Labial Rojo [ Stony ]

Labial Rojo

—Nat, sé que no tienes amigas o lo que sea, pero ¿Debes probar tus labiales en mí?

—Sí.

— ¿Porque?

—Eres una reina del drama y lo más cercano a una chica en esta torre.

Ruedo los ojos.

—Soy un Playboy de primera y tú me dices eso. —Me defiendo.

—Tan Playboy ya no eres, ahora te veo más interesado en cierto rubio musculoso, extremadamente patriótico.

— ¿Widow de donde sacas esa ideas?

—De la manera en la que se tratan, son tan...

— ¿Tan qué?— Preguntó con el ceño fruncido.

—Tan homosexuales, parecen novios, le pasa algo al otro y pierden la cabeza, se preocupan a más no poder el uno por el otro.

—Eso no es...

Widow me mira con una expresión seria y yo en ese momento decido quedarme callado.

Steve y yo solo somos unos muy grandes amigos, que se tiran insinuaciones y se coquetean.

Y que tal vez en algunas ocasiones se han besado.

Y que tal vez ya se confesaron entre si y están saliendo a escondidas.

Dejo que Natasha siga con lo suyo mientras mi mente comienza a divagar.

—El rojo es tu color.

—Oh, no lo sabía. Qué raro, me preguntó porque mi armadura es roja. — Respondo con sarcasmo mientras la chica frente a mi sigue aplicando labial en mis labios.

—Widow necesitó que me acompañes a ser jurado en una competencia de comida entre Thor y Hulk. — Clint grito aquello desde la puerta de la habitación.

—Ya me largo Tony, le prometí al idiota de Hackeye que lo apoyaría esta vez.

La pelirroja se aparta de mi lado, deja el labial sobre un mueble y se encamina a la salida.

— ¿Cómo me quitó esto?—Le preguntó mientras me miro en el espejo.

—Eres un genio, averígualo. —Me grita desde la puerta y sale de la habitación.

Ruedo los ojos y suelto un bufido molesto, miró mis labios que ahora se encuentran de un potente tono carmín.

Al menos, se me ve fabuloso.

Trato de limpiarme con papel higiénico pero no funciona, paso mi mano por sobre mis labios y tampoco funciona.

Me levanto de mi lugar y me dispongo a salir de la habitación.

Miro el pasillo, no hay nadie y ante ello suelto un suspiro de alivio.

A escondidas me escabulló por los pasillos hasta mi cuarto.

Quizás si me doy un baño el labial se salga con el agua.

Ya en la seguridad de mi cuarto comienzo a quitarme la camisa para poder así entrar al baño y quitarme este maldito labial.