La última parte del otoño, así es diciembre. Apenas nieva en Formia, pero con mi padre tendíamos a viajar a alguna sierra para poder disfrutar de la nieve. Lo pienso detenidamente después de unos ahorros en el club Lyon hemos mejorado mucho en casa, los mil quinientos euros mensuales más la propina de la selecta clientela y alguna hora extra al piano han beneficiado mucho a la familia.
Además la abuela también ha recibido un dinero por vender unas tierras que pertenecieron a su marido mucho tiempo atrás. El dinero extra nos permite celebrar una Navidad en condiciones y reflexiono mucho sobre lo de tomar vacaciones. Por mucho que ahorremos podremos comprar gafas nuevas para Martín, pero es bastante complicado que yo pueda ir a la universidad el año que viene.
Si los mil quinientos solo fueran para mí sí, pero con ellos y la pequeña pensión de la abuela tenemos para comer, pagar la luz y el agua, el transporte y más gastos. Ahora podemos darnos pequeños lujos, guardar el dinero para épocas peores que vendrán, pero que yo fuera a la universidad supondría que ya habría más gastos y no entraría un sueldo en casa. Doy vueltas a unos pocos días esquiando, no comparto mi idea hasta que a Martín no le dan vacaciones en el colegio.
Formia es una ciudad turística dentro de lo que cabe, el mar atrae a miles de personas de diferentes lugares, durante el primer mes de hecho acogimos a un alemán en casa a cambio de dinero en la habitación libre que tenemos para unos ingresos extra. Las luces decoran todo, incluso los centros comerciales con sus escaparates llamativos y parpadeantes alegran a cualquier que pasee cerca.
En Formia tenemos el centro comercial Itaca y no podría ser el lugar que más pasase desapercibido, de hecho, ha trabajado todo lo posible para deslumbrarnos, nunca de una forma tan literal. Los jóvenes se reúnen mucho allí, yo también lo hacía con mi amiga Isabella y con Silvia tiempo atrás.
Ambas están en la universidad, hablo con ellas y hacemos llamada por Skype una vez a la semana, pero no me gusta hablar de ellas, todavía me duele bastante. Isabella estudia derecho mientras que Silvia es la futura bióloga. Que ellas pudieran acceder a la universidad me alegraba y por supuesto que les deseo lo mejor, porque ellas me han querido y cuidado desde que vivimos aquí.
No he contado bien esta historia supongo. Mi familia y yo viajamos por el mundo como auténticos aventureros, pero cuando mi madre murió nos asentamos aquí. Mi padre aún nos llevó durante muchos años por diferentes países, mientras mis compañeras de clase estaban pasando sus días adolescentes por estas calles cotilleando sobre muchachos guapos y no tan guapos, yo pasaba mis días en vuelos. El dinero de mi padre se ahorraba para viajes, sin excepción.
Papá era abogado y trabajaba con unos socios en Nápoles, hacía todos los días el viaje en coche hasta que vendió el vehículo para pagar deudas de juego. Cogía vacaciones y por esta época estaríamos buscando un hotel en medio de la montaña. El primer año después de morir mi madre pasamos las navidades esquiando en Andorra para evitar pasarnos esos días llorando.
Cuando nos asentamos aquí conocí a Isabella y a Silvia y enseguida conectamos, ahora soy bastante más centrada y un poco más cerrada que entonces, pero quitando mis viajes pasé mi adolescencia con ella, comentando lo guapo que era Andrea, un chico de nuestra clase que nos enamoraba a todas y entre centros comerciales y algunas noches alcohol, fiestas y bailes.
Mi primer beso fue con Andrea en un botellón que se hizo en la playa, yo me había pasado un poco con el ron y tonteaba mucho con él, acababa de cumplir dieciséis y aspiraba a conquistarlo.
Ahora echo en falta a mis amigas, sobre todo sabiendo que en Navidad estarán aquí, dentro de una semana más o menos, y eso también me invita a quedarme en cierto modo en Formia. Planeo un viaje a la sierra, hay un hotel donde podemos pasar la noche, sería un fin de semana inolvidable cubiertos de nieve, el hotel es de madera, al estilo de las películas, con Jacuzzis y monitores de esquí.
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Lady Abril
CasualeAbril Aranda pierde todo por culpa de un padre ludópata. Ese giro en su vida la obliga a buscarse la vida desde cero y recibe la ayuda y traiciones de las personas que menos esperaba, pero al lograr asentarse un terrible accidente altera toda su his...