Nunca pensó que conocería al chico más timido de toda su corta vida, su forma extraña de comportarse le parece tan tierna que no querra dejar de apreciar su peculiar sonrisa y sus mejillas de tomate.
-¿Como amaneció el chico más timido de toda la galaxia?-
-Muy bien- sonríe
-Que bueno porque hoy tenemos una gran exposición que hacer y necesitamos esa sonrisa-
-se sonroja- jeje soy toda una experta sonrojando gente, dije en mi mente malefica.
-A ver tu cartulina- la tomo de su mochila sin preguntar
-Orales, no sabia que te gustará la cursiva, me gusta como te quedo-
-Gracias-
Llego la maestra y nos iba llamando por parejas para exponerle nuestro tema, era una cartulina por equipo, al final escogio solo unas cuantas para pegarlas en el aula. La hermosa letra de el chico de la revista resaltaba en la esquina del salón, mi esquina favorita...
Salimos a la siguiente clase, hacia frio afuera, me cruce de brazos y me encamine por el pasillo, el chico de la revista me alcanzo y me puso su sueter en mis hombros.
-No espera, ¡tendrás frio!-
-Yo estoy bien, no te preocupes- bajo rapidamente las escaleras desapareciendo de vista
-Bueeeeno, en ese caso me lo pondré-
Solte mi mochila y olí el sueter, olía a perfume de hombre, pero no de esos aromas que odias inmediatamente, era un aroma suave y rico que no querías dejar de respirar.
-¡Genial!... ahora no querre soltar este sueter- Tenias que olerlo Abby! No podías solo ponertelo y ya.
Reaccione, me puse el sueter rapido y corri hacia el salón de baile.
-¿Porque hasta ahorita Abby?- me miro mi profesor esperando una explicación.
-Lo siento profe, ando en mis días de mujer y tuve que ir al baño con urgencia- mentí
-Ok, pase-
Me sente en mi lugar, saque mis cosas y me recoste sobre mis brazos, menos mal que el chico de la revista estaba en su clase de dibujo, asi podia disfrutar de está maldita droga a gusto.
El profe siguio la clase hablando sobre los tipos de danza, yo me quede asi por un rato y al cabo de unos minutos solo escuchaba voces muy a lo lejos...
-Abby...Abby, despierta!-
Abri los ojos, y vi el rostro de mi amiga Sara, me habia quedado dormida, vaya eso no lo tenia planeado.
-jajaja dormilona ya casi salimos-
-jaja ay tan agusto que estaba-
-Te paso la tarea por mensaje, ya guarda tus cosas-
-Gracias! Eres la mejor!
-Obvio jaja-
Las horas se fuerón volando y llego la hora de salida.
-Chale, hora de entregar el sueter-
Me pare en la puerta de salida con el sueter en la mano, ahí venia el chico de la revista con su mirada seria y sus manos en las bolsas del pans. Se lo entregue en su mano.
-Gracias por prestarmelo, me sirvio para cubrirme de las maldades de Draco y del frio de Narnia.
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-jajaja no hay de que-
(Minuto de silencio) -Bien, nos vemos el lunes chico timido, Bye!-
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