Perversa adicción

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¿Dónde estoy?

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¿Dónde estoy?

No veo absolutamente nada, pero Extrañamente este lugar oscuro y frío, Me es familiar.

Solo espero que ella no esté haciendo nada malo esta vez...

Siempre que duermo ella toma el control.

Hace 2 semana fue la última vez que dormí, y ella despertó. Lastimosamente, ese día me quedé en casa de una amiga. Su nombre era Sarah, era tierna y amable.

Ese día fue el último que la pude ver.
Ella me gustaba mucho, la amaba.

Pero ella la mató.

O bueno fui yo, ya que ella vive dentro de mi.

Ella siempre me obliga a hacer cosas que no quiero.

Dejando los malos pensamientos de lado, me puse a caminar entre las penumbras, espero con mucho anhelo encontrar la luz que me permite volver a controlar mi cuerpo.

Normalmente me costaba bastante encontrar ese pequeño rayo de luz. Pero creo que está vez, en mucho tiempo tengo suerte.

Aunque la luz, en esta ocasión, es extremadamente más grande de lo usual, además de tener forma cuadrada, no le di mucha importancia, y comencé a acercarme a esta.

Cuando finalmente estuve a unos pasos de distancia, alcé mi mano para tocar la pantalla. Por fin pude volver a mí cuerpo, pero algo no esta bien.

Mi cuerpo no se mueve a mí voluntad

¿Qué sucede?

Puedo ver cómo estoy en la casa de campo de mi familia, siento la rabia recorrer mi cuerpo, pero no entiendo el origen de esta.

Me encamino por los largos pasillos de ladrillos, puedo oír como la madera rechina bajo mis pasos lentos pero constantes. El sonido me irrita aún más. Trato de calmarme pero me es imposible.

No... No quiero que suceda esto.... Yo... NO QUIERO SER UN MOUNSTRO!!.

A pesar de mis lamentos y constantes súplicas, sigo caminando, y la irracional furia e impotencia van en aumento.

Al momento de terminar los pasillos veo a mi hermano pequeño junto a nuestro sobrino Iván.

Trato de tomar el control pero no puedo, mis parientes me observan con ingenua inocencia, esto no dura mucho ya que la inocencia da paso al terror en escasos segundos.

Hasta ahora no me había dado cuenta, pero sostenía un cuchillo carnicero, y al observarlo pude ver mi sangre bajando por mis muñecas, en ese mismo instante en el que pude observar los hilos de sangre perdí completamente la escasa cordura que me quedaba.

Me acerqué a paso rápido a mí sobrino Iván y con cuchillo en mano le arranque los ojos, dejando unas cuencas vacías y rebosantes en sangre, sus gritos de desesperación me causaban escalofríos y al mismo tiempo una especie de éxtasis que me incitaba a más, por lo que lo apuñale unas cuantas veces, para luego cortar su yugular. Por otro lado, los gritos de terror y súplicas de mi hermanito solo lograban invitarme a hacer el acto de maldad.

Antes que comenzará a correr lo agarré de su castaña cabellera para estrellarlo contra el piso, trate de no hacerlo muy fuerte para no matarlo, no quería que mi momento de diversión acabara, se le abrió la cabeza y otra vez la adictiva sangre salió a la luz.

Con el cuchillo bañado en sangre de Iván comencé a cortar sus extremidades, mutilarlas, para luego abrir todo su abdomen y comenzar a sacar cada una de sus entrañas, tristemente al rato de jugar con estas dejo de retorcerse, confirmando así su reciente muerte.

Puedo observar la sangre brotando de sus diminutos cuerpos ya muertos, y sentir mi rostro salpicado de la sustancia carmesí.

No me detuve ahí, probablemente esa, fue la muerte más suave que hice este día o noche, no estoy segura mi realidad se fusionó con la ficción creando una ligera distorsión en mi interior.

Ya no se quién soy, algo se rompió, y por alguna extraña razón...

La sangre ya no me molesta....

He perdido mi rumbo....

No creo que vuelva a despertar...

Pero creo que he encontrado un camino mucho mejor...

Creo que esto se ha convertido en mi perversa adicción....

Creo que esto se ha convertido en mi perversa adicción

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