capítulo 2

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Eran temporadas de cacería y Derek había estado huyendo de los cazadores, se había usado así mismo para atraer la atención de los cazadores para darle tiempo a los demás para escaparse y que Peter (el alfa), llevará al resto de la manada aún lugar seguro, sin importarle un carajo que se sentenciara a si mismo a muerte, con éxito y suerte Derek logró su cometido pero en cambio tenía a toda la familia cazadora Argent detrás de él, que además ya le había acertado una flecha de aconito en una área bastante delicada, con el trascurso de las horas Derek ya había alcanzado su límite, no podía volver a tomar su forma humana puesto a que si cambiaba la flecha podría picar en un área realmente mortal, y ya bastante tenía con el estar lidiando con el veneno que comenzaba a debilitar más y más su cuerpo.

Justo cuando creyó que había logrado despistar a los cazadores se encontró con un pueblerino, que al parecer estaba jugando recogiendo flores, era un pequeño pero al verlo bien no parecía asustado de el o siquiera sorprendido, los latidos de su corazón eran normales, Derek miró al niño, piel blanca, con extraños puntos en su rostro, cabello castaño y ojos color café claro pero estos no brillaban, estaban opacos, se sintió mareado y gruño al sentir un dolor punzante en su lobo justo donde tenía la flecha, se tiró al suelo sin poder evitarlo, era el fin, o eso creyó.

Stiles por su parte se levantó de dónde estaba y comenzó a tantear el suelo hasta llegar al cuerpo del perro que ya hacia jadeando y bufando enfermo en el suelo, el olor a podrido de la herida en el supuesto can iso a stiles hacer una mueca, al llegar a él comenzó a tantear el cuerpo hasta que logró sentir la flecha en ese cuerpo, Derek gruño por el dolor intentando levantarse pero stiles pronto lo calmo.

—Tranquilo amigo, yo te voy a ayudar,,,,creo,,,— Dijo stiles, como si el can pudiera entenderlo, este era el momento en que stiles pondría aprueba lo aprendido por su madre, sabía lo que tenía que hacer y lo único que nesesitaba era saber lo que le ocurría al can, no sin antes sacarle esa horrible flecha del cuerpo.

—Bien, hagamos esto,,,,mamá lo hubiera echo mejor pero no te preocupes yo se lo que tengo que hacer,,,,emmm,, aquí vamos,—Stiles sujeto la flecha y de un fuerte tirón saco la flecha del cuerpo de Derek, quien lanzó un fuerte gruñido de dolor, y quedó inconsciente, eso solía pasar con los pasientemente de su madre por lo que pensó que iba por buen camino.

Stiles tomo la flecha y la olfateo dándose cuenta que la flecha tenía aconito, algo raro ya que el aconito no servía como veneno para ninguna criatura, no que el conociera, guardo la flecha y arrastró al can a una cueva que stiles tenía como refugio y donde además tenía muchas plantas encurtidas y preparadas listas para su aplicación en caso de cualquier accidente, era su refugio secreto, dejo a Derek en un lugar cómodo mientras el buscaba un antídoto que sirviera, una vez lo encontró no dudo ni un segundo en aplicarlo en la herida del can, una vez que lo aplicó solo faltaba que el can despertara, stiles se lavo las manos cuando escucho a lo lejos los cascos de unos caballos galopando en su dirección, no era normal algo así puesto a que su pueblo era bastante tranquilo, salió de la cueva y los hombres de pronto vieron al pequeño a quien stiles saludo.

—Buenas tardes,,,,¿Quiénes son?,,,,—Dijo stiles haciendo una leve reverencia, los hombres miraron bien y lo señalaron pues stiles en lugar de mirarlos directamente, mantenía la vista fija.

—Buenas tardes pequeño, estamos aquí buscando a un lobo salvaje ,,,¿Lo has visto?,,,—Pregunto el hombre mientras bajaba del caballo he indicaba a sus hombres que revisaran el lugar.

Stiles ladeó la cabeza y sin dejar de mirar a la nada respondió.—Lo siento señor pero yo no puedo ver, además ahora estoy atendiendo un pasiente,,,—reapondio stiles con un leve puchero pues le habían dicho pequeño, el hombre mayor se golpeó la frente mientras sus demás hombres evitaban reírse de el, el mayor los miro mal y se callaron, para seguir su camino, era obvio que por aquí ese olor no había pasado.

—Vamos Chris, ¿O es que quieres jugar a la casita con el?,,,,—Dijo otro de sus hombres antes de echar carrera, Chris solo maldijo por debajo y negó con la cabeza.

—Lamenro haberte interrumpido, pero será mejor que regreses a casa el bosque no es seguro, para ti ,,,—Dijo antes de montar en su caballo.

—No puedo abandonar a mi pasiente señor,,,—Reapo dió stiles frunciendo el seño tanteando el aire para apoyarse en la pared. El mayor solo suspiro y se despidió con un simple "Hasta luego" y echo a correr en su caballo.

Stiles le saco la lengua y volvió adentro para revisar al can quien al tocarle la herida noto que está estaba mejor, seguía estando habierta pero por lo menos el olor a putrefacción se había ido del todo, limpio la herida una vez más y aplicó más del antídoto, después de un rato stiles le estaba acariciando la cabeza al enorme perro que creía que era, estaba feliz de salvar a su primer pasiente.

—Te vas a poner bien, ya lo verás,,,,,—

Mirame, con tus manos. (sterek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora