El fin.

36 5 2
                                    

-Quédate.

-No, no podemos seguir así –le miro directamente a los ojos y suplico- Déjame ir, por favor. Esto solo nos está dañando.

-Lo sé, pero no puedo dejar de ser egoísta, solo te quiero a mi lado para siempre, aunque sea peligroso.

-No entiendes, ¿verdad? –Dijo con dolor- ¡ESTO ESTA MAL, SOLO VAMOS A SALIR DAÑADOS! –Vocifero con desesperación-

-Lo siento, es difícil el hacerme a la idea de estar sin ti... -susurro, las lágrimas ya amenazaban con salir- solo arruino más las cosas –sollozó-

-También me ha sido difícil el tomar esta decisión, pero sabes que es necesario. –un nudo se formó en su garganta- no solo has sido tú, esto ha sido culpa de ambos, ambos arruinamos las cosas, no supimos cuidar y defender nuestro amor, dejamos que se debilitara al igual que nuestros sentimientos y está bien, porque lastimosamente no todos los amores son para siempre.

-Podríamos resistir más, por nosotros. Podemos hacerlo. –dijo en tono de súplica con lágrimas rodando por sus mejillas-

-Pero ya no hay un nosotros y lo sabes, todo ha acabado desde hace tiempo, pero no nos queríamos dar cuenta. –Dijo, aguantando las ganas de llorar - Estamos cayendo en un abismo de dolor y tristeza, cuanto más tiempo estamos juntos más arruinamos todo lo que un día tuvimos.

-Nos estamos derrumbando, ¿verdad? –Lloro con más fuerza, sintiendo un enorme dolor en su corazón-

-Sí, nuestro amor era como una torre solida... ahora es una como frágil casa de cartas, lista para derrumbarse en cualquier momento. –las lágrimas ya invadían sus mejillas-

-Y solo estamos aquí como estúpidos teniendo la oportunidad de salir antes de que se derrumbe, destruyéndonos. –Alzo sus manos para tomar entre ellas el rostro del contrario- Te amo. Lo siento por no haber salvado lo nuestro a tiempo, lo siento por todos nuestros sueños juntos que ahora se quedaran como eso, como sueños.

-Yo también te amo, pero eso sueños ya están cubiertos de oscuridad, ya no irradian la misma luz de antes, ya no son nuestros. –Alejo con delicadeza su rostro de las manos del contrario- Ahora me tengo que ir, nos tenemos que ir.

-No tengo miedo de derrumbarme siempre y cuando estés junto a mí, pero tampoco quiero ver cómo te derrumbas frente a mis ojos. Desearía que el tiempo marchara más lento para tenerte más tiempo junto a mi antes de que todo acabe.

-Tal vez solo es costumbre, sabes que estarás bien sin mí.

-Tal vez...

-Es hora, me tengo que ir.

-No, por favor... solo un momento –suplico con nuevas lágrimas cayendo por su rostro-

-Entiéndelo... -suspiro- déjame ir.

-Solo... solo un último beso, ¿sí? –lo miro suplicante-

-Solo uno.

-Sí.

Avanzo nuevamente hasta él y tomo con delicadeza sus mejillas para lentamente acercar sus rostros y así tener un beso lento, suave, triste, nostálgico, lleno de sentimientos viejos, lleno de viejos sueños y viejas promesas, lleno de lo que solían ser... Se separaron lentamente, ambos se vieron a los ojos y se fundieron un abrazo, el último.   

House Of Cards.Where stories live. Discover now