"Your Violet Disposition" «yoonmin au» | traducción

Chapter 2: En Algo Así Como Un Tiempo de Verano

Resumen: Amigos que no están dispuestos a dejar morir las vacaciones de verano. Además, Namjoon tiene un problema de atracción mutua.

Canción del capítulo: Suicide Saturday - Hippo Campus

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En total, Namjoon y Yoongi llegaron cuarenta minutos tarde a la reunión del parque. Como era de esperar, Seokjin los estaba aguardando con una queja dramática y sonrisa cálida. La reunión con la consejera había enhebrado un hilo de cansancio en sus músculos, y Yoongi estaba listo para desplomarse en la cálida hierba con la luz del sol cegándolo. El agotador dolor no era nada que un poco de consuelo no pudiera solucionar.

La comodidad parecía ser la habilidad de sus amigos. El grupo al que Namjoon lo había integrado era del tipo que necesitaba, y ellos habían abierto un lado de sí mismo del que no estaba completamente consciente. Sus tres amigos lo forzaron a contradecir la persona dura e inaccesible con la que cargaba pesadamente. Al Yoongi que conocían le gustaba tomarse de las manos, y tenía una brillante sonrisa gingival que engullía su rostro entero. Sentado en un banco en el centro del parque de la ciudad con la cabeza apoyada en el hombro de Hoseok, Yoongi sintió que pertenecía.

"¿Es sólo el primer día de vuelta y estás cansado?" Hoseok comentó, inclinando su cabeza para sonreírle al chico en su hombro.

Hoseok era el confortador de Yoongi. Era el más animado del grupo, el tipo de amistad franca que ni siquiera se había dado cuenta de que aún existía en las personas. Se alimentaba de los rayos del sol y bebidas energéticas, y Yoongi lo encontró contagioso. Hoseok era una caja de risas y una sonrisa garantizada, y Yoongi no podía fingir que no le animaba. Cada vez que necesitaba un hombro donde llorar, Hobi era a quien recurrir.

"Por supuesto que está cansado, el abuelo Yoon siempre está cansado," respondió Seokjin, desviando su atención de su propia conversación para intervenir.

Yoongi abrió un ojo para fulminarlo con la mirada, haciendo pucheros ante la sonrisa burlona en su rostro. Si Hoseok era el confortador, Seokjin era la distracción. Si Yoongi alguna vez necesitaba enterrar su cabeza en la arena, Seokjin era el amigo al que recurrir. A Yoongi le gustaba fingir que los problemas en su vida simplemente no existían. Había pasado todo un verano ignorando llamadas telefónicas y escabulléndose de su casa después del anochecer, faltando a citas importantes y pasando por alto sus obligaciones durante días y días, y Jin había estado a su lado durante todo eso. Con la ayuda de sus terribles bromas y su particular risa (y era de hecho particular, la más fácil de imitar y burlar con amoroso afecto), Yoongi había pasado el verano sintiéndose en la cima del mundo.

Lo estudió a través de su único ojo abierto. Jin estaba sentado con las piernas sobre el regazo de Namjoon, una la mano apoyada en su rodilla. No estaban más cerca que Hoseok y Yoongi, pero había algo en la forma en que Jin se apoyaba hacia el contacto, con el dedo torcido acariciando su rótula. Namjoon era igual de cariñoso, mirando a Jin con un rubor rosado en sus orejas, ojos vagando por su rostro con un enfoque intenso y un suave afecto.

"Déjame ser, necesito un café," se quejó Yoongi, incapaz de pensar en una mejor contestación.

"Café suena bien, podríamos tomar café," coincidió Hobi.

Molestos por la posibilidad de separarse, aunque aún así entusiasmados ante la mención del café, Namjoon y Jin se separaron y se levantaron, estirando las extremidades rígidas. Yoongi alzó la mano en el aire y esperó a que alguien lo levantara.

"Eres tan perezoso, Yoongi," reclamó Hoseok, pero lo levantó de todos modos.

Su cafetería favorita, un pequeño y pintoresco comercio con sofás en los que podrías hundirte y una cálida chimenea en el invierno, estaba a cinco minutos a pie del parque. Fue un salto a un tiempo en que los cuatro chicos eran demasiado pequeños para recordar, pero se sentía familiar en un futuro construido en cromo y fibra de carbono. Era un lugar tranquilo, preferido por las personas que buscaban un espacio relajante para trabajar o pasar un tiempo a solas. Allí eran clientes habituales, siempre recibidos por el personal con una sonrisa y un saludo.