|Prohibido| Tony Stark / Iron Man y tú

29. |Ayudando a un amigo|

|Ayudando a un amigo|

Miré entonces al chico de ojos azules frente a mí, él parecía estar lo suficientemente preocupado por lo que sea que le estuviera pasando e incluso parecìa algo incómodo de estar aquí. Bueno no es que fuéramos los mejores amigos de toda la vida que llevaban años conociéndose por lo que pensé que podìa haber estado arrepintiéndose de venir y que tal vez todo esto se sentìa 'demasiado' personal por lo que decidí levantarme de la cama y señalar el espacio de afuera de dónde estábamos que era una especie de terraza, no tan enorme como la que había en la suite del Sr. Stark claro está pero sí bastante cómoda.

-¿Te parece mejor que nos sentemos afuera? hay un poco más de aire-. Le sugerí a él que asintió y me siguió de inmediato al balcón, donde de hecho si estaba haciendo una brisa fresca, me senté en una silla amplia y le hice señas para que se sentara en una que estaba frente a mí.

-Gracias-. me dijo el chico entonces sentándose y suspirando profundamente, su mirada estaba clavada en el piso como si no quisiera hablar de esto. Vi de reojos mi teléfono celular el que había dejado tirado sobre la cama apenas Bucky había llegado, estaba sonando y debía tener ya como mil mensajes de Stark queriendo asesinarme por haber finalizado la llamada, pero no iba a responder.

-Mencionaste a Steve...-. Le dije entonces al chico castaño haciendo que volviera a mirarme -¿Están bien? las cosas entre ustedes-. Le pregunté al recordar que había dicho que su amigo querría matarlo.

-Todo empezó por culpa de ustedes...-. Me dijo agarrandome desprevenida, no esperaba tener la culpa de nada, de nada que tuviera que ver con ellos al menos, debía tener una cara de completo desconcierto porque Barnes enseguida explicó -Me refiero... estaba aquí prácticamente aislado del mundo y no me malentiendas, estoy bien, estoy mejor... pero no quiero quedarme en Wakanda para toda la vida, no pertenezco aquí y el que ustedes vinieran me hizo darme cuenta de eso...-. Terminó de decir él y pude notar cierta culpabilidad en su tono de voz.

-Quieres volver...-. Aseguré y él asintió -Y Steve no quiere que regreses...-.

-Steve cree que tengo cinco años y que no puedo cuidarme solo, no puedo estar encerrado todo el tiempo, pasé mi vida encerrado, controlado por otras personas yo...-. Se le quebró la voz al final y me partió el corazón en ese momento, a veces olvidaba frente a quién me encontraba y todas las cosas que había tenido que sufrir el chico que estaba frente a mí, terrores y torturas que no podría siquiera imaginar, lo menos que podía desear era tener una vida normal.

-Buck...-. Le dije acercándome y tomando su mano entre la mía -No te sientas mal... no te sientas culpable, una vida normal, volver a casa es lo menos que puedes querer, es entendible-. Le dije con suavidad y el alzó a mirada.

-Y si Steve tiene razón ¿y si no estoy listo?... la última vez puse a mucha gente en peligro, las cosas que hice...-. Iba a comenzar a decir.

-Ese no eras tú...-. Lo corregí -No tienes que presionarte Bucky, las cosas no tienen que ser blancas o negras, no tienes por qué abandonar Wakanda del todo, ve solo un mes... ve si te adaptas y si no es así regresas... creeme el mundo ha cambiado bastante-. Le aseguré -Aunque de seguro no verás cosas tan geniales como aquí-. Agregué haciéndolo sonreír un poco.

-Tienes razón, un mes no estaría nada mal...-. Dijo sonando más convencido con la idea -¿Me ayudarías?-. Preguntó entonces mirándome algo esperanzado, creo que si había alguien poco capacitado para ayudar a un super soldado era yo.

-¿De qué hablas?-. Le pregunté sin entender de qué manera podría si quiera ayudarlo.

-Shuri me ha enseñado cosas pero hay algunas que no sé cómo usar el subterráneo o qué demonios es Amazon...-. Dijo al fin encogiéndose de hombros y haciéndome reír a carcajadas,

-Creeme si hay algo que puedo enseñarte es a usar Amazon...-. Le aseguré dándole un empujón.

-Gracias ____________ por todo-. Me dijo al final sonando algo más serio.

-Cuenta conmigo para lo que sea...-. Le repetì con una cálida sonrisa.

Luego de que Barnes se fuera un poco más tranquilo con la idea de hablar con su mejor amigo en la mañana sobre la idea de ir un mes solamente el resto del mundo decidí mirar al fin el teléfono celular que estaba sobre mi cama.

¿Quieres que vaya por tí Banks?... -Miré el mensaje amenazador de Tony que había lo que me hizo rodar los ojos con una sonrisa,

-No si yo voy por tí primero-. Le respondí sin saber si aún seguía despierto pero no tardé demasiado en descubrirlo cuando su respuesta llegó.

-Así que ya volviste...-. Me escribió casi reclamando.

-Lo siento... ayudaba a alguien que estaba en problemas, a un amigo-. Le dije sin mencionar a la persona en cuestión para no crear más drama.

-Pues dile a tu amigo que a la próxima yo lo mato-. Respondió haciéndome reír.

-¿No deberías estar durmiendo Stark?-. Le pregunté.

-¿No deberías tú estar durmiendo Banks? yo estoy acostumbrado a no dormir-. Me devolvió la pregunta, era obstinado hasta por mensajes iba a responder pero llegó otro mensaje.

-Además me siento algo solo...-. Agregó y decidí obviar una respuesta en ese momento, aparte mi teléfono celular y me quedé ahí sentada pensando en algo, en si debía o no hacerlo, no porque no supiera que responderle, tenía más que una respuesta aunque sabía que luego quizás iba a arrepentirme de ello.

Me levanté de donde estaba sentada y caminar hasta la puerta, la abrí con cuidado para asegurarme que no hubiera nadie en el pasillo que pudiera verme en ese momento, cosa que no fue demasiado difícil porque ya todos estaban durmiendo. Salí en silencio hacia el otro lado del lugar u as tres habitaciones a la derecha hasta llegar a la puerta que estaba buscando. Me detuve frente a esta cuestionando lo que estaba a punto de hacer, con mi mano congelada mientras pasaba por mi mente la idea de que me había vuelto completamente loca.

Yo no era así y jamás había hecho algo como esto, pero supongo que eso era culpa de él... me hacía hacer cosas, sentir cosas de las que jamás me imaginé capaz.

Entonces si un último suspiro y llame a la puerta lo suficientemente fuerte como para que él, que estaba adentro, me escuchara pero evitando hacer un escándalo como para despertar a las demás personas que dormían en este piso. Luego de unos segundos sonó la cerradura y lo siguiente que ví fue un rostro bastante sorprendido y definitivamente confundido de Tony Stark.