Me dijeron que hablando se solucionan los problemas; pero no me dijeron como expresar todo lo que llevo encima, sin meter la pata más. No me dijeron que había un límite de lo que uno tiene que decir. Pero sobre todo; no me dijeron que habría gente que no escucharía; que se reiría en tu cara por cada problema que quisieras solucionar; no me dijeron que habría gente que prefería que las cosas se pudieran antes que hablarás. No me lo dijeron...hasta que aprendí a la fuerza.