The Lost Grey

Capítulo 2

4 MESES DESPUÉS - PHOEBE POV.

"Bueno... es oficial. Estamos mudadas" digo, pero cuando veo la aprensión en el rostro de mi hermanita, me echo a reír.

"Colby, vamos. No está tan mal".

"No, no es tan malo, simplemente no es a lo que estamos acostumbradas".

Eso no es verdad.

Cuando vivíamos en Carolina del Norte, compartimos una modesta casa de tres habitaciones junto a un río con nuestra madre. Ahora en Seattle, estamos alquilando un loft. Es bastante grande y las dos tenemos un dormitorio, pero, aparte de eso, no hay mucho para hacer. Creo que después de una limpieza y un poco de pintura se verá bien. Los pobres no pueden elegir y el dinero es escaso en este momento.

Colby se acerca y se sienta a mi lado en el sofá y toma mi mano.

"Bee, no quiero ir a una escuela privada. Cuesta mucho dinero y preferiría guardar el dinero e ir a una escuela normal. No quiero que trabajes en cuatro trabajos cuando nos gastamos nuestra herencia en mi educación. Nunca antes tuve una educación privada, ¿por qué es tan importante ahora?"

"Primero que todo, es tu herencia, no la mía. En segundo lugar, la preparatoria de Seattle es la mejor escuela del estado y quiero que tengas la mejor educación. Eres un excelente estudiante y quiero que obtengas la mejor educación y luego ingresar a una escuela de prestigio. Y en cuanto a mis cuatro empleos, cuando te gradúes de Harvard o Yale como abogado o médico, puedes apoyarme mientras me relajo con mis sudaderas todo el día comiendo Cheetos, ¿vale?"

"¿Por qué sigues diciendo que el dinero es mío? Ella también era tu madre".

"No biológicamente y aunque la amaba, descubrirlo en la forma que lo hice me ha hecho odiarla".

"Entiendo. Estoy muy enojada con ella" Ella aprieta mi mano y luego se pone de pie.

"Voy a caminar a la pizzería en la esquina y nos traeré algo de cenar. Yo invito".

"Está bien. Ponte la chaqueta y asegúrate de llevar tu teléfono celular y no..."

"Hables con cualquier extraño y si un hombre me pide que vea su cachorro en la parte trasera de su camioneta, voy a correr gritando 'Extraño peligroso' ". Ella rueda los ojos con una carcajada y luego sale del apartamento.

Cuando ella se ha ido, me mantengo ocupada organizando nuestro estante de DVDs en orden.

Me encantaba vivir en Carolina del Norte y nunca pensé que me mudaría a un lugar tan lúgubre como Seattle, pero la confesión de mi "Madre" en su lecho de muerte no me dejó otra opción.

El día antes de cumplir los veintiún años, mi madre tuvo un accidente automovilístico. Cuando Colby y yo llegamos al hospital, ella entraba y salía de la conciencia. Antes de que la llevaran a cirugía, me agarró la mano y me miró a los ojos. Las últimas palabras que me habló están grabadas en mi mente.

"No soy tu madre... familia real en Seattle... Encuéntralos... An... Chr... vete a Seattle"

Dicho eso, cerró los ojos y murió sobre la mesa.

Me quedé aturdida en el pasillo. Cuando finalmente salí del shock tres días después, revisé todo el papeleo que teníamos en la casa o, más bien, la falta de papeleo. Todo lo que encontré fue mi certificado de nacimiento. El cual ahora creo que es una falsificación.

Entonces empecé a mirar las cosas en mi vida que no tenían sentido.

No me parezco en nada a Colby ni a mi mamá. Ambas tienen el pelo rubio y yo soy morena. Incluso nuestras alturas son diferentes, Colby es mas alta que yo. Soy horrible en todos los deportes, pero Colby y mi madre eran atléticas. No compartí pasatiempos o intereses con mi madre en absoluto. Pero lo peor fue cuando Colby tenía 8 años y necesitaba una transfusión de sangre y yo, en mi ingenuidad de 13 años, me convertí en donante. Mi madre me espetó y me dijo: "No eres la misma sangre". En ese momento estaba más preocupada por mi hermana que por sus palabras, pero mirando hacia atrás, debería haberlo sabido entonces.

 Incluso con toda la evidencia de que yo no era su hija biológica frente a mí, aún así ordené uno de esos kits de ADN caseros y lo probé con Colby . Los resultados fueron concluyentes de que no hay forma en la tierra de que estemos relacionadas biológicamente.

En ese momento odiaba a mi madre. ¿Por qué esperó hasta el final para decirme? No tengo nada  para encontrar a mis padres biológicos. No es que alguna vez me presente a ellos. Solo quiero saber de donde vengo. Lo único que tengo para seguir es esta ciudad y las incoherencias cuando dijo An... Chr...

Después de que ella murió, le conté todo a Colby. Ella lloró y dijo que tal vez no compartamos sangre, pero aún somos hermanas y siempre lo seríamos. Le dije que quería mudarme a Seattle, así que vendimos la casa, cargamos todo en un camión y nos dirigimos a Seattle. Hemos estado aquí una semana y ya me he encontrado cuatro trabajos. Pues son los trabajos que nadie quiere, pero tengo facturas que pagar y cuidar a una joven de dieciséis años. Yo solo tengo veintiún años, pero mi vida tiene que ponerse en segundo plano porque quiero que Colby tenga la mejor vida posible. Es por eso que la mayor parte del dinero que ganamos con la venta de la casa se ha dejado de lado para su educación.

No tengo idea de cómo empezar a buscar mi historia. Supongo que iré a la biblioteca y estudiaré los registros de adopción del año en que nací. No quiero una gran reunión familiar porque Colby es mi familia. Cualquiera que encuentre será extraño, así que me he comprometido a no presentarme con nadie. Solo quiero ver si me parezco a ellos y de dónde vengo. También quiero mirar el pasado de mi madre. Sé que ella nació en Seattle porque una vez lo mencionó cuando estaba borracha, pero tengo la fuerte sospecha de que mintió sobre algo más que mi adopción.

Nuestro padre, o más bien el de Colby, no ha estado en la escena durante años, aparte de algunas llamadas telefónicas e incluso cuando llegaba a ir a casa, él usaba su puño como su principal forma de comunicación y por alguna razón el me odiaba.

Su pasatiempo favorito era pegarme con un cinturón, pero mi madre siempre lo hacía detenerse. La rutina era siempre la misma, él intentaba golpear a Colby, pero nunca la golpeaba realmente, solo sabía que yo tomaría en su lugar y la protegería, y cuando me estaba por golpear con el cinturón, mi madre siempre intervenía.

No hemos tenido noticias de él por más de un año y no creo que ni siquiera sepa que nuestra madre murió.

Madre. Ella no era mi madre. Ella fue la persona que me mintió toda mi vida solo para mandar todo al infierno en su lecho de muerte. Debería referirme a ella por su nombre.

Elizabeth.