La guerra robo muchas vidas. Pero para los Weasĺey el infierno aun no se termina.
Despues de la muerte de Molly y giny úno por uno todos los weasley se enamoran de ďiferentes hombres ¿pero que tienen en comun estos hombres?
Ahora todos deberan pag...
Con el correr de los días Viktor se felicitó a si mismo por haber invitado a Marcus Flint para crear la sociedad que expandiese “La Casa de las Fantasías”. Efectivamente había resultado un hombre de múltiples recursos, y al término del mes, ya tenía prácticamente lista la primera sucursal en el Mundo Muggle. Debía admitir sin embargo que le daba algo de envidia el hecho de que Marcus anduviese por ahí “probando” a uno y otro chico, mientras que él se había enfocado en el hecho de que a diario recibía más solicitudes del servicio de sus “niñas”, como él las llamaba cariñosamente. Cierto día estaba revisando unos informes que Flint le habia enviado, cuando llego una carta que él jamás espero recibir. Una sonrisa morbosa apareció en su rostro.
“Estimado Marcus Hasta mi ha llegado el rumor del éxito sin precedente que está teniendo su casa de diversión, por lo que el primer motivo por el que escribo estas líneas es precisamente para expresarle mis más sinceras felicitaciones en su singular emprendimiento. Fuentes muy cercanas me han confirmado su confidencialidad absoluta, por lo que me animo a solicitar su servicio. En esta bolsa le envió el respectivo desembolso, más una propina por su silencio. Me gustaría visitarlo en dos días. Sin más me despido esperando su pronta respuesta”
Él siempre había sabido que algo sucedía entre el hombre que le había enviado la misiva y el difunto profesor de Pociones, pero leer el tipo de solicitud que el rubio había pedido, sin lugar a duda era algo hasta gracioso. Él solía escoger al Weasley que se encargaría de cada cliente en base a la investigación previa que había hecho de los personajes más influyentes del Mundo Mágico, esa técnica ya le había dado grandes resultados, sin embargo cada vez que intentaba saber algo acerca de Lucius Malfoy parecía que siempre había un muro infranqueable delante suyo, al grado que se había convertido en una especie de reto personal en averiguar cosas sobre el aristócrata. Sin embargo la carta que tenia entre sus manos era clara. Si la fantasía de Malfoy era tan retorcía como él había averiguado, tendría que esforzarse por ambientar el lugar para que todo saliera a pedir de boca. Después de todo, si lograba complacer a Malfoy, ganaría un cliente que le serviría de promotor dentro de las altas esferas del mundo mágico
Cerca de las diez de la noche, las llamas de la chimenea se actuaron dejando libre el paso para el patriarca Malfoy, quien era uno de los viudos mal mirados del mundo Mágico, aunque claro casi nadie sabía que la verdadera viudez del rubio era debido a su gran amigo y amor imposible Severus Snape En cuanto Lucius cruzo la puerta vio a hombres músculos formados en un círculo jugando a empujar a alguien que estaba en medio. Todos reían a carcajada mientras se oía como una tela era rasgada
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-Basta niñas – dijo la voz de Viktor apareciendo de pronto por una puerta lateral – no jueguen así ¿Ya está la cena? -En unos minutos estará servida, amo – dijo Arthur sonrojado -¿Severus? – dijo Lucius intrigado -Niñas, déjenlo – dijo el búlgaro –, él no quiere jugar. Vayan a cumplir sus u obligaciones -Pero amo… – protesto Percy -¿quieres dormir sola? – dijo Viktor alzando una ceja -No amo – dijo este asustado soltando al chico de cabello negro azabache. Esa noche le tocaba jugar con Billy -Bien. Vayan a cumplir sus obligaciones – dijo Viktor y todos los chicos obedecieron de inmediato -¡Severus! – dijo Lucius sorprendido mirando fijamente al chico que estaba tirado en el piso -Yo… – dijo este -Permíteme – dijo Lucius ayudándolo a ponerse de pie -Gracias – susurro el pelinegro de manera tímida -¿Señor Krum…? – dijo Lucius sin dejar de mirar al Severus que tenía ante él -¿Severus, te gustaría conversar más cómodamente con el señor Malfoy? – dijo Viktor -Si a él no le molesta… – dijo el profesor de posiciones algo sonrojado -Me encantaría – dijo Lucius ofreciéndole el brazo al otro hombre -Pueden subir a tu habitación ¬– dijo Viktor mientras Severus se colgaba de su brazo como toda una dama – allá estarán más cómodos. Pero antes… -Por supuesto – dijo el ex mortífago y le entrego una pequeña bolsa de piel de dragón – si gusta puede contarlo -Entre caballeros, eso no es necesario – dijo Viktor sonriendo – además, se que volverá -Cuanta certeza – dijo el rubio -Se el nivel del servicio que brindo – dijo Viktor con aplomo -Ya veremos– dijo Lucius – Severus ¿nos vamos? -Por supuesto – dijo Severus mientras se dirigían a la segunda planta -Nosotros también vamos a salir – le dijo Viktor a Ron que había optado por no hacer nada durante la transacción – te va encantar el lugar que visitaremos – dijo colocando una correa en su collar – Andando
