Después de haber dejado a todos mis amigos con la palabra en la boca, luego de que la taza resbalará de mis manos y se estrellará con la cerámica del piso, posterior de que limpiará todo el desastre que había cometido, me sentía mucho más tranquilo mientras me encontraba sentando en mi habitación, con una nueva taza entre mis manos. Según lo que me decían mis amigos, cada vez que acariciaban mi frente tratando de ver si había sido algún tipo de descompensación de azúcar o de presión lo que me había dado, me encontraba muy pálido en comparación al tono normal de mi piel. SeHun se encontraba en el marco de mi puerta observándome con atención para determinar si en algún momento me volvía a suceder algo y así poder avisarle al resto, para que todos pudieran actuar de una manera rápida. Aunque siendo sinceros, para mí, él solo se encontraba en ese lugar y a esa distancia porque sentía culpa por todo lo sucedido, quizás por el hecho de que todos los culparán por no haber reaccionado primero que todos y haberme ayudado.
Mis manos sudaban aún y no era por el calor generado por la taza que se encontraba entre ellas, si no que era por toda la situación por la que en mi vida estaba pasando. Es que, aún no lo podía creer, había conocido a aquel muchacho que a mi parecer, era un ser demasiado bueno y tenía sus días contados ¿Es que la vida podía ser tan injusta? Dejando salir un suspiro de mis labios, me dediqué a pensar en todas las posibles opciones que tenía Kris para seguir en estos instantes. Tan solo quizás, y como la mayoría de las personas, creí que sus días estaban contados por la denominación que tenía su enfermedad ya que todos creían que inmediatamente tener cáncer significaba una muerte segura, siendo que pudiera ser solo un pequeño tumor o el inicio de esta enfermedad por lo que debería investigar un poco más, para poder ayudar a mi nuevo amigo. Un pequeño sorbo del té que se encontraba en la taza, se deslizaba por mi garganta en el preciso instante en que miraba a SeHun de manera penetrante, esperando algún comentario de su parte o que por el contrario, se marchará para poder pensar con tranquilidad.
-Puedes irte si deseas. Nadie te obliga a estar aquí. -Sabía que aquel comentario le dolería pero era lo mejor, después de todo, él solo sentía lastima por mi persona.- LuHan puede necesitarte.
-Yo... No estoy aquí por obligación, estoy aquí para cuidar a mi novio. -Un pequeño dolor invadió mi pecho, manteniéndome congelado por unos instantes, causando una risa amarga después de ello.-
-Tu novio... Claro. Creo que debemos hablar con respecto a eso. -Mi garganta se secó al pronunciar aquello ¿Quién lo diría? Una relación basada en amor de solo una de las partes.-
-No hay nada de que hablar, Tao. Yo realmente te quiero demasiado y yo quiero que...
-¿Interrumpo?
La voz de Baekhyun inundó la habitación cuando se introdujo en ella. En su mano traía una pastilla que extendió hacia mí, para que la tomará entre mis dedos y la consumiera. Su mirada, acusatoria ante todo, se dirigía de una manera poco discreta desde SeHun hacia mi persona, para luego volver nuevamente a mi novio, como si le acusara con su mirada y nadie lo podía regañar, aunque fuera repetitivo con el tema, muchos creían que las cosas podían ir mal entre nosotros porque mi reacción fue precisamente en el mismo instante en que él ingresaba a la cocina. Yo solo creía que la única persona que no pensaba que esto fuera cierto era LuHan quién aseguraba que solo fue algo de salud meramente, era demasiado inocente en creer aquello.
Luego de que al fin me dejaran solo en mi habitación, alrededor de 6 horas más tardes de todo lo sucedido, decidí tomar mi celular para poder responder aquel mensaje que tanta exaltación había causado en mi ser, dejándome al punto de no poder reaccionar. Después de pensarlo unos últimos minutos, escribí aquel mensaje que me llevaría una pronta respuesta por parte de mi destinatario.
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Inocuo
Fanfiction-¡Hey! ¿No te han dicho que para ahogar tus penas no es bueno beber y mucho menos, siendo alguien tan joven? -Mi vista se dirigió al dueño de aquella profunda voz, el cual había estado sentado en la barra antes de que yo llegara, para observarle con...