•Desendiente•

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El sonido de la alarma no era lo único que despertaba a esta pareja de zorros, no, el sonido que los hacia despertar era la voz de un pequeño zorrito de apenas 3 años, tenía el pelaje del mismo color que su padre, pero unos hermosos ojos azules como su madre, su nombre: Jake Wilde Winter, si así es, era hijo de Nick y Skye.
Cómo era de costumbre, el desendiente de aquel dúo iba a despertarlos exactamente a las 7 de la mañana, así fueran fines de semana o inclusive vacaciones, eso en cierta forma era irritante para el zorro mayor, amaba a su hijo pero el hecho de despertarlo hacia que amaneciera de un pésimo humor, aunque claro el ver la tierna carita de aquél cachorro provocaba que no durará mucho.

-¡Arriba Papá! ¡No seas un dormilón!-
Incluso cuando el pequeño vulpino insistía, él nunca lo regañó ni lo reprendió -Mamá ¡Papá no se levanta- volvió a sonar la vocesilla de su cría

-Cariño, Papi está muy cansado para levantarse aún- la voz de su madre sonaba muy dulce y cariñosa, para ella, el nacimiento de Jake atrajo una enorme alegría a sus vidas, lo cuidaba y procuraba como una madre lo hacía

-tú querida madre tiene razón Jake, aún quiero descansar- dijo para después cubrirse la cara con la almohada.
Jake trato de moverlo una vez más, sin embargo su padre no quería ceder ante el encanto de su hijo

-papá tú lo prometiste, dijiste que hoy llegaríamos temprano

-Jake en serio... Necesito dormir

El pequeño vulpino sólo quedó sentado en la cama, lo cual era muy extraño para Skye, sabía que su cría era muy persistente, el verlo sentado ahí sin hacer absolutamente nada le daba una muy mala espina, tal como Skye temía, el pequeño comenzó a sollozar, como instinto materno, la albina abrazo a su pequeño, dándole pequeñas palmaditas en su espalda, trataba de calmarlo.
Nick por otra parte, aquel acto le hizo sentir remordimiento de haber hecho llorar a su pequeño hizo que se levantará de su zona de confort, el hecho de ver a su esposa e hijo abrazados era conmovedor y a la vez triste, le hizo recordar cuando era niño, aquellas ocasiones cuando corría directamente a los cálidos brazos de su madre y ella lo recibía tan amorosamente.

-Jake- la voz de Nick se escuchaba aún somnolienta -escucha campeón, no tienes por qué llorar, no te he regañado, solo quiero descansar un poco más

-pero tú me prometiste que saldríamos temprano está vez

-lo sé... Hagamos un trato; dame 5 no mejor 10 minutos más de descanso y prometo que saldré de la cama

-¿Lo prometes?- la voz inocente del pequeño hizo eco en toda la habitación

-lo prometo, ahora si vuelves a usar ese método te meteras en serios problemas... -despues de eso Nick volvió a la cama, Skye y Jake salieron de la habitación, el pequeño ahora se dirigía a tomar su baño.

Si algo que debía admitir aquel par es que no cambiarían por nada del mundo la llegada de Jake, su hijo había hecho de sus días los mejores...
Sobre todo los inicios de las mañanas.

¡Tercer día! ¡Vamos con toda la actitud!
Espero que esté capítulo les guste la verdad es que es difícil tratar de que las ideas estén en tan solo 500 palabras, en cuanto acabe el reto les propongo un trato ¿Vale? Por ahora disfruten los Drabbles

Amor otoñal [Fictober 2018]*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora