I'm Fine [Min Yoongi] {Suga BTS}

CUATRO

–¿N-namjoon?...¿Eres tú?...-Lo único que pude escuchar del otro lado de la linea fue una leve risa.

–Claro, ¿Quien mas creíste que iba a ser?.-Me quede sin aliento al volver a escuchar su voz, ya teníamos tiempo de no hablar.

–No lo se, pensé que podías ser mi hermano.-Reí levemente.–Y dime, ¿Coml van las cosas en los Estados Unidos?.-Namjoon es un chico de casi la misma edad de Jin, es uno de mis mejores amigos, el se fue a estudiar a Estados Unidos ya hace dos años, y hacia unos meses que no hablábamos, al parecer cambio de número.

–Pues la verdad todo va bien, linda.

–Me alegro mucho por eso.-Mientras hablaba con Namjoon continúe haciendo varios labores, como por ejemplo, cocinar.

Jin es el que normalmente siempre cocina en casa, pero esta vez seré yo, quiero sorprender a mi hermanito, además tengo hambre, espero y que no tarde en llegar.

–Bueno, linda, me tengo que ir, me agrado mucho el volver a hablar contigo.-Sonreí por sus palabras y termine de agregarle una pizca de sal a mi comida.

–Lo se, la verdad puedo derci lo mismo Nam, esperó que vengas a visitarnos algún día de estos.-Hice un pequeño puchero.

–¡Oh!, ¡Casi lo olvido!.-Hice una pequeña mueca ya que casi me había gritado en el oído.

–¿Qué pasa?.-Le pregunte algo curiosa.

–Ademas de hablar para saludar.-Hizo una pausa.–También hable para avisarte que pronto volveré a Corea.

Una enorme sonrisa se dibujo en mis labios, no pensé que después de tanto tiempo volveré a verlo.

–¡¿Es en serio, Namjoon?!, ¡¿No estas mintiendo?!.-No podía contener mi emoción y felicidad.–Pense que te quedarías mas tiempo.

–No linda, recuerda que solo iba a irme dos años, nunca pensaría quedarme a vivir aquí. A decir verdad no esta mal este país, pero haya están mis padres, y también están ustedes, no podría quedarme aquí siempre.

–Oh bueno, Namjoon. ¿Mas o menos como cuando regresaría?.-Saque dos platos de la alacena y serví la comida en ambos para después colocarlos en la mesa junto con unos vasos con una deliciosa agua de piña con coco; que por cierto es mi favorita, y sentarme en una silla.

–No te lo diré, quiero que sea sorpresa.

–Si fuera sorpresa no me hubieras dicho que vendrias.

–Ehh...Buen punto.-Escuche un suspiro de su parte.–Bueno, llegare en tres meses.

–Perfecto, tendré lista una cena especial solo para ti.

–No te esfuerces mucho, por favor.

–Oh claro que lo haré.-Reí un poco y le di un trago a mi vaso con agua.

–Eata bien, no puedo hacer nada contra ti, niña.

–Lo se.-Sonreí un poco.

–Bueno niña, luego hablamos, ya me tengo que ir porque tengo trabajo que hacer, cuidate mucho y sabes que te extaño y te quiero mucho.

–Lo se, Namjoon, bueno, hablamos luego. Adiós.-Colgué la llamada sin antes recibir un Hasta luego como respuesta suya.

Dejo el teléfono en la mesa de la cocina y en ese momento pude escuchar que la puerta de la entrada se abrió, era Jin; entró a casa todo agitado, como si hubiese corrido un maratón; me exalte y corrí hacia el.

–Jin, ¿Que te paso?, ¿Por qué vienes así?...-Solté de manera realmente preocupada.

Jin me miro y después me abrazo por la cintura.

–No paso nada, hermanita.-Me miró y me dedico una sonrisa forzada.-Solo estoy algo cansado, todo el día me la pase de un lado a otro por toda la empresa.-Soltó un gran suspiro y acarició mi cabeza.–Solo quiero dormir, pequeña.

–Oh...esta bien, al menos ven a cenar conmigo, oppa~.-Le hice un puchero, el me sonrio, siempre le a gustado cuando le digo oppa, y a mi no me molesta, a fin de cuentas es mi hermanito mayor.

–Ahg~ Esta bien, pequeña vayamos a cenar.-Me tomó de la mano y me llevo a la cocina.

Toda la cena fue tranquila, Jin daba ligeros bostezos de vez en cuando, realmente se notaba canzado, el siempre trabajo muy duro, solo para que yo saliera adelante en la vida, el es que desde que nuestros padres fallecieron a cuidado de mi.

Una tía fue la que nos acogió en su casa, en ese entonces nosotros viviamos a las afueras de Corea; pero nada fue fácil con ella, nos golpeaba a Jin y a mi cada vez que nos descubría despiertos pasada la hora de dormir, era alcohólica y fumadora, una vez hasta llegue a pensar que se drogaba.

En fin, el punto es que Jin desde los 12 años empezó a trabajar a escondidas de mi tía, el poco dinero que ganaba lo había estado guardando muy bien durante un par de años.

Sí, Jin nunca dejo de estudiar, me siento orgullosa de el, es mi ejemplo a seguir, a pesar de las desveladas que sufría supo sacarme adelante el solo, podría decirse que es como un padre para mi...