—¿Que te parece salir la noche de navidad los cuatro juntos?— le propuso Seokjin a Namjoon en un descanso del trabajo.
—¿La noche de navidad, el 25? ¿O te refieres el 24 de nochebuena?— preguntó Namjoon tomando un sorbo de su café y reprimiendo una sonrisa.
Como esperaba, Seokjin lo golpeó con el puño en el hombro.
—No te hagas el listo conmigo, Kim Namjoon. El 24 por la noche, antes de que sea oficialmente navidad— le explicó, molesto.
—Claro, ¿Tienes pensado algo?
—Solo salir a pasear por ahí, comer algo en los puestos de las calles, seguro haya algún espectáculo infantil y por último ver los fuegos artificiales los cuatro juntos...
—Suena bien para mi, aunque, si bien no es algo que me preocupe ¿No es exponerse demasiado? Las salidas de nochebuena son mas entre parejas o amigos, y dos hombres saliendo solos con unos niños...
Hacía poco mas de un año que salían juntos, Namjoon ya pasaba bastante tiempo en la casa del mayor y los niños de la casa estaban acostumbrados a su presencia casi permanente en ella. De ser un problema bastante grave el tener que ayudar a criar dos criaturas había pasado a ser algo entretenido y un nuevo desafío en su vida.
Antes de empezar a salir con Seokjin había pensado en "sentar cabeza" como le decían sus cercanos y familiares, entiéndase como: encontrar pareja, casarse, conseguir una casa con jardín y tener hijos y tal vez una mascota. Si bien eran cosas que no le emocionaban al 100%, no negaba que tener una esposa e hijos era algo que si quería para su futuro.
Solo que no esperaba que terminaría siendo con un hombre y los niños ya vinieran incluidos en el paquete. Claro, aún no se denominaría a sí mismo como el padre de esos chicos, pero ya los veía con un cariño especial que ya era lo suficientemente fuerte como para querer ser parte de su vida por todo el tiempo que le fuera posible.
Seokjin pareció considerar sus palabras y aunque se veía convencido a que la situación atraería la atención de mas de una persona indiscreta, no se veía tan dispuesto a soltar la idea — Podría invitar a Jimin también. Al menos para que no seamos solo nosotros dos— propuso en voz alta.
—Es una buena idea, pero tal vez ya tiene planes con sus amigos, aunque podrían unirsenos si logramos que un grupo de universitarios quieran pasarla con nosotros— consideró, no muy convencido— Podríamos invitar a alguien de la oficina.
—Me consta que todos tienen familia y lo pasarán en sus casas... tal vez Yoongi esté libre.
—¿También conoces la situación de las personas de otras secciones?— preguntó divertido, aparentando celos.
—Eres el jefe de una de las secciones y Yoongi es tu amigo, deberías saber sobre todos los empleados, pero especialmente de él— respondió irónicamente ante ese burdo intento de molestarlo.
—Para eso te tengo a ti— retrucó el menor acercándose mas de lo permitido por el lugar en el que estaban para abrazarlo por la cintura e intentar besarlo.
—Joonie... estamos en la oficina—decía intentando zafarse de los brazos de su novio, sin mucho éxito.
Decidió dejarle un pequeño beso sorpresa para atundirlo y poder escaparse.
—Bien, tu invita a Yoongi y yo a Jimin. Nos vemos luego— se despidió volviendo a su puesto de trabajo, dejando atrás el corazón emocionado de su jefe.
El día de nochebuena llegó y ya estaban todos listos para salir. El bebé Jungkook, de dos años, estaba con un entero especialmente navideño, de color verde y rojo con estrellas estampadas en la tela, cortesía de Namjoon, que lo había visto al pasar por una tienda y sabía que necesitaba vestirlo con eso. Tal vez cuando fuera mayor podría molestarlo por ello, porque entre él y Seokjin disfrazaban a ambos niños con todo tipo de ropa. Taehyung usaba todo con genuina alegría, y hasta desfilaba con lo que sea que le dieran, pero Jungkook siempre fue mas reacio a recibir exagerada atención, y cuando le ponían un traje 'bonito' y todos comenzaban a hablarle como a un bebé, abría los ojos algo asustado e incómodo. Pero no podían evitarlo, era un niño demasiado tierno.
