Oscuro.

Just a Slave to Rock N' Roll #1

La música del lugar estaba a todo volumen lo cual me era un tanto molesto, Ben me había llevado hasta la barra para que pidiese algo de beber mientras el se encargaba de encontrar a Billie y a Elizabeth. El bartender se me acercó y me preguntó lo que quería, estaba demasiado distraído para elegir así que sólo respondí lo primero que apareció delante de mí.

-Brandy...-

El sujeto asintió y se fue a buscar la bebida, mientras tanto yo observaba a todos en la fiesta, algunos bailaban en la pista que a mi parecer estaba demasiado pequeña para la gente que se encontraba ahí. En otros puntos, grupos de personas se juntaban con visible alegría, suspiré y me volví hacia la barra, comencé a jugar con mis dedos con algo de desesperación, Ben se demoraba y entre más tiempo pasaba más incómodo me sentía.

Al cabo de unos minutos Ben apareció de entre la multitud seguido de un par de chicas que adiviné, eran nuestras amigas, una de ellas, de cabello lila se abalanzó sobre mí.

-Denis!- Chilló mientras me apretaba entre sus pequeños brazos

Logré ponerme en pie y me incliné para tomarla por la cintura y corresponder al abrazo cálido que la chica me estaba dando después de mucho tiempo de no verla.

-Bee!- Exclamé mientras la levantaba y besaba su mejilla. Luego la bajé y sonreí.

-Te extrañé tanto, tonto...- Dió un leve golpe en mi pecho.

-Yo también te extrañé, no puedo negarlo...- Metí mis manos a los bolsillos de mi pantalón y recuperé mi asiento ahora con la vista hacia mi compañera, luego miré a la otra de las chicas.

-¿Qué hay de ti Liz?- Dije mientras rascaba mi nuca con un poco de pena mientras Elizabeth me miraba con molestia pero visible alegría a la vez.

-No puedes irte y dejarnos así como así Alexandrovich...- Suspiró -No puedes simplemente abandonarme idiota...- Rió y me abrazó de igual manera -No lo hagas de nuevo y sí lo haces, tómate el tiempo de contestar mis llamadas o mensajes-

Reí divertido y correspondí el abrazo, las miré de arriba a abajo como quién mira la lotería y no cree que su boleto ha sido el ganador, después de todo ese tiempo en encierro me sentía bastante bien, sin peso y libre de mí mismo.

Platicamos durante algunos minutos hasta que Ben me llamó a parte, para decirme algo importante.

-Denis, ¿Conoces a esa chica del rincón?- Señaló con el dedo y yo seguí con la vista en la dirección que me indicaba.

Al otro lado del establecimiento se hallaba una chica de cabello rojizo, rodeada de un grupo de chicos, no reconocía a nadie salvó a un par de rostros, sin embargo, a aquella chica de cabello rojizo, tez blanca y ojos color miel, no la había visto en mi vida; o eso pensaba.

-No, ¿Quién es?- Pregunté por curiosidad

-Es la nueva, creo que se llama Vanessa Hooke o algo así... Viene de intercambio desde Inglaterra...- Murmuró

-Interesante ¿Y bien? ¿Por qué es tan importante?- Arqueé la ceja

-Porque es tu pase de salida de la depresión...-

Rodé los ojos para después dedicarle una mirada de desaprobación a Ben.

-Escucha, que venga de Inglaterra y sea atractiva no quiere decir que vaya como perro a intentar ligármela, además ¿Ves a todos los que están alrededor de ella?- Señalé a al menos 4 tipos -Definitivamente, no voy a ir en este momento si es lo que planeas...-

Sonrió y juntó sus dedos para tronarlos después, por aquella expresión, supuse que Benjamin tramaba algo que incluía a aquella chica y por su puesto, me incluía a mí. Su plan malévolo empezaría, lo que me asustaba era que no sabía cuando.

-Ni lo intentes, no voy a acercarme a ella...- Miré con el ceño fruncido al chico que sólo sonreía divertido -Te lo advierto...-

-Denis, no me harás nada porque eres un cabeza de chorlito... Al contrario de mí...- Golpeó mi hombro y se fue en dirección de la chica.

Elizabeth y Billie llegaron segundos después y por su expresión, me enteré que estaba rojo como un tomate.

-Benjamin fue por la nueva ¿No?- Dijo Elizabeth con suma tranquilidad

-Uh si fue así, estás muerto Shaforostov...- Siguió Billie con una risita

-¿Por qué están tan calmadas ante esto? No quiero hablar con ella!- Dije con exasperación.

Sabía que después de esa noche, no me imaginaba lo que estaba por pasar en mi vida y que sí aquella misma velada había tomado una buena decisión.