juzgues", dijo Call.

Alastair lo miro extrañamente. "No te estoy juzgando, Callum. Aunque has estado muy callado en este viaje".

Call realmente necesitaba dejar de responder a Aaron en voz alta.

Y Aarton realmente necesitaba dejar de hurgar en sus recuerdos.

"Estoy bien", dijo Call a su padre. "Solo un poco en el borde".

"Solo un año más", dijo Alastair, girando hacia la carretera que llevaba a las cavernas de la escuela. "Y entonces los magos no podrán decir que estas peligrosamente sin entrenamiento o algo parecido. Un año más y estarás libre de magos para siempre".

Unos minutos más tarde, Call salía del auto y se colgaba una bolsa de lona por encima del hombro. Estrago salto tras él, oliendo el viento. Un autobús dejaba salir a otros estudiantes, jóvenes rec ien llegados de la Prueba de Hierro. Parecían muy pequeños para Call y se encontró preocupado por ellos. Unos pocos lo miraron nerviosamente, señalando u susurrando unos a otros.

Dejo de preocuparse y comenzó a esperar que Warren, un extraño lagarto que vivía en las cuevas, los llevara a una grieta.

Eso definitivamente te haría ganar algunos puntos de Señor Supremo, dijo Aaron.

"Deja de hurgar en mi cerebro", murmuro Call por lo bajo. Alastair se acercó y le dio un abrazo de despedida y una palmadita en el hombro. En un comienzo, Call se dio cuenta de que básicamente tenían la misma altura ahora.

Podía escuchar susurros a su alrededor, era consciente de los ojos que lo miraban a él y a su padre. Cuando Alastair dio un paso atrás, su mandíbula estaba apretada. "Eres un buen niño" dijo. "No te merecen".

Con un suspiro, Call lo vio alejarse, luego se dirigió a las cuevas del Magisterium. Estrago caminaba tras él.

Todo se sentía familiar y no familiar. El olor a piedra, intensificándose a medida que avanzaba más profundamente en el laberinto de túneles, era familiar. El sonido de pequeñas lagartijas y el brillo del musgo eran familiares. La forma en la que los otros estudiantes lo miraban fijamente y susurraban detrás de sus manos también era familiar, pero mucho menos agradable. Incluso algunos de los maestros lo estaban haciendo. Call atrapo al maestro Rockmaple, que lo miraba. Boquiabierto cuando se acercaba a la puerta de sus habitaciones, haciendo una mueca y dando un paso hacia atrás. Golpeo su muñequera contra la puerta y se abrió. Se asomó, esperando que la habitación estuviera vacía.

No fue así. Tamara estaba sentada en el sofá, ya con su uniforme del Curso de Oro.

¿Por qué pensaste que ella no estaría aquí? Aaron le pregunto. También es su habitación.