Taehyung, a tan solo una semana de cumplir cinco años, estaba ataviado con mucha ropa invernal y apenas se podía verle el rostro, pero detrás de esa gran bufanda había una enorme sonrisa cuadrada por la inminente salida y porque ya sabía que era la navidad y había estado muy emocionado al respecto esas últimas semanas, sobretodo la parte de recibir regalos.
Tanto Yoongi como Jimin habían aceptado sus invitaciones, y este último llevaría aparte a un amigo. Todo el grupo se encontraría alrededor de las 8 pm en la plaza central, donde habría varios espectáculos y seguro mucha comida deliciosa al paso.
Llegaron apenas pasadas las ocho y, para su sorpresa (ya que pensaron que probablemente serían los últimos), los dos menores ya estaban allí.
El amigo de su primo se presentó como Hoseok y estudiaban juntos en la universidad, precisamente marketing. No tardaron en darse cuenta de por qué ese chico había querido ir: era muy fanático de la música y al parecer quería dedicarse a trabajar en esa industria, y sabía muy bien donde trabajan Seokjin y Namjoon y ya les estaba consultando como ingresar en la discográfica.
Al chico le faltaba un año y algo para recibirse pero ya tenía un enorme entusiamo por comenzar a trabajar. A los dos mayores les cayó muy bien como para sentirse avasallados por tantas preguntas, siendo incluso que eran de trabajo, así que solo lo dejaron ser mientras esperaban a Yoongi.
Mientras esperaban y charlaban entre los tres, Jimin ya se había llevado a los pequeños consigo a ver una pequeña obra callejera dirigida a niños.
Unos quince minutos mas tarde apareció Yoongi, disculpándose por el retraso, y por alguna razón su presencia calló al joven que no había dejado de hablar desde que se los encontró.
—¿Y sus hijos? — preguntó el mas bajo del grupo, quien sabía muy bien acerca de su relación, haciendo que ambos miraran hacie el suelo, sintiéndose algo tímidos porque se refirieran así hacia ellos.
Seokjin señaló hacia donde estaba Jimin, cargando a Jungkook con un brazo y con Taehyung de la otra mano.
Todos se acercaron hacia ellos y luego de las presentaciones finales, comenzaron a recorrer todo el lugar. Hubo un hermoso festival de luces en toda la plaza y además pudieron comer muchísima comida de los food trucks.
Seokjin se sentía sumamente feliz al ver los ojitos llenos de dicha de sus hijos mientras disfrutaban aquel hermoso paseo. Seguro era algo que todos los padres deseaban, pero la felicidad de sus hijos era primordial para él, y habían sufrido pérdidas muy grandes que estaban depositadas en el fondo de su mente y corazón.
Ni una sola vez había mostrado siquiera una lágrima que fuera de tristeza o algun signo de debilidad en su rutina diaria, a pesar de haber llegado a estar tremendamente angustiado y preocupado por el futuro de los tres antes de que Jungkook cumpliera un año y perdieran a su madre.
Cuando se hicieron las doce de la noche y legalmente fuera navidad, hubo una exclamación entre el gentío y se lanzaron algunos fuegos artificiales que iluminaron el cielo de Seúl.
En eso vio acercarse a Namjoon, con Jungkook agotado y apoyado sobre su hombro, casi dormido. Todo se había vuelto mas liviano desde que Nam llegó a sus vidas, sentía que ya no cargaba tanto peso acumulado en sus hombros. Nunca hubiera esperado que otro hombre ayudara a criar a sus hijos como otra figura paterna. Y que ayudara lentamente a sanar su corazón.
El moreno alto sujetó su mano, como si hubiera sentido que era lo que mas deseaba en ese momento y, simulando acercarse discretamente para desearle feliz navidad cerca de su oído aprovechando que el ruido de la gente era mayor, depositó un sincero beso en la comisura de los labios.
—Feliz navidad— le susurró apenas alejándose unos centímetros.
—Feliz navidad. Te amo— le respondió, sabiendo que tenía que decirselo en ese momento mas que en otro.
Namjoon le mostró su sonrisa con hoyuelos, sintiéndose algo avergonzado por la frontalidad de su novio, pero claramente no iba a dejar la declaración al aire. Apretó su mano y liberó su corazón— Y yo a ti.
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Maybe It Was U ➳ NamJin
Romance"Cuando Namjoon regresó de sus dos semanas de vacaciones en Jeju, no se imaginó ni en lo más mínimo que habría un nuevo empleado en su sección, como tampoco se imaginó todo lo que desencadenaría esa repentina decisión de las personas de relaciones l...