Oscuro.

Let It Sleep #1

Las frías mañanas de Octubre tocaban las paredes de mi habitación haciéndola cada vez más insoportable, me encontraba postrado en cama, atacado aún por la fiebre que me aquejaba desde hacía un par de días. Por la ventana se escuchaba el rumor del viento que no presagiaba nada bueno para aquel día, la lluvia del día anterior le daba un tono aún más lúgubre a todo aquel paisaje, y sin embargo, los demás estaban disfrutando aquel día. Algunos chiquillos correteaban entre las hojas mojadas y caídas de algunos de los árboles del barrio. Más adelante podía verse a la señora Hawkins barriendo como de costumbre y a su lado su fiel perrillo "Paul".

Mi celular, del otro lado de la habitación sonaba desde hacía un par de minutos, sin necesidad de ver el número o incluso de acercarme a él, supuse que se trataba de Benjamin. Llevaba la semana entera enviándome mensajes y llamando sin descanso, no tenía ganas de hablar, ni siquiera con él, aún así contesté.

-¿No te cansas de gastar tu saldo en mí, Ben?- Contesté con fastidio mientras acomodaba la sudadera que traía puesta.

-Sí idiota claro que me canso, ahora si fueras tan amable de bajar a abrirme, me estoy congelando el maldito trasero...- Pronunció la voz con visible molestia y diversión al mismo tiempo.

Rodé los ojos, a Ben se le había ocurrido visitarme sin avisar, y a pesar de que no me sorprendía porque en más de una ocasión lo había hecho, el hecho de tenerlo en casa o siquiera cerca en ese momento me ponía incómodo. Bajé con lentitud las escaleras y me dirigí a la puerta tras la cuál se podía divisar la sombra del castaño. Al cabo de algunos segundos lo tenía enfrente de nuevo.

-Diablos viejo! Te ves fatal...- Sonrió con preocupación y se dispuso a entrar mientras yo le daba la espalda y tallaba mis ojos con sueño. -¿Qué hay de nuevo?- Cerró la puerta.

-¿Que puede haber de nuevo si he faltado más de 2 semanas a la escuela, la gripe me está matando y no he comido como se debe en días?- Espeté con ironía y molestia.

Escuché un largo suspiro por parte del contrario, y luego el sonido de una bolsa, me volví por curiosidad, Ben me miró y estiró su mano, esperó a que hiciera lo mismo,  y luego colocó en mis palmas un pequeño collar.

-Te lo envía Elizabeth, te extraña... Te extrañamos, Den- Susurró en un hilo de voz, parecía como si fuese a romper en llanto pronto. Pasó un dedo por su nariz, un movimiento muy típico en él cuando algo lo incomodaba.

Suspiré de igual manera, hacía un tiempo que no los veía, había pasado cierto tiempo desde que decidí aislarme completamente, estaba roto y muy deprimido para seguir saliendo al mundo y fingir que nada pasaba, lo había hecho antes y estaba harto de todo eso.

-Es un gran detalle... Gracias...- Murmuré y sonreí de lado -¿Cómo está ella? ¿Billie?- Pregunté, mientras tomaba un pañuelo para quitar la mucosidad de mi nariz. Ben me miró un tanto más animado y comenzó a hablar.

-Ambas se encuentran bien, Elizabeth es parte del equipo de volleyball como siempre quiso y Billie está muy contenta porque ganó en el concurso de canto.- Se encogió de hombros y continuó -Le hubiera gustado que estuvieras allí...-

-A mí también me hubiese gustado...- Tomé aire para después soltarlo de golpe. -¿Qué hay de ti?-

-De mí no hay mucho Denis, normalmente todo lo hacía contigo inútil...- Rió amargamente -La escuela me está ahogando, estoy a nada de explotar y enviar todo a la mierda, ya sabes...-

No reí porque no podía en aquel momento, sin embargo, me acerqué lo suficiente para darle un golpe en el brazo. Me miró algo extrañado pero sonrió al cabo de unos segundos, miró de nuevo a la bolsa que tenía en la mano, introdujo la mano libre y comenzó a hurgar dentro para darme una cajita pequeña posteriormente.

-No la abras hasta hoy por la noche, casi me olvidaba que debía dártela.- Rascó su nuca -Aunque no estoy convencido al cien de que deba hacerlo...- Hizo una mueca.

-¿Qué es?

-Un disco, Sam me lo dio el otro el día...-

-¿Aún mantienes contacto con ellos?- Pregunté extrañado

-Sólo con él...- Respondió

Después de un par de noticias más, Ben se fue, no sin antes darme el clásico discurso del "todo estará bien pronto...", aún así durante el rato que estuvo no insistió en que debía volver, por mi parte me agradaba que no lo hiciese. Necesitaba tiempo y al parecer lo había logrado entender en su mayoría. Por ahora, lo único que quería era dejarlo dormir